𝖲𝖾𝗂𝗌

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Minutos después de que Christopher llegara a su casa, sus amigos aparecieron, ruidosos y alborotados como siempre, solo que se veían más sonrientes y más tontos de lo normal. Richard no dejaba de suspirar como una adolescente, y Zabdiel parecía estar en su propio mundo.

-¿A qué se deben sus caras de idiotas? ¿Fue por la película? Porque si es así, que bueno que no la vi-dijo Christopher desde su cama.

-Si supieras -suspiró Richard, tirándose al lado de Christopher - Niall es muy lindo, demasiado lindo.

-Es porque no estuviste con Joel -habló Zabdiel, tirándose a la cama también con sus amigos -Sonríe mucho y tiene unas pequitas chiquititas que adornan su bonita cara - sonrió de manera tonta.

Christopher los miró incrédulo y rió.

-¿Hablan en serio? ¿Y esos quienes son o qué?

-Eh, los mejores amigos de Erick -respondió Richard con obviedad -Creo que las galletas que me vendió tenían algo.

-Confirmó -secundó Zabdiel.

-No puede ser, ¿cómo están así por niños de dieciséis?

-Pensé que tenían menos la verdad - se encogió de hombros el moreno - ¿Cómo sabes su edad?

-Erick tiene dieciséis, así que supongo que ellos también, tiene sentido para mí.

Zabdiel entrecerró sus ojos y miró con sospecha al castaño, recordando que los había dejado en el cine, y si Niall y Joel son mejores amigos de Erick, pero él tampoco estaba ahi, significaba que...

-¡Nos abandonaste por Erick! - exclamó el rubio, levantándose de golpe y señalando hacia Christopher.

-¿Estuviste con Erick?-la sorpresa en Richard era evidente también.

Christopher se sintió nervioso bajo la mirada de ambos chicos, le daba un poco de vergüenza admitir lo que había hecho por Erick, principalmente porque él no hacía esas cosas y definitivamente iban a burlarse de él o a molestarlo con eso toda la eternidad, no era porque fuera malo tener atenciones con otras personas, sino que era una faceta que nadie más conocía a excepción de su madre, prefería tener esa imagen de alguien amargado y desinteresado, solo así sabía quienes se le acercaban con otras intenciones.

Y es por eso que Erick le llamaba la atención.

-Ya, si, estuve con él-admitió, apartando la mirada de ellos.

Richard y Zabdiel se miraron con una sonrisa pícara.

-¿Y qué hicieron? Si se puede saber - dijo Richard, moviendo sus cejas de manera sugerente.

-Nada, ya deja de verme así, asqueroso pervertido.

-No estoy diciendo nada, pero ahora que recuerdo, dijiste que nos ibas a explicar.

Christopher suspiró, tapando su rostro con sus manos. Sus mejores amigos eran demasiado curiosos y habladores, no dejarían de preguntar hasta obtener una respuesta, no tenía salida más que hablar.

-A Erick lo estaban molestando y tuve que intervenir, es todo.

-¿Es todo? Se me hace que hay más, Vélez, suéltalo.

-Hicimos galletas -murmuró de manera casi inaudible a propósito, apartando la mirada hacia otro punto de la habitación.

-¿Qué? -preguntó Zabdiel -Habla bien.

-¡Hicimos galletas!

Las risas estallaron en la habitación, y es que no se imaginaban a Christopher en una situación así, tomando en cuenta que sabían su rechazo hacia las galletas, era simplemente increíble.

Cookies «Chriserick» Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora