𝖣𝗈𝖼𝖾

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-Les dije que debimos tomar un taxi -dijo Erick avergonzado, notando la mirada de sus vecinos sobre ellos.

-Richard vive cerca, no iba a pedir un taxi para cuatro cuadras -respondió Niall, abrazando con más fuerza su peluche favorito.

-Además, ya está oscuro, es normal andar en pijama a estas horas -agregó Joel, caminando con seguridad mientras arreglaba su gorrito que hacia juego con su conjunto de dormir.

-Si, es normal, ¡pero no en la calle! -exclamó el Oji-verde, cuidando que sus almohadas y peluches no cayeran.

Los tres chicos se encontraban de camino hacia la casa de los Camacho, todos vestidos ya con sus pijamas, caminando como si fueran plenas dos de la tarde. Las personas los miraban divertidos, algunos solo reían o no les tomaba importancia. Erick insistió en que debian ir con ropas normales, pero sus amigos lo convencieron de que sería mucho más práctico si ya iban vestidos. Y por esa razón, Erick iba con su pijama morada con estrellas blancas, Niall con su pijama rosa con nubes celestes y Joel con su pijama blanca con pollitos de colores.

Luego de caminar un rato, por fin llegaron. Los tres agarraron con fuerzas sus cosas y algunas bolsas de frituras que habían comprado de camino, acomodando sus ropas y verificando que sus pantuflas no se ensuciaran mucho en el camino. Estaba de más decir que estaban nerviosos, los tres querían hacer como si nada, pero eran obvios.

-¡Nialler!-exclamó Richard al momento de abrir la puerta, tomó la mano del menor y lo metió a su casa, dejando a Erick y Joel solos.

Ambos se miraron confundidos y empezaron a reír, Niall ni siquiera sintió cuando ya estaba siendo jaloneado al interior de la casa.

-Ni siquiera nos saludó -dijo Joel, tomando la mano de Erick para adentrarse al hogar de los Camacho.

Cuando Erick y Joel entraron, todas las miradas viajaron hacia ellos. Erick puso sus ojos rápidamente en Christopher, se veía lindo en su simple pijama blanca con rayas verticales azules, pensó que se veía como esos hombres mayores con pijamas aburridas, pero aún así, le parecia lindo.

Zabdiel hizo señas a Joel para que se sentara a su lado, el menor se soltó del Oji-verde rápidamente y corrió hacia donde le estaba haciendo espacio. Erick, por su parte, tomó asiento en el sofá, sintiéndose un poco extraño al estar en una casa que no era la suya o la de sus amigos.

-Ahora que estamos todos, prepararemos algo de comer y luego veremos una película -dijo Richard, mirándolos a todos con una enorme sonrisa que de seguro no se le iba a borrar dentro de un buen rato.

-¿Cómo vamos a dormir? -cuestionó Christopher, no podían todos dormir en la cama de Richard porque aunque fuera enorme, no era suficiente.

-¿Acabamos de empezar y ya estás pensando en dormir? -preguntó Zabdiel con una mueca.

-No es eso, lo digo porque lo más seguro es que Richard se quede dormido rápido y nos deje en el suelo a todos -se cruzó de brazos el castaño.

Erick rió en voz baja ante el comentario, Christopher se quejaba mucho de muchas cosas y eso le parecía divertido.

-Lo tengo cubierto. Tú, Zabdiel y yo dormiremos en el sofá cama -vio la mirada de disgusto de sus amigos -Erick, Nini y Joel dormirán en mi habitación, creo que caben perfectamente en mi cama, ¿les parece bien?

Los menores asintieron sin protesta, al menos dormirían en una cama y no en el suelo o algo así. Christopher miró mal al más alto, estaría muy separado de Erick a la hora de dormir y eso no le gustaba, la vaga idea de verlo al despertar había sido una ilusión que rápidamente desapareció con el plan.

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