...sentí como todo mi cuerpo empezó a temblar. No sentía las piernas y la mano me temblaba. Intenté alcanzar mi varita. Pero cuando ya la tenía sujetada sucedió. Noté mi cuerpo cada vez más débil ''¿Será mi fin?'' pensé mientras veía ante mis ojos todo el daño que me hizo Voldemort. De repente vi una luz blanca y sentí mi cuerpo caer rendido en el suelo. Alcancé a oir algunas voces, pero no reconocí de quienes eran.
Desperté en la enfermería con un dolor de cabeza terrible. Me froté los ojos y los abrí. Lo primero que vi fue a mi padre a los pies de la cama y a mi lado derecho a mis amigos.
-¿Qué me ha pasado?-pregunté confusa- ¿Quién me salvó?
-Hija, tu salvador fue nada más y nada menos que Harry-dijo mi padre sonriendo
-¿A sí?-dije mirando a Harry sonriendo- Muchísimas gracias.
-Nos tenemos que defender los unos a los otros-dijo Harry sonriendo
-Creí que te perdía-dijo Hermione abrazándome mientras sonreía y lloraba a la misma vez
-Nunca me vas a perder-dije sonriendo
-Bueno chicos, gracias a los dos, pero dejadla sola por lo que queda de día.
-De acuerdo-dijeron los dos a la vez.
Mi padre y mis amigos se fueron y me quedé sola en aquella fría y amplia habitación. Miré el techo pensando en todo. Mañana era la selección para el equipo de quidditch y si no me daban el alta hoy no podría realizarla. Estaba concentrada en mis pensamientos hasta que una fermera los interrumpió.
-¿________ Dumbledore?
-Aquí.
-¿Cómo estás, te encuentras mejor?
-Sí, la verdad-dijeintentando convencerla
-Vale, pues tómate este medicamento-dijo entregándome un bote-y ya puedes irte cuando quieras, pero no hagas mucho esfuerzo hasta mañana.
-Vale-dije tomando el bote de la mano de la enfermera mientras sonreía
Salí de la enfermería muy feliz ya que si que podría realizar las pruebas. Me fui a mi habitación y me acosté en la cama a leer un libro de herbología que anteriormente había cogido de la biblioteca. Tenía la vista tan cansada de leer que quedé totalmente dormida.
-¡________, ________! ¡Despierta!-dijo Hermione-¡Son las pruebas dentro de dos horas!¿No querías entrenar un poco antes?
-Si, si, ya voy. Que manera de despertarme, siempre gritando...-refunfuñé
-Esque sino no te levantas...-se quejó Hermione
Me vestí con ropa informal, unas mayas negras, una sudadera de Gryffindor y unas deportivas. Me até el pelo y me lavé la cara. Bajé a desayunar con Hermione. Luego nos separamos y me fui a entrenar un poco. Cuando terminé me dirigí al campo de quidditch donde se realizarían las pruebas.
Entré y me encontré con Ron, Harry y Hermione.
-Suerte-me dijeron los tres sonriendo
-Gracias chicos-dije abrazándoles
-Oye tú, la campeona, ven pa' acá-me gritó Fred desde lejos
-¡Freeeeeeeeeed, Georgeee!-dije mientras iba corriendo hacía él y George
-Gracias-dije sonriendo y abrazándoles
-Mucha suerte, pasas las pruebas seguro-dijeron los dos a la vez
Faltaban cinco minutos para las pruebas. Competía contra veinte alumnos de Gryffindor. Las pruebas eran más que nada hacer lo quie sabías. Era mi turno, soltaron las tres bolas y en tres segundos alcancé la snitch dorada un ''Oooh'' de admiración salió de las gradas. La bludger no consiguió golpearme y pasé por completo de la quaffle, mi objetivo era la snitch dorada.
Las pruebas terminaron y dieron los resultados. Y para mi sorpresa, me nombraron buscadora junto a Harry. Salí de la sala en la que dieron los resultados y vi un grupo de gente agrupado en círculo entorno a alguien. Sería alguien importante, pensé en este momento. No soy muy cotilla así que pasé de largo. Pero cuando estaba a punto de salir de aquel pasillo oí una voz que me llamaba. Era inconfundible... ¡Viktor! Me giré con una enorme sonrisa en la cara y me fui corriendo hacia él. Lo abracé con ternura mientras él no paraba de reirse de mi gran sorpresa al verle.
-Dios mío ¿Qué haces aquí?- le pregunté emocionada
-No quería perderme tus pruebas así que pedí una semana libre en mi colegio y hablé con tu padre para poder quedarme en Hogwarts y poder entrenar juntos-dijo Viktor con una felicidad inmensa
-¡Wow! ¡Qué bien!-dije dando saltitos de alegría
Viktor y yo nos fuimos a la sala común de Gryffindor a hablar de todo lo que nos había ocurrido durante el tiempo que no nos habíamos visto. Él me contó que había ganado varios campeonatos y que iba muy bien en los estudios. Yo le conté mi experiencia en Hogwarts, lo que me pasó con el dementor y lo bien que se me daba el quidditch.
-Eso de salvarte es asunto mío-dijo Viktor sonriendo-dile a ese tal Harry que vaya con ojo
-¡Uiiiiis! Pero ¿estás celoso?-dije riéndome
-¿Yo? ¿Qué dices?-dijo sonrojado
-Y a todo esto... ¿Tienes novia?
-No... Porque sigo enamorada de esa niña de ojos verdes
-¿Cómo?-pregunté confusa
-De ti...
Noté como mi corazón latía a cien por hora. ¿Qué Viktor estaba enamorado de mi?