Roulette of love

capitulo 38

La noche había caído, la luna brillaba acompañado de las estrellas que formaban las hermosas constelaciones y a la vez formaban grandes galaxias, pero en el lugar donde la chica había llegado solo había una estrella, una solitaria estrella con un brillo incomparable.

La pelinegra bajo del coche dirigiendo su mirada a ese lugar, un lugar que le traía tantos recuerdos, tanto buenos como malos, pero a pesar de esos malos, los recuerdos buenos prevalecen, sobre todo; los recuerdos de un baile, de esa cámara roja que aun guarda como el tesoro más valioso que alguien le haya dado, los recuerdos de una despedida cuando la última hoja cayó.

Y ahí estaba una vez más, con su cabello rubio que brillaba con la luz de la luna y caía por sus hombros, cubriendo su cuerpo del frio con un abrigo negro mientras mantenía sus manos en sus bolsillos, con esa sonrisa que hizo cuando noto su presencia, una sonrisa que la volvía loca. Ahí estaba esa persona que la ayudo a tener confianza, la que fue su novia y su amiga, la que fue un gran pilar en su vida, una persona que la animó a correr riesgos y la que volvía loco su corazón. Ahí estaba ella, ahí estaba Lisa.

Joohyun corrió hacia ella y Lisa la recibió con los brazos abiertos, en el momento en que ambas combinaron su propio calor, se olvidaron del frio que estaba haciendo, de las personas que estaban a su alrededor; en ese momento solo eran ellas sintiendo que volvieron a casa después de mucho tiempo.

Ambas se separaron y Lisa acuno el rostro de Joohyun cuando vio que sus lagrimas resbalaban por sus pálidas y frías mejillas— Hey... mi lindo y hermoso universo, no llores por favor, no me gusta que de tus lindos ojos color miel salgan lágrimas.

—Tu también estás llorando— respondió la pelinegra con la voz entrecortada— te extrañe, te extrañe demasiado.

Lisa tomo la mano de la pelinegra y ambas sintieron como sus cuerpos se erizaban al hacer contacto; comino junto a ella para tomar asiento en la banca, posteriormente soltó su mano y la coloco en su hombro para poder abrazarla.

—También te extrañé... vine a buscarte hace algunos años, pero te acababas de ir a Francia... supongo que solo somos dos almas gemelas que se enamoraron y su destino era ayudarse mutuamente, pero estar juntas no era parte de ese destino.

La pelinegra vió las manos de la rubia, esta tenia un anillo en el dedo anular—¿Eres feliz?

—Lo soy, especialmente ahora— la atrajo más hacia ella y le dio un ligero beso en su cabeza—el brillo en tus ojos es diferente, la felicidad que irradian es asombrosamente hermoso, las estrellas que brillan en tu universo están naciendo mucho más brillantes que antes, supongo que encontraste a la persona que hace que tu lindo universo que haga mucho más grande, eso me hace feliz.

—Tal vez en otra vida, tal vez en otra vida nuestro destino sea estar juntas, y créeme que en esa vida jamás te dejare partir.

•❥❥❥•

Jennie observo a la pelinegra que se encontraba recostada en su cama con las piernas flexionadas y sosteniendo su cuaderno de bocetos. Tomo asiento en uno de los pequeños sillones que se encontraban enfrente y cruzo las piernas, tomo uno de los anteojos de Joohyun que se encontraban cerca, un pequeño cuaderno, un bolígrafo y comenzó a escribir.

—Y bien señorita Bae Joohyun cuénteme ¿Qué pasa? — Joohyun dejo de mover su lápiz pausando su dibujo, vio a la castaña y soltó una risa disimulada— ¿Ha tenido algún problema últimamente que no se relacione con Lisa? No sé, talvez ¿Un problema con la señorita Joy? — Joohyun negó— mmm negación— apunto en el cuaderno— entonces ¿Por qué no has salido? ¿Por qué ya no te has visto con ella?

—Solo estoy ocupada señorita que finge ser psicóloga

Volvió apuntar en su cuaderno— excusas y especialista en psicología de parejas por favor, mmm ¿fue porque estuvieron apunto de besarse? — Joohyun no respondió y solo dejo el cuaderno de bocetos en el buró— escucha yo se que tienes miedo porque es tu amiga, pero no tiene nada de malo, cuando amas a alguien te abres al sufrimiento y tal vez te rompan el corazón, tal vez rompas el corazón y nunca serás capaz de verte de la misma forma— Jennie se puso de pie se quito los anteojos y dejo el cuaderno donde lo había encontrado — por cierto, nuestro agente acepto un trabajo para nosotras de beneficencia en una obra, iré para allá para ver de qué se trata... y ya encontré unas lindas casa para elegir y mudarnos a América.