padre no quiero casarme

capitulo 86-87

Max lo miró en silencio, quien tenía una rodilla frente al emperador. Era el conde Pyrex, el capitán de la guardia real, que era conocido por hacer cualquier cosa por orden del emperador.

'La habilidad con la espada que usaron ayer fue obviamente ... similar a la mía'.

Nada más salir ayer su maestro, sacó a los que se acercaban a la residencia Floyen y dejó a uno vivo para confesarse.

< ¿Cuál es el propósito? Bueno, lo que es seguro es que, si no regreso, mi amo intensificará su persecución del duque de Floyen.>

Lejos de confesar, hizo todo lo posible por amenazarlo, pero captó una pista de eso.

No hay mucha gente en el Imperio que pueda perseguir al duque de Floyen. Entre ellos, el más poderoso ... '

Max se sentó en el trono y miró al emperador, que lo estaba mirando.

"¿Cómo es que no llevas armadura hoy?" Max sonrió ante la pregunta del Emperador.

"Oh, mis articulaciones no están muy bien, así que estoy comprobando".

"Bueno, ¿cuánto tiempo dijo que tomaría?"

"Creo que tomará unos tres días".

El emperador abrió sus ojos y miró a su hijo en detalle.

"Es un gran problema andar con la cara descubierta durante tres días".

No era una exageración decir que el único parecido entre el Príncipe y el Emperador es el color de su cabello y sus ojos, y la hermosa apariencia del Príncipe Heredero en realidad fue heredada de la Emperatriz. Sin embargo, fue una evaluación objetiva de aquellos que conocían el rostro del Príncipe Heredero, y los pensamientos del Emperador eran bastante diferentes.

'Definitivamente se parece a mí, así que es poco entusiasta'.

Pensó que habría chasqueado la lengua si el líder a su lado lo hubiera recogido, pero el Emperador lo pensó seriamente.

"Es difícil atraer el ocio de una familia poderosa con ese rostro".

Dado que está programado para reinar en las próximas décadas, el poder de su hijo no debería incrementarse en este momento. Si se demoran en ceder el trono durante mucho tiempo, no podemos garantizar que Maximillian mantenga la calma.

"Tendremos que casarlo por el temperamento de los bondadosos, así que vamos a tener que asegurarnos de que se casen con el resto de la familia impotente y sin espíritu".

El emperador, que había tomado una decisión, dijo con una sonrisa.

"Así que, en el último banquete de la victoria".

"Sí".

¿Tenías una dama noble que llamara la atención?". Cuando estaba a punto de negarlo, Max recordó la imagen de Jubelian en su cabeza. "Es un espectáculo, pero el problema es que tal vez no capté su atención".

Tenía amargura en la boca. Si podía, quería forzar una cita a ciegas como Jubelian malinterpretó. Pero...

'Me odiarás si hago eso'.

Lo que Max quería conseguir era también el corazón de Jubelian. Nunca quiso hacer nada que pudiera ofenderla.

"No lo sé todavía."

El Emperador sonrió como si estuviera satisfecho, mirando a su hijo, quien le dio una agradable respuesta después de mucho tiempo.

"Sí, todavía eres joven, así que no estoy seguro de poder reconocerte". Max torció la boca.