𝖳𝗋𝖾𝖼𝖾

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Joel despertó con un leve dolor de espalda debido a la incomodidad de dormir en un lugar que no era su cama. Talló sus ojos y cuando pudo acostumbrarse a la luz de la mañana, se dio cuenta de que estaba muy cerca de Zabdiel; se sentó de golpe, viéndolo removerse para acomodarse mejor aún con sus ojos cerrados, sonrió con una cálida sensación en su pecho por la imagen tan etérea que sus ojos tenían la dicha de ver, no todos los días se amanece junto a Zabdiel De Jesús, debia aprovecharlo.

-Buenos días, Joel -saludó Christopher mientras bajaba las escaleras ya muy bien bañado y arreglado con una expresión neutra en su rostro.

El mencionado apartó rápidamente la mirada del rubio, sintiéndose avergonzado por haber sido descubierto. Peinó su alborotado cabello mañanero y se dirigió a la cocina siguiendo a Christopher, suponiendo que los demás estarían ahí.

-Vienen justo a tiempo, el desayuno ya está listo -sonrió Richard antes de buscar los platos para servir.

Niall a su lado buscaba las tazas que usaria para servir el café recién hecho. Joel vio a su alrededor, notando que Erick no estaba en ningún lado.

-Y Erick? -preguntó, tomando asiento en el comedor.

Christopher suspiró, recordando los eventos sucedidos hace un poco más de una hora. Estaba un poco decepcionado; luego del segundo beso, Erick no dijo nada y salió corriendo de ahí a pesar de que había correspondido, ni siquiera dijo una excusa, solo se fue. No le gustó que tuviera que irse solo, pero se fue tan rápido que ni siquiera logró alcanzarlo.

-Es domingo, Joe, sabes que está ocupado ahora -habló Niall, dejando una humeante taza de café frente al rizado.

-Cierto, lo había olvidado -asintió.

-¿Qué es lo que tiene que hacer?-preguntó Christopher con intriga.

-Hoy es día de visita con su madre -explicó Niall, tomando asiento a un lado de Richard -Creo que irá él solo hoy, recuerdo que mencionó algo sobre eso ayer antes de venir.

-¿A qué horas sale de su casa?

-Dentro de unos diez minutos, creo -miró el reloj el rubio.

Christopher se levantó rápidamente de la mesa y salió de la casa sin despedirse, típico de él, pensaron.

Camino a paso rápido, tenía que hablar con él, no podia ignorar así de fácil que se habían besado, además, ¿por qué huyó? Si no hubiese querido besarlo, solo lo hubiera apartado, pero, al contrario, le correspondió de la misma manera, como si también lo estuviera esperando.

A lo lejos, logró verlo cerrando la puerta principal de su casa, ya estaba aseado y vestido con sus típicas sudaderas que lo hacían ver adorable. Caminó más rápido hasta que estuvo frente a él, regulando su respiración debido a la agitación.

-¿Qué haces aquí? -frunció el ceño el menor un poco confundido.

-Te acompañaré.

Erick negó con la cabeza, no estaba en sus planes que otras personas conocieran la situación de su madre. Sabía que era difícil ir solo, pero prefería eso a tener que dar explicaciones.

-Voy solo, regresaré pronto, podemos hablar después -empezó a caminar, dejando atrás al mayor.

Christopher ladeó la cabeza, confundido, pero caminó tras él hasta que se puso a su lado sin decir nada. El Oji-verde no sabia cómo hacer que se fuera, aún se sentía tímido debido al beso, su primer beso.

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