Capítulo 1

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El accidente

Kyle

Se escucha el sonido de la alarma

-Ah ese horrible sonido otra vez, en ese momento lo maldije por haber estropeado mi sueño

-¡Joder!, ¿Qué hora es?...

Desvío perezosamente mi mirada hacia el despertador que estaba en la repisa

-Ahora que lo noto... está un poco disparejo.

y en cuanto lo veo, noto los dos números que están grabados sobre él, sin duda en ese momento quería desaparecer

- ¡Oh no, no, no! ; ¡Mierda, no puedo llegar tarde otra vez!

Me levanto de la cama rápidamente y sin pensarlo dos veces, me metí de golpe a la ducha.

Siendo sincero, planchar mi camisa no era una buena idea en ese preciso momento, así que en cuanto salgo de la ducha me lo coloco todo arrugado mientras peino mi cabello con mis dedos.

- ¡Esto es una mierda!

Luego de unos minutos de lidiar con mi crisis existencial, cojo el maletín, el resto de mis cosas y salgo volando por la
puerta dando un pequeño golpe

Me veía bajando los últimos escalones de la residencia cuando empieza a sonar mi teléfono.

- ¿Ahora qué?

Veo el teléfono y me doy cuenta que es mi jefe, note que realmente estaba jodido, quería que la tierra me tragara.

- Buenas tardes jefe, Lo sien...

No pude ni completar la palabra porque me interrumpió enojado

-Kyle!! ¿Otra vez vas a llegar tarde al trabajo? Y no es la primera vez, ¿qué pasó ahora?

¡Oh no, estoy en problemas! -Pensé-

-Perdón jefe, le prometo que no volverá a pasar, hubo un accidente a medio camino con el bus. -decidí mentir-

-Kyle nada que perdón, ya son varias veces, estas despedido

Empecé a caminar de manera tranquila hacia la estación, pensé en que iba a hacer, me despidieron y no se ¡dios!, pero de todas maneras iré para hablar con el jefe personalmente y así pedirle una última oportunidad.

Al caminar me puse a pensar que vivir en California no era lo que yo esperaba, es como las demás ciudades, algo muy común.

Al llegar como de costumbre empecé a ver a mí alrededor y pensar en mi patética vida

A lo lejos pude visualizar que una chica andaba viendo su celular y escuche el pitido del tren cerca, la chica no paraba de caminar e iba directo hacia las vías.

¡Oh mierda!, tenía que hacer algo, no podía quedarme de brazos cruzados viendo como la chica caía hacia las vías

Empecé a correr lo más rápido que pude y en el preciso momento logre empujarla, sentí como mi cuerpo fue golpeado por el tren y lo último que vi fue una imagen negra.

Me desperté y empecé a observar a mi alrededor, me di cuenta que estaba en un cuarto blanco con franjas azules, a mi lado derecho tenía un aguja con suero en mi mano, vi mi celular y mi maleta en una mesa, también visualice un reloj y aproveche en ver la hora y eran las 8pm, era muy tarde y deducía que estaba en el hospital, seguí observando y a mi lado izquierdo vi que mi brazo estaba enyesado.

¡Mierda! dije mientras maldije al cielo unas 6 veces, seguí observando mientras trataba de recordar que paso, en la esquina vi a una chica dormida en un sillón. Era rubia, parecía que medía 1.60 pero prefería no sacar conclusiones mientras ella esté sentada pero no podía negar que era una chica muy pero muy hermosa.

Dejando de lado lo hermosa que era empecé a preguntarme como llegue aquí y con un brazo enyesado, creo que ella podría aclarar mis dudas, tenía que despertarla, seré muy sutil.

La trate de llamar de manera discreta

- hola?

No despertaba al parecer la chica tenía un sueño profundo, trate de tocarla con el control del cuarto pero no llegaba y digamos que no soy una persona tan paciente y menos con mis pensamientos y dudas carcomiéndome, tenía que despertarla sí o sí.

Decidí gritar espero y me perdone, trate de ser educado con ella

-Mmm oye, ¿¡Puedes despertar!?

Pensando bien las cosas soné un poco tonto y como un niño pequeño pero ya se lo había dicho.

En realidad soy una persona muy tímida y respetuosa creo que por eso dije y soné tonto.

- !Ah¡ ¿¡que paso!?

Noté que se despertó asustada y me dio ternura y risa a la vez, trate de reír discretamente pero no soy bueno en eso.

Solté una risita

- Perdón por la manera tan brusca en la cual te desperté, quería hacerte unas preguntas, una ¿qué sucedió?, dos ¿porque estoy enyesado? Y te seré sincero no recuerdo nada de lo que paso.

- No te preocupes igual tengo un sueño pesado, comprendo que tengas dudas y un poco de desesperación. Me llamo Emma y puedo decirte que es algo normal que no recuerdes la mayoría de lo que paso ayer.

Me di cuenta que pase un día entero inconsciente

- Hola Emma, yo me llamo kyle, ¿ayer? ¿Estuve un día entero inconsciente?

- Si Kyle estuviste un día inconsciente antes de seguir respondiéndote, quería pedirte perdón porque si no fuera por mi tonta imprudencia de ver el celular mientras camino, no hubieras acabado así, en verdad lo siento.

Logré ver que empezaron a caer lágrimas de sus ojos y pude recordar cómo fue que acabe aquí

- No te preocupes Emma, ya pude recordar lo que pasó, pero no te sientas mal ¿sí?, porque felizmente tu estas bien y eso es lo que me importaba en ese momento, al final yo me recuperaré y lograré salir de esta.

- Gracias Kyle, pero en verdad perdóname todo fue mi culpa, enserió espero puedas perdonarme, ya es muy tarde y mi familia me espera en casa, yo pague todos los gastos médicos, era lo mínimo que podía hacer por ti.

- Emma no era necesario hacer eso en verdad, pero muchas gracias

La vi pararse del sillón y acomodar sus cosas para irse, me dije a mi mismo es ahora o nunca tienes que pedirle el número, al final se me hizo una chica muy linda y tierna, así que decidí dejar mi vergüenza de lado y pedirle su número

- Emma ¿te puedo hacer una pregunta más?

- Claro porque no, dime cual es

- ¿Quería saber si podías pasarme tu número?

Eres un completo IDIOTA me dije a mi mismo, como le podía pedir el número a una chica tan hermosa en un hospital.

- Claro que sí, no veo porqué no. Dame tu celular y lo anoto

En ese momento sentí como mis mejillas empezaron a arder y en mi rostro se dibujó una sonrisa de felicidad y le di mi celular

- Bueno Kyle espero tu llamada

- Si, te llamare tenlo por segura

En el momento que se fue me puse como un niño pequeño de la felicidad hasta que a lo lejos pude visualizar como llegaba mi ¡madre!.

Oh genial, lo que faltaba tenía que llegar ella.

-Hola mamá, ¿cómo estás? dije de manera sarcástica-

El amor es una IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora