Capítulo 💌 1 💌

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San Valentín...

Una fecha especial para pasarla con los amigos o la pareja. Lleno de rosas rojas, chocolates y peluches...besos, abrazos y promesas...

Suspiró cansada alejando esos pensamientos de su mente. Este día no iba a ser como aquellos de su adolescencia. Sentada en su cama miró hacia la puerta y como si su deseo inconsciente se hiciera realidad ésta se abrió ligeramente.

―Hinata, ¿estás lista?― escuchó desde el otro lado.

―Si.

―Entonces vámonos.

―Pero antes... ¿puedes ayudarme?

―¿Puedo pasar entonces?

―Claro, además ya has abierto la puerta...

Tras decir eso escuchó una risa y enseguida lo vió asomarse y mirarla de una forma que no supo descifrar. El hombre rubio caminó hacia ella.

―¿Qué necesitas?

―Los zapatos, no puedo ponérmelos.

Ella señaló sus zapatos encima del buró de su cama, eran un par zapatillas de color crema. Él los tomó y con la mayor delicadeza se los puso en sus pequeños pies cual cenicienta.

―Gracias, aunque extraño mis tacones.

―Hinata, por ahora no puedes usarlos.

―No hay remedio, aunque odio verme tan bajita frente a ti.

―Eso te hace ver aún más linda.

―¡Ya! No digas eso, sabes que estoy muy sensible.

―Perdón, perdón― terminó de decir el chico.

―Discúlpame a mí, Naruto k...

―¿Qué? Hinata ibas a decirlo...

―No, yo no― se sintió tan avergonzada.

―Sí, estabas a punto de llamarme "Naruto kun"

―Olvídalo por favor ¿sí?

Ella lo miró suplicando que se olvidara de ello. No quería tener que escuchar sus burlas de nuevo. Ni quería llorar otra vez.

―Soy un idiota, Hinata.

La abrazó tratando de consolarla. Era increíble que con una sola palabra pudiera provocar un gran caos en su relación. Acarició su cabello tratando de tranquilizarla.

―Si no quieres ir, yo tampoco iré. No te dejaría aquí sola.

―Pero son tus padres.

―Ellos lo entenderían.

―No, debemos ir. No podemos hacer una grosería como esa.

―Como digas, ¿pero estás bien?

―Si, además ya deberías estar acostumbrado a mis cambios de humor.

―Eso es algo imposible. Yo estaba acostumbrado a la tierna y dulce Hinata. Todo esto es nuevo para mi.

―Lo lamento ―avergonzada de sí misma bajó el rostro.

―Ya no digas eso. Tú no tienes nada por lo que pedirme perdón, estamos juntos en esto ¿cierto?― tomó su mentón mirándola dulcemente.

Con un movimiento de cabeza asintió mientras él le secaba las lágrimas.

Solo amigos  | NaruHina | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora