-Verás quería hablarte sobre lo que me dijiste el otro día. Eres un chico genial, mi padre aprueba que salgamos juntos pero... No quiero arriesgar nuestra amistad por una relación que no creo que funcione-dije cabizbaja observando la venda que rodeaba parte de mi pierna
-Ya, lo comprendo. Lo siento, no... No debería habértelo dicho-dijo apenado
-No, no que va. Tranquilo, no hiciste mal en decírmelo. ¿Amigos?
-Faltaría más-dijo Viktor sonriendo
-Pues venga, vamos a entrenar-dije feliz
Nos fuimos a entrenar hasta la hora de comer. Estaba feliz de ver que nuestra amistad permanecía intacta tras la confesión de Viktor. No quería nada con él. Lo veía más como un hermano que como mi novio.
Terminamos de entrenar y nos fuimos al comedor a comer. Viktor siempre comía en la mesa de Gryffindor conmigo y mi pequeño grupito.
-Una cosa, ¿no veis un poco preocupado a Dumbledore con el tema de los dementores? No sé, el otro día no me dejo ni ir a ver a Hagrid por si me atacaban-dijo Harry mientras observaba su plato
-La verdad es que si, y no lo comprendo. No me ha dicho nada esta mañana y eso que hemos estado hablando durante casi media hora.-dije pensativa
-Pasa algo serio, de eso no hay duda-dijo Hermione hojeando un libro de hechizos. Esta chica leía hasta comiendo.
-Ya, pero ahora la pregunta es... ¿El qué?-dijo Harry mientras observaba la mesa donde estaba mi padre
Terminamos de comer y me fui sola a la biblioteca, tenía un examen de pociones. Entré a la biblioteca, era muy amplia, con estanterías viejas llenas de polvo repletas de libros de todos los tamaños y colores. Busqué la sección de pociones y cogí los libros suficientes para estudiar. Me senté en una mesa y allí me mantuve durante dos horas hasta que Percy, el hermano de Ron, entro gritando a la biblioteca.
-Venga, cada uno a su sala común, rápido.
Tomé mis libros y corrí hasta la entrada de la biblioteca donde estaba Percy me paré ante él y le dije:
-Percy, ¿qué está pasando?
-Ahora no te lo puedo decir, solo ponte a salvo en la sala común de Gryffindor-dijo intentando sonreír para que no preocupara. Pero su plan no funcionó.
Me puse a correr por los pasillos hasta que alguien me estiró del brazo.
-¿A dónde se supone que vas?-dijo una voz detrás de mi
-Suéltame, tengo que irme-dije mientras me giraba
-Vaya, vaya, la espléndida ____ Dumbledore tiene prisa-dijo él con voz burlona
-Draco, más te vale soltarme.
-Mira, si hasta sabe mi nombre, que cosas tiene la vida. Y que pasa... ¿Si no te suelto?
-Esto-dije mientras me soltaba de él y sacaba mi barita apuntándole
-Ui, que miedo-dijo sonriendo
-Draco, no te conozco, ni tampoco tengo ganas de hacerlo, más te vale dejarme en paz-dije cabreada-¡Adiós!
Dejé refunfuñando solo a Draco y me marché corriendo hasta la sala de Gryffindor.
-Creía que no venías, nos tenías preocupados-dijo Hermione mientras me abrazaba
-Ya, bueno, pero ¿se puede saber que pasa?-dije angustiada
-No tenemos ni idea-respondieron Harry y Ron
-Pues que bonito todo-dije sarcásticamente
Pasados unos minutos entró Percy muy alterado a la sala común.
-Gryffindor, debéis esconderos. Los dementores han conseguido entrar en la escuela. Cada uno a su habitación correspondiende-dijo muy serio
Yo y Hermione nos fuimos corriendo al cuarto que compartíamos. Una vez dentro fui la primera en hablar.
-¿Crees que conseguirán llegar hasta aquí?-dije mientras cerraba las ventanas de la habitación
-Una vez han pasado la puerta de la escuela... No te quiero engañar, es posible-dijo Hermione muy seria-Pero no te preocupes eres lo suficientemente fuerte como para vencer a uno de ellos-dijo dándose cuenta de que había hecho que me asustara
-No lo creo-contesté asustada
¡Toc, toc! Alguien golpeaba con fuerza la puerta de nuestra habitación.
-No pienso abrir, no voy a arriesgarme-dije apoyándome en la pared al lado de la puerta
-¡____, abre! ¡Somos nosotros!-dijeron Harry y Ron tras la puerta
-¡Voy!-dije mientras abría
-¡¿Pero sois tontos o que os pasa?! ¡Os podría pasar algo muy malo si vais haciendo el moñas por la escuela!-gritó Hermione cabreada pero preocupada al mismo tiempo. Parecía su madre.
Los dos chicos se quedaron helados ante los gritos de Hermione, que también les dijo que si los pillaban en nuestra habitación los podían penalizar.
-Pero Hermione estábamos preocupados por vosotras-dijo Harry en voz baja y con cara de tristeza por los gritos de su amiga
-Vaya, gracias por preocuparos-dije mientras pasaba mis brazos por los hombros de los dos chicos-venga va, charlemos o algo para tranquilizarnos, ¿no?
-No hay tiempo-dijo Ron serio-____, Viktor estaba entrenando cuando los dementores entraron en la escuela y aún no ha vuelto. Débemos ir a buscarlo.
Noté que mi estómago explotó y creí que el corazón me iba a estallar de un momento a otro por la velocidad con la que emitía sus fuertes latidos. Esto era lo que iba a pasar... Mi manchita nunca falla.
Me senté en la cama mareada. Esta estaba gélida. Giré mi cabeza hacia la ventana. Fuera había un ambiente tétrico. El cielo estaba poblado de nubes grises y el viento soplaba con fuerza. Me armé de valor, tomé mi varita y me levanté de la cama. ''Es el momento de enfrentarme a miedos'' pensé.
-Vamos-dije seria observando los rostros de mis tres amigos
-¿Qué dices ___ estás bien de la cabeza?-me miró sorprendida Hermione
-Estoy más que eso. Porque por mi familia doy la vida y Viktor es para mi como mi hermano-dije fría y cortante
-Te ayudaré, no quiero que te pase nada-dijo Harry
-Yo también-dijo Ron
Los tres mirábamos a Hermione que no decía nada. Yo sabía que tenía miedo pero también sabía que era demasiado valiente como para ayudarnos.
-Yo también-dijo finalmente