El viento comenzó a soplar y el santuario se subía a un completo silencio abrumador además de que el ambiente era lúgubre y bastante pesado. Los caballeros estaban rodeando a Athena, estaban preocupados mientras miraban la armadura que estaba brillando, la estaban buscando pero por más que intentaron no daban con el lugar en donde ella se quedaba.
Sabían que estaba viva porque la misma armadura se resistía a aceptar otro portador, solo que donde sea que ella este no podía llamar a su armadura.
- ¿Dónde estará? -Preguntó Aiora sentándose en unos escalones de su casa -Hemos buscado por muchos lados y no hay rastros de ella, después de la caída del templo de Poseidón jamás se encontró su cuerpo o algún rastro de que ella escapo a salvo...
Los últimos días los demás caballeros de bronce se habían dispersado, tanto que solo uno de ellos continuaba alado de la diosa, aunque claro estaba bastante preocupado por todo el grupo en general; todos estaban buscando a una sola persona que habían esperado por bastante tiempo y que nuevamente simplemente se había esfumado como una nube de polvo. Los demás caballeros dorados habían intentado buscarla con la ayuda de sus armaduras, pero estas mismas ni siquiera podían encontrar la armadura dorada de Sagitario, como si aquella mujer junto con la armadura jamás hubieran existido.
Los días pasaron y la incertidumbre simplemente comenzó a hacerse más y más presente, las cosas jamás cambiaron tan de repente como aquella vez y la esperanza no se perdía pero cada uno comenzaba con sus dudas. Seiya viajo por muchos lugares incluso con los lugares que su hermana siempre quiso visitar, no hubo ni señal de algún cabello Rosado y finalmente habían pasado varios meses en qué estuvo fuera, había decidido regresar al santuario para poder tener por lo menos un momento de paz.
Al llegar no lo noto de inmediato pero había algo más sombrío alrededor de todo el santuario, fue hasta la primera casa, para poder hablar unos momentos con Moo y seguir su camino hasta arriba. Cuando iba a subir por las escaleras la barrera de este estaba colocada, sin comprender el tocó el muro y sintió una descarga eléctrica por todo su cuerpo.
- ¿Qué pasa? ¿Porqué la barrera está colocada? ¡Moo! -Grito golpeando un poco más la barrera - ¡Moo!
-Seiya... -Dijeron desde dentro de la casa, Moo finalmente había aparecido, aunque se veía bastante serio -Ya no son bienvenidos en el Santuario...
- ¿Qué quieres decir eso?
-Nuestra diosa ha mencionado que solo los caballeros dorados tienen permitido entrar al Santuario... Los caballeros de bronce están obligados a regresar...
-Eso no puede ser... Moo, déjame hablar con Saori, tenemos que seguir buscando a mi hermana...
-Sakura ya no es prioridad... Esas son las ordenes, regresa... Seiya, ahora... -Ordeno
- ¿Mi hermana ya no es prioridad? Ella es una de los doce caballeros que sobrevivieron al mandato de Saga, ella debe de ser una prioridad...
Sin decir más el salió disparado al suelo por un ataque rápido, se quedó del dolor que estaba sintiendo y vio como Moo solo le lanzaba una mirada de culpa y luego se volteaba para ir de nuevo a su casa.
-Moo...
- ¿De verdad todo esto es necesario? -Se preguntaba Moo para si mismo -Todo ha cambiado desde que ella desapareció, además esta el presagio que nos ha presentado hace unos días... Athena, nuestra diosa, espero que las decisiones que tomes en esta ocasión sea la que nos lleve al camino correcto...
Dentro de la cámara de Athena, donde solo la diosa tenia permitido esta, estaba sentada mirando a su estatua con gran pesadez en sus ojos; no había podido dormir bien y ni siquiera había podido meditar de la manera correcta. Desde hace varios días aquella sombra que había recorrido el santuario había mantenido a su cabeza ocupada, ya que eso era la señal de que un nuevo mal se estaba avecinando, uno mas fuerte de lo que habían enfrentado hasta ahora. No quería meter a los caballeros de bronce en aquella pelea, ya tenían bastante con la desaparición con uno de sus caballeros, que tristemente aun no tenían ni una pequeña señal de ella.
-Oh, queridos dioses... Escuchen mis plegarias, por favor, que mi amiga este a salvo y que la guerra santa no sea completada... -Susurro juntando sus manos mientras una pequeña lagrima caía por su mejilla, su cosmos estaba comenzando a encenderse con gran intensidad -Que todos mis caballeros siempre estén a salvo...
( . . . )
Un tarareo comenzó a sonar mientras caminaba por los pasillos oscuros de aquella castillo, abrió la puerta que tenia enfrente y finalmente entro a la habitación donde tomo asiento en el único banco que estaba en la sala, enfrente justamente de un arpa; extendió sus manos y comenzó a tocar al ritmo en el que estaba tarareando, la musical era adorable pero también tenia un tono sombrío, era hermoso y aterrador.
-Vamos, vamos... -Comenzó a cantar -Salgan ya... Mis queridos espectros... El terror causaran... Y el Santuario atacaran... Sus guías antiguos enemigos serán... Mas aliados hoy van... Mis queridos espectros, renazcan ya...
Con cada palabra que cantaba así como el arpa sonaba, las sombras que la rodeaban comenzaban a tomar forma hasta que uno finalmente obtuvo una forma física que se inclino ante ella.
-Mi señora...
-Nuestro querido amo, finalmente esta listo para despertar... -Dijo mientras continuaba tocando, jamás lo miro -Preparen todo y el contenedor también...
- ¿Y el ataque al santuario?
-Los 108 espectros se encargaran de ellos, no tiene porque preocuparte demasiado... Pero, llévalos contigo para que el camino les muestren -Respondió sonriendo un poco, finalmente lo miro -Aunque me da un poco de envidia, quisiera que el amo me mandara a mi en lugar de ellos...
-Mi señora, el amo la estima demasiado como para mandarla a un lugar tan peligroso...
- ¿Peligroso? -Pregunto de vuelta y luego rio, el espectro se estremeció un poco -Querido, que buena broma... Jamás seria peligroso para mi... Despues de todo... Yo siempre estaba a su lado...
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Los caballeros
FanfictionSeiya, caballero de pegaso, junto a su amigo Shiru que es caballero del Dragón. Mejores amigos. Seiya tiene una hermana Sakura, ella siempre alegre. Ellos se van a entrenar durante seis años a diferentes lugares dejado la atrás por parte de ordenes...