padre no quiero casarme

capitulo 47

Mikhail dejó de limpiarse la cara con una toalla que goteaba.

'Oh, mierda, ella no haría eso'.

Entonces, escuché un golpe en la puerta.

"Señor, el horario de hoy es para asistir a la fiesta del té de Terence".

"Si. Me aseguraré de que no llegue tarde, así que sal. Mikhail mordió al sirviente que vino a informarle del horario, y luego lo afinó.

¿Un nuevo amante? Disparates. Radian, está diciendo tonterías como la última vez.

Mikhail, recordando el momento en que los rumores se hicieron con los gemelos, se miró en el espejo. Era un rostro un poco demacrado, pero aun así valía la pena mirarlo.

'Hoy, esa mujer también me ve, y está claro...'.

Mikhail cerró la idea con fuerza y apretó el puño con fuerza.

***

El día de la fiesta del té, di vueltas y más vueltas con un vestido hecho a medida en el camerino. Con las engorrosas mangas con volantes quitadas y reemplazadas por mangas cortas abullonadas, ciertamente fue más fácil mover los brazos. Y redujo la exposición de los senos en la parte superior del estómago, lo que siempre ha sido una preocupación.

Bueno, todo saldrá bien, ¿no?

Hay un momento en que la moda cambia mucho una vez. Fue antes y después de la ceremonia de mayoría de edad de la princesa Beatriz, y el vestido que usó en la ceremonia fue un vestido que reemplazó la alforja que se usaba en la parte inferior de la falda por una crinolina más ancha. Y la ropa que llevo ahora tiene una dirección muy diferente al esplendor que perseguía la princesa. La alforja hecha de barba de ballena fue reemplazada por una enagua hecha de varias capas de tela, y la longitud de la manga se redujo a una manga abullonada. Es solo una leve mejora en la incomodidad del estilo rococó.

-Me gustaría usar ropa más cómoda si quisiera, pero ahora voy a ser un marginado si estoy demasiado fuera del estándar, así que usaré lo que quiera usar después de la independencia.

Estaba pensando así. La voz de Marilyn me rompió la mente.

"Mi señora, alguien está esperando". Asentí con la cabeza ante las palabras que apuntaban a Max.

"Okey. Bajaré pronto ". Cuando terminé de hablar, miré el reloj en silencio.

-Llegas una hora antes de lo esperado ...

Fue un momento para admirar su diligencia.

"Y esta es la concesión que dio el maestro". Suspiré ante la sorpresa de mi padre, en la que nunca había pensado.

-Me preguntaba qué hacer si me cortan la asignación. Eso es bueno. Pero...

Si amenaza con renunciar a su asignación y me echa inmediatamente, no será fácil. Para ser honesto, no podía entender que mi padre saliera de esta manera.

"Ja, tengo trabajo que hacer hoy, así que pensemos en ello más tarde".

Salí de la habitación con ideas complicadas.

—No salió con un aspecto extraño, ¿verdad?

Fue cuando bajé las escaleras pensando eso. Admiré la vista ante mis ojos.

-Guau.

Como disfrazado, el cabello negro, que por lo general había sido despeinado, lucía más refinado hoy. Y la ropa que te compré y los complementos que combinan bien.