Capítulo 💞3💞

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Estaba exhausta, los pies le dolían y ya era la tercer vuelta que daban en el parque.

―Ya no puedo caminar y esto no funciona.

Naruto la cargó en brazos y regresaron a su casa.

―Ya no lo soporto. Necesito que este niño salga.

Hinata estaba cansada.

―Caminar no funcionó como nos dijo la doctora.

―Ya hemos probado varios métodos. Estoy desesperada.

―Sabes, hay algo que te podría ayudar a entrar en trabajo de parto y no hemos intentado...

Un leve sonrojo adornó el rostro del rubio mientras decía eso.

Hinata lo miraba sin comprender.

"Vamos Naruto debes ser valiente" pensaba el rubio.

Sin hablarle se acercó a ella y comenzó a besarla.

Hinata no opuso resistencia. Era la segunda ves que se besaban. Disfrutaba el momento pero no entendía. Con mucho cuidado Naruto la recostó en el sofá y subió encima de ella procurando no aplastarla.

Naruto trataba de ser cuidadoso y no dejarse llevar procurando el estado de Hinata. Pero es que se estaba conteniendo. Hacia cuanto tiempo que se moría por volver a estar así con ella.

―¿De qué se trata Naruto? Ni se te ocurra embarazarme otra vez.

―En tu estado sería imposible― le decía con una sonrisa.

―Leí que si hacemos, bueno...― Naruto estaba sonrojado.―Hacer el amor ayuda a adelantar el parto.

Después de casi 9 meses de abstinencia Naruto estaba que ardía por dentro.

―Con cuidado ¿de acuerdo?

Cuando Naruto estaba a punto de quitarse los pantalones cuando Hinata gritó.

―¡Se rompió!

―¿Qué se rompió?

―¡La fuente, se rompió la fuente!

Hinata se acomodó el vestido mientras empezaba a respirar muy nerviosa.

Naruto hacía malabares para ponerse los pantalones y la camisa. Luego alzó a Hinata en brazos para llevarla al auto. El rubio conducía con una sola mano pues con la otra sostenía la mano de Hinata.

Ella apretaba la mano de Naruto tan fuerte que él sentía que iba a quedarse sin dedos. Pero sabía que no se comparaba al dolor que ella estaba sintiendo.

Cuando llegaron al hospital rápidamente fue ingresada al quirófano.

Naruto tenía el cabello revuelto. La camisa mal puesta y lo peor.

Se había quedado con ganas.

"Justo en la mejor parte se te ocurre nacer Boruto"

Su hijo ya iba a nacer.

Iba a nacer...

¡SU HIJO IBA A NACER!

¡Iba a convertirse en padre!

Su corazón latía con fuerza. Estaba a punto de hiperventilar cuando una enfermera se le acercó.

―¿Uzumaki Naruto?

―Si, soy yo.

―Su esposa ya está en el quirófano ¿va a acompañarla en el nacimiento de su hijo?

Hinata no era su esposa. La enfermera debió suponerlo.

―Claro que si.

―Primero debe pasará a desinfectarse. Y bueno...

La enfermera sonrió antes de guiarlo al baño.

Naruto no entendió por un momento
hasta que mientras lavaba sus manos se se miró en el espejo. Tenía toda la cara llena del labial de Hinata. Su cara enrojeció de vergüenza.

.
.
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Vestido ya con la bata, guantes y cubrebocas ingresó al quirófano y se dirigió a Hinata para tomar sus manos.

―Tengo miedo Naruto. Si muero júrame que vas a cuidar de nuestro hijo. ¡Júralo!

―No puedo jurarte eso Hinata.

―¿Cómo te atreves a decirme eso? Voy a tener al bebé― decía entre lágrimas.

―No te puedo prometer eso, porque no vas a morir. Tienes que vivir y vas a casarte conmigo.

―¿Qué? No me hagas ese tipo de bromas.

―No es una broma Hinata.

Se quedó sin habla cuando Naruto le dijo eso y la miró con tanta ternura que ella tuvo aún más miedo. Eso no podía ser cierto. ¿O si?

Ya no pudo contestarle porque el bebé ya estaba naciendo. Hinata le apretó la mano de nuevo tan fuerte que Naruto ya no sentía el brazo. Era lo mínimo que podía hacer para darle fuerza.

Naruto rezaba porque todo saliera bien y hacerle la propuesta de forma más adecuada.

Los gritos de Hinata lo hacían sentir tan asustado. Quería que su hijo y Hinata estuvieran bien.

Pudo respirar aliviado cuando escuchó el llanto infantil.

Después de unos minutos les entregaron el bebé, pequeñito y rubio igual al padre.

Hinata lloró cuando lo tuvo en su pecho. Después de esperarlo por tantos meses al fin podía conocerlo.

Naruto observaba a ese pequeño ser sin poder evitar las lágrimas. Miró a Hinata y las palabras salieron desde lo más profundo de su corazón.

―Siempre estaré contigo. Cuidaré de ti y de nuestro hijo.

―¿Lo prometes Naruto?

―Te lo prometo.

―Seremos una familia.

―Seremos una familia

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