Capitulo 15; Sacrilegios Parte 2

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Esa misma noche, después de la cena, la neblina se disipó, y en su lugar espesas y oscuras nubes tormentosas cubrieron el panorama, escondiendo tras su manto a la brillante luna, apagando el resplandor que dejaba caer sobre las copas de los árboles, el viento se paseaba con más fuerza, trayendo el aroma de la tierra mojada, el frio se convirtió en un frio húmedo y decadente.

Había una llovizna, aun no se soltaba con toda su fuerza, dentro del comedor, los internos comenzaron a salir.

—Ay no...—Louis observó el cielo al salir del lugar, la vista lo puso nervioso, no quería que comenzaran a sonar los truenos—vámonos rápido.

—¿Qué es lo que pasa?—preguntó Zayn.

Harry venía detrás de ellos, él quería detenerse a explicarle a Zayn que Louis tenía miedo de los truenos pero el Simon lo apresuró empujándolo por la espalda, ellos se fueron y Louis se volteó hacia Zayn.

—No me gusta cuando llueve.
—¿Por qué no?, es un clima hermoso—respondió Zayn, no muy seguro de que ese fuera el problema.
—Me da miedo el sonido de los truenos, no puedo explicar por que, solo no lo controlo...—Louis habló con algo de pena.
—Dios, lo hubieras dicho, corramos entonces—Liam tomó a Louis del brazo y salió corriendo hacia su edificio, Zayn detrás de ellos.

Harry miró hacia atrás por el sendero hacia la puerta, en ese instante vio como Liam corría con Louis del brazo, el chico parecía realmente intranquilo, sintió ganas de acallar al cielo para que eso no asustara a Louis.

Harry llegó junto con su amado padre a su lugar, al llegar la lluvia comenzó ahora más fuerte y había relámpagos estallando en luces ultravioleta, después vinieron sonidos fuertes que retumbaban en el suelo y en sus propios oídos.

Se preocupó en seguida, porque él sabía lo que era, justo como la sangre hacía con él.

Su amado padre salió de la pequeña cocina, con dos tazas de té.

—Vamos a dormir temprano hoy—le dijo, entregándole una de las tazas—vaya clima...dicen que estará así toda la semana.
—¿Toda la semana?—dijo preocupado, él tomó la taza y bebió el liquito caliente con sabor a manzanilla.
—Incluso el fin de semana—el hombre seguía bebiendo de su taza, estaban aun de pie en la sala de estar.
—Hay muchos truenos...
—¿Te molestan los truenos?
—A mí no...

El hombre termino su taza y le quitó a Harry la suya de la mano.

—Anda, vamos a ponernos ropa de cama Harry.
—Ahora subo para su rutina amado padre.
—Oh...no hijo, hoy no será necesario.

Harry se preguntaba como estaría Louis en ese momento y como iba a llevarlo si el resto de la semana el clima continuaba así pero después otra duda capto su atención.

—¿Por qué no, amado padre?
—Estoy cansado hijo, quiero ir directo a la cama, y deberías hacer lo mismo.

Dicho esto, el padre subió a su alcoba, Harry hizo lo mismo, se vistió con su pijama rayada y se hincó en el suelo, comenzó a orar y dar las gracias por su día, también quería hablar un momento con Dios de ciertas cosas que estaba...sintiendo.

—Señor—habló en un hilo de voz baja—necesito saber...por que me estoy sintiendo así, por que estoy cuestionando todo lo que he aprendido...no quiero ser malo, no quiero fallarles a los demás, si tan solo me dijeras que es lo que debo hacer...

Él se quedó ahí esperando, con ambas manos juntas, pidiendo por una señal, solo quería saber porque su cabeza seguía insistiendo en que su camino era otro, una señal... su ventana se abrió con un fuerte estruendo, gracias al viento que la empujó con violencia las dos puertas y casi causa que los cristales se quiebren, las cortinas claras ondeándose al son de las fuertes corrientes, con ellas cayeron varias hojas de árboles en el suelo, que entraban revoloteando siendo empujadas, Harry se precipitó veloz a cerrar la ventana, tuvo que usar un poco de presión ya que el clima estaba realmente inclemente.

La Sinfonía de lo Divino; Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora