━━𝑩𝒓𝒆𝒂𝒌𝒊𝒏𝒈 𝑾𝒊𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔; 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦 𝘨𝘳𝘢𝘯𝘨𝘦𝘳

cap 4

Como de costumbre, Bellatrix se despertó alrededor de la medianoche después de solo unas pocas horas de sueño. Volvió la cabeza hacia la ventana y encontró la luna llena sobre un cielo despejado. Una sonrisa tiró de sus labios mientras se deslizaba cuidadosamente fuera de la cama. Bellatrix había hecho este baile tantas veces antes que se había vuelto bastante experta en vestirse en silencio y ya había preparado su mochila. En menos de dos minutos, Bellatrix estaba lista para dejar a sus desorientadas compañeras de cuarto en sus camas y caminó silenciosamente por los pasillos.

Izquierda. Se fue de nuevo. Subiendo las escaleras. Totalmente a la derecha.

La pintura de Shifty Pete se asomaba al final del pasillo: un hechicero vestido de negro bastante pícaro se inclinó el sombrero cuando la vio acercarse. "Buenas tardes Bella," saludó con un susurro.

"Buenas noches, Pete", respondió Bellatrix, manteniendo la voz baja. "Unxmaal".

"Qué divertido", le guiñó un ojo mientras su cuerpo se deslizaba a un lado, revelando una abertura en la pared y una escalera de caracol que conducía hacia abajo. Bellatrix entró rápidamente por la abertura y bajó corriendo las escaleras justo cuando la pintura se reemplazaba a sí misma.

Delante de ella había un pasillo largo, oscuro y húmedo que conducía hasta el fondo del lago. A partir de aquí, todo fue viento en popa. Bellatrix caminó tranquilamente por el pasillo, sus antorchas mágicas cobraron vida cuando se acercó y salieron detrás de ella cuando hubo cruzado suficiente distancia. Finalmente, llegó a otro tramo de escaleras que conducían hacia arriba y, después de un breve ascenso, se abrió una escotilla y Bellatrix emergió a las orillas del Lago Negro. Detrás de ella, la escotilla se cerró y, para cualquiera que no lo supiera, el pasaje solo se vería como una pequeña colección de grandes piedras colocadas en las orillas del lago.

Bellatrix cerró los ojos y respiró hondo, asimilando los olores del lago, los sonidos del bosque y la frescura del aire nocturno. Eso es lo que significa ser libre.

Miró su reloj y descubrió que todavía tenía mucho tiempo hasta la hora de las brujas. Primero, se sintió atraída por las luces de Hogsmeade y, después de una caminata de cinco minutos, entró en la ciudad. Aún así, tenía que estar un poco alerta: prefería no encontrarse con un maestro aquí, así que evitó la calle principal hasta que llegó a Hog's Head.

Encontró la Cabeza de Puerco en un ajetreo con bastantes magos y brujas alrededor. Como de costumbre, escaneó rápidamente el salón para asegurarse de que no hubiera ningún profesor a la vista. A estas alturas, el propietario de Hog's Head ya la había visto y le hizo señas para que se acercara. Llegó a conocer bastante bien al hombre barbudo durante los últimos meses y, por lo general, él le hacía una seña con la mano si había un maestro en la sala común. Hoy no lo hizo, por lo que la costa estaba despejada.

Una banda visitante tocaba música suave mientras ella se dejaba caer en un taburete y escuchaba a dos brujas discutir sobre los precios actuales de los tubérculos frost. Aberforth Dumbledore estaba detrás de la barra limpiando vasos. Levantó una taza y la estudió. Al encontrarlo lo suficientemente limpio, lo puso frente a Bellatrix.

"Ah, ¿cómo está mi bebedor menor favorito?" preguntó.

"Sed," respondió Bellatrix y arrojó unas monedas en la barra.

"Eso es lo que me gusta escuchar", el hombre que era, irónicamente, el hermano de Dumbledore, se rió de buena gana. "Recuerda lo que acordamos. Solo una bebida. No quiero que se repita el último día de clases en junio".

Bellatrix hizo una mueca. También había celebrado un poco el final de la escuela ... con entusiasmo. Despertar con un fuerte dolor de cabeza en un corral mientras una cabra le lamía la cara había sido toda una experiencia. Al ver que Bellatrix todavía era menor de edad, tuvo que prometer a Aberforth que limitaría su consumo a una bebida por visita hasta que cumpliera 18 años.