Capítulo 24

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-El vínculo que una persona tiene con aquel ser que le dio la vida, es algo simplemente hermoso o al menos eso es lo que podemos decir de los libros, cuando abrí los ojos por primera vez, supe que tenía que aprender a valerme por mi misma, además de tener la responsabilidad de llegar a ser una madre para mi hermano menor, que nacimos de la misma madre, cuando lo vi por primera vez, supe que el era especial y me dije a mi misma que haría lo posible por que el fuera feliz y su infancia fuera la mejor posible.

-Pero jamás fue posible porque nos llevaron a un orfanato a cargo de una de las fundaciones más prestigiosas del país en el que vivimos. No había escapatoria y el precio que mi hermano menor tuvo que afrontar fue algo, para tan solo unos niños de 6 años.

-Desde que tengo memoria, había algo en la naturaleza que siempre me atraía, me sentía a gusto cuando me quedaba acostada en medio del campo y con la brisa recorriendo mi cuerpo, de todos mis hermanos, yo era considerada la rara. Pero sabía que era especial desde que nací, era una protectora, era una hermana y era una amiga, pero el concepto cambió cuando aquel hombre vino cuando mis hermanos se fueron y me adopto; me tomó de la mano y me sonrió; aquella necesidad de estar rodeada de la naturaleza comenzó a molestarme ya que en el santuario no había prácticamente vida.

Hizo lo que debía de hacer, hablo como debía y actuó como debía; todo por el bien de los demás y ahí se encontraba ella encadenadas de manos y piernas con la sangre recorriendo su cabeza hasta caer al suelo.

- ¿Cuánto tiempo más vas a aguantar? Llevas dos semanas resistiéndote -Dijeron entrando a la habitación

Ella solo alzo sus ojos morados para encontrarse con 4 personas en la sala donde la tenían cautiva.

-Váyanse si lo único que quieren venir a hablar estupideces...

-Ya deja de resistirte, ellos no van a venir por ti... No eres tan importante, no como los demás caballeros dorados

-Ellos vendrán... Yo... Lo se...

Sintió pesadez de nuevo y sus ojos comenzaron a cerrarse mientras ellos trataban de mantenerla despierta, la pérdida de sangre y el agotamiento físico la estaban matando por dentro, mucho más que una simple espera, era el dolor de la agonía del saber que dentro de las palabras ya mencionadas, había verdad dentro de ellas, pensarían que ella huyo de nuevo o que simplemente se esfumó.

Cuando abrió los ojos ya no tenía las cadenas en sus manos ni en sus piernas, mito a su alrededor y vio un cuerpo, grito y se alejo lo más lejos que pudo hasta topar con la pared.

- ¿Un cuerpo?

Cuando observo mejor, las nauseas se hicieron presentes, aquel cabello café y un cuerpo un poco más alto que el de ella, Seiya, era su hermano Seiya, rápidamente lo tomó y lo sacudió llamándolo desesperadamente.

- ¡Seiya! ¡No, por favor, no tu! ¡No mi hermano!

Comenzó a llorar abrazado su cuerpo, aun estaba tibio y comenzó a mecerse mientras el llanto se hacía presente, uno doloroso y lamentarlo.

- ¡Por favor, mi hermano no! ¡No hice otra cosa más que seguir mi destino, por favor, no me quites a mi hermano! -Gritaba fuertemente - ¡Por favor no se lleven a mi hermano, es todo lo que tengo en este mundo! ¡Por favor, no me lo quitan, Hades!

Una nube oscura se profeso justamente enfrente de ella, abrazo más a su hermano inerte, una figura salió de ella y algo dentro de ella sabia que esa persona que tenía enfrente no era mas que otro que el Dios del inframundo, Hades.

-Llena de lagrimas, siempre que nos encontramos, estas arrodillada llorando... -Dijo

- ¿Qué?

- ¿Tanto odias renacer? -Pregunto el ladeando la cabeza

- ¿De qué me esta hablando?

Alzo su mano y el cuerpo de su hermano desapareció alarmándola mucho más.

- ¡No! -Grito - ¡Mi hermano, dámelo!

-No era mas que una ilusión que querían hacerte para que te quebraras...

- ¿Una ilusión?

- ¿Sabes donde estas? -Pregunto ignorando su pregunta

-No...

-Estas en mis dominios, como hace mucho tiempo atrás... Miles de años... No has cambiado, tus ojos morados son prueba de ello

- ¿Ya nos conocíamos?

-No tienes recuerdos del pasado... Pero al verme debiste de saber que ya no habíamos visto antes...

- ¿Qué es lo que está diciendo? ¿Porqué me trajo aquí? ¿Sabe lo preocupados que deben de estar mis hermanos y los demás tras mi desaparición? ¿Cómo se le ocurre encadenarme?

-Eres igual de parlanchina... No cambias a pesar de los milenios

- ¡Oiga! -Dijo enojada - ¡¿Me esta diciendo que hablo muhco?! No importa si usted es un dios, debe de tener respeto hacia los demás que lo rodean

-Con tan solo enojarte, tu tristeza se te olvida -Señalo el

- ¿Porqué me trajiste aquí? ¿Porqué me miras de esa forma? -Pregunto, su mirada ahora era triste

-Se que no te gusta estar aquí, pero después de milenios luchando con Athena jamás te separaste de ella, en ninguna de tus vidas

- ¿Que quieres decir? ¿Hablas de mis vidas pasadas?

-Si...

- ¿Ya... Nos conocíamos? -Pregunto asombrada, se notaba claramente en su rostro

-En tu primera vida, siempre me sonreías mientras me ofrecías una corona de flores e impulsaste a la creación de los campos elisios... Para humanos extraordinarios, con triunfos extraordinarios

-Los campos... Elisios... ¿Puedo hablar con naturalidad, su majestad?

-Adelante

-Desde el momento en que lo vi, sentí que algo nos estaba conectando desde siempre... Y no se porque, pero me genera miedo y tristeza dentro de mi...

-Es así...

-Si, por supuesto eso no me lo dice todo, pero... Puedo encontrar tranquilidad en tus palabras y parte de mi quiere saber más, sobre lo que me cuentas, sobre lo que siento, sobre lo que quiero ser...

-Entonces, sírveme... Ya has sido torturada durante mucho tiempo, has llorado... Puedes quedarte en los jardines del Edén y estar ahí eternamente...

-Si me quedo, no vería a mis hermanos y a mis amigos, no podré ver a nadie jamás... -Dijo mirándolo -Jamás podría perdonarme el solo abandonarlos... Y volver a desaparecer

-Cosas sin sentido en tu pensamiento... Tu mereces ese espacio en los jardines de la eternidad

Alzo su mano mostrando una esfera oscura que sabia que era de lo mas recóndito de su alma, Sakura tuvo miedo e instintivamente comenzó a retroceder pero Hades fue mas rápido al tomarla del brazo mientras ella se retorcía y lloraba rogando que la soltara;  por la fuerza el le abrió la boca mientras metía la esfera dentro de ella, líneas negras surgieron de pronto en todo su cuerpo y con un gran grito que llenaba la habitación se desplomo mientras varios espasmos movían su cuerpo, Hades lo único que hacia era observar como aquella mujer gritaba en agonía. 

Los caballerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora