Capítulo 13

1.3K 146 7
                                    

-Lo que pasa es que os habéis picado porque os he ganado tres veces seguidas. - Solté.

Connie y Sasha no me habían dirigido la palabra desde que empezamos el camino de vuelta al cuartel después del entrenamiento. Jugábamos a una especie de juego que consistía en lanzar una pelota y evitar que el resto de tus compañeros la robaran en el aire mientras la lanzabas de tejado en tejado, y les gané tres veces. Como son las personas más competitivas que he conocido jamás, era imposible que quedaran conformes si uno de ellos dos no ganaba, y yo no pensaba dejarme ganar, como solía hacer Armin, por tal de no generar un conflicto innecesario.

-¡Pues a llorar! -Grité desde la calle mientras Connie y Sasha caminaban a casi cinco metros por delante de mí para no tener que hablar conmigo. Armin se partía de risa a mi lado.

-No puedo creer que se comporten así por un juego, parecen unos niños.

-Lo son.

Armin se encontraba mucho mejor desde que sufrió el accidente en su última expedición, y como no es capaz de estar tumbado sin estar haciendo simplemente nada, vino a entrenar con nosotros bajo mi supervisión médica. Cuando volvimos al cuartel, le acompañé hasta su habitación y le suministré la medicina que todavía debía seguir tomando. Después de darme las gracias en abundancia, como solía hacer, regresé a mi habitación, donde encontré a Hitch sentada en el borde de mi cama.

-Fuera de ahí. -Le advertí mientras soltaba mis cosas en un rincón. Ella, como de costumbre, me ignoró.

-¿Con quién estuviste la otra noche, eh? -Me preguntó.

Me giré hacia ella con los ojos como platos.

-¿Cómo sabes eso?

-Guapa, a ver si te crees que eres la única que se escapa por las noches -Se rió-. Fui a la habitación de Marlo y me pareció verte con alguien en el patio.

Caí en la cuenta. Ya sabía quién le había contado a Jean que me había visto con alguien.

-¿Y por qué se lo dijiste a Jean?

-Ah, porque pensé que era él. -Nos quedamos en silencio durante unos minutos hasta que ella lo rompió -. No lo era, ¿no?

Negué ligeramente con la cabeza.

-Hitch, ¿puedo contarte algo?

Capté su atención de inmediato y me senté a su lado. No estaba segura de lo que iba a hacer.

-Hay alguien que no para de rondarme por la cabeza.

-¿En qué sentido? ¿sexual o romántico? ¿ambos?

-No lo tengo claro.

Me miró con el ceño fruncido.

-Te estás refiriendo a Jean Kirstein, ¿verdad?

-No, no es Jean.

A Hitch se le iluminó la mirada, porque no había nada en el mundo que le gustara más que un buen chismorreo.

-¿Entonces? ¿Le conozco? Es un soldado, intuyo.

Nerviosa, agaché la cabeza.

-No sé muy bien cómo explicarte esto...

Me pegó un golpe en el hombro que hizo que me tambaleara.

-¡Venga, Cassie! ¡suéltalo ya!

-Es... es el capitán de la 104.

Ella me miraba indiferente porque no tenía ni idea de quién era el capitán de la 104, así que se quedó exactamente igual que estaba, esperando a que le dijera nombre y apellido, color de pelo, ojos, estatura y preferencias sexuales.

𝐈𝐍𝐃𝐎𝐌𝐀𝐁𝐋𝐄 ·ʟᴇᴠɪ x ᴏᴄ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora