3: ¡Cuidaremos de jiujiu!

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Aunque su pacto para tener la custodia compartida de Jin Ling —ese que Jiang Cheng luchó en su momento contra Jin GuangShan con uñas y dientes y Zidian y que, puede y solo puede, fuese la razón por la que Jin GuangYao se enamoró de él en un primer lugar— especifica que el niño debe pasar la misma cantidad de tiempo en la Torre Koi y en el Muelle del Loto, la realidad es un poco distinta. Una vez muerto Jin GuangShan (evento muy celebrado por todo el mundo del cultivo, incluida su esposa) Jin GuangYao y Jiang WanYin descubrieron que no les importaba tanto ser flexibles con los horarios del niño. Tampoco es que haya una legislación o una posición de poder por encima a la suya a la que le deban explicaciones, así que su trato está en constante evolución en función de los deseos de su pequeña familia de tres. Hacen gala de esa flexibilidad en muchos casos —algunos no aptos para menores ni para A-Ling y sus amigos— pero en este en particular solo referida a las fechas. 

Si en algún momento de la primavera o el verano a Jin Ling le entra morriña y quiere volverse a la Torre Koi unos días, Jiang Cheng le llevará, aunque refunfuñe por ello. No refunfuña tanto cuando llegan y se encierra durante largas horas a "discutir" asuntos oficiales con Jin GuangYao, y ambos suelen tener mejor cara cuando salen de la habitación que cuando entraron. Mejor cara y peores pelos, pero si alguien se ha dado cuenta, desde luego no se atreve a comentarlo, menos aún en su presencia. Y si durante el invierno o el otoño A-Ling decide que echa de menos a su jiujiu y que la nieve se la puede comer Jin Chan con una guarnición de arroz sin cocer (una vez le tiró una bola a la cara; Jin GuangYao y Jiang Cheng le riñeron por ello, aunque no demasiado, y en privado estuvieron riéndose un buen rato) el cultivador jefe no tiene ningún problema en acercarse a Yunmeng Jiang a pasar unos días, quizá una semanita. Que es, precisamente, lo que están haciendo ahora mismo. Ocurre con bastante frecuencia, más que las vueltas a la Torre Koi durante el verano. Tanta que, cuando Jin Ling tenía como cinco años, Jiang Cheng declaró que no hacía falta que le avisase vía carta cada vez que el niño ("mocoso" en sus propias palabras) tuviera un capricho. Le dio un pase de libre acceso a Jin GuangYao y le dijo que se presentase cuando quisiera, que le daba igual. Con o sin niño. De día o de noche. Eso ya obedecía (y obedece) a otras necesidades distintas a las de A-Ling, pero, en su defensa, el bastardo de Jin GuangYao ha aprovechado mucho ese pase.

Muchísimo. La última vez, Jin Ling volvió a preguntarles si no estaban casados de verdad. Al parecer hay algo que le molesta en que sus dos tíos se comporten como ChiFeng-Zun y ZeWu-Jun (que también son sus tíos, de hecho, por alusiones) sin estar casados como ChiFeng-Zun y ZeWu-Jun. Para cuando sea adolescente o preadolescente Jiang Cheng ya ve venir en la distancia algunas charlas incómodas.

Cada vez que van de visita improvisada a Yunmeng Jiang, hay como mínimo un centinela que les divisa varios kilómetros antes de que aterricen gracias a las torres de vigilancia. Al principio a Jiang Cheng no le convencían, pero evitar que su amante le pille por sorpresa ha resultado ser una gran ventaja. No le gustan las sorpresas... y por eso Jin GuangYao sufre con sus cumpleaños. Nie MingJue le ha dicho que simplemente se lo folle como regalo, pero Nie MingJue es un bruto (cursilón según Lan XiChen) que tiene el romanticismo en el mismo sitio que Lan WangJi la expresividad, así que Jin GuangYao prefiere no hacerle demasiado caso a sus consejos. Como los centinelas de Yunmeng siempre les ven llegar —ese amarillo chillón se distingue hasta por la noche— Jiang WanYin siempre está preparado para recibir a la familia que le queda (y a la que adora, lo demuestre o no) a las puertas del Muelle del Loto.

Excepto esta vez.

Cuando Jin GuangYao aterriza con Jin Ling en brazos encima de las firmes plataformas de madera que componen el laberinto de embarcaderos, justo delante de los grandes portales y las banderas moradas que ondean orgullosas, Jiang Cheng no está por ninguna parte. No hay ni rastro de él. Nada. En su lugar, donde siempre se encuentra el joven y soberbio (y apuesto, según Jin GuangYao) líder de secta, dan con su lugarteniente, un hombre que puede ser como diez años mayor que el propio Jiang WanYin. Su nombre es Yu Tian, anterior discípulo de Meishan Yu. Segundo hijo del hermano mayor de la difunta Madam Yu, siempre guardó un gran cariño por sus primos pequeños, y no dudó a la hora de ponerse bajo las órdenes de Jiang Cheng durante la Campaña para Derribar al Sol. Es a la vez confidente y guardián de Jiang WanYin, y no son pocas las veces que ha puesto a prueba a Jin GuangYao, porque no tolerará que alguien se atreva a romper de nuevo el corazón de su maestro, y todavía menos el de su primo pequeño. Al lado de Yu Tian hay una niña que ya debe haber cumplido los diez años, la mejor amiga y shijie de Jin Ling, Liu PingYang. Según las malas lenguas, casi la hija adoptiva de Jiang WanYin. Discípula principal de Yunmeng Jiang en el futuro si todo sale bien, aunque ese es un pequeño secretillo que Jiang Cheng de momento solo le ha confesado a su amante y a su mano derecha.  

Custodia compartida [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora