A l'antenne || Dahmo

Dos: "Boton Follow"

Kim Dahyun, estás muerta.

Agradece tus poco años de vida y entierrate en lo más profundo de tu cama, ocultate del vicio constante de estar en el aparato electrónico que te permite comunicarte con las personas del exterior y únete a un convento para seguir la palabra del Señor.

Okay, fue exagerado. Pero vamos, no existía algo peor que darle seguir a un perfil que stalkeas.

Maldita seas IG.

Pero la dulce tentación de ver el perfil de Momo me había ganado, y maldita sea, parecía tener una vida tan interesante.

La mayor parte de sus post son de ella con sus amigas, de alguna manera me siento celosa… quisiera tener ese tipo de vida, salir con mis amigos y divertirme, no es que los jóvenes de grupo de la iglesia no sean divertidos simplemente no son… personas que sean tan… así.

Pero no he vivido de mi consecuencia de aquello hasta que pise la institución, las primeras horas fueron libres, nada de nada, pero el timbre sonó anunciando la media hora de libertad que nos daba el receso.

— ¡Dahyun, hola! — Mierda, esa voz la conocía.

Camina, camina, no escuchaste nada, es tu conciencia.

— Hey, espera, ¿qué sucede? Pensé que después de lo del baño éramos amigas — Bien, no puedes escapar más.

— El que te ayudará a fumar en mi baño no quiere decir mucho

— Para mi es una muestra de lealtad además empezaste a seguirme en Instagram, no sabía qué tenías uno Dubu 

— Ah… pensé que iba a ser buena idea seguirnos…

Eres una mentirosa Dahyun.

— ¡Entonces si somos amigas! Te presentaré a mi grupo de amigos cuando salgamos de aquí 

— No es necesario 

— Empezaremos a salir más y te daré mis mejores energías para que sobrevivas la semana — ¿Cómo puede ser tan alegre al hablar? ¿No se cansa?

— Tengo cosas que hacer, no puedo estar saliendo todo el tiempo

Mentiras, cada tarde luego de los deberes me tiraba al sofá a ver grey's anatomy por tercera vez.

— Todo se puede en esta vida y a tus padres les caen bien los míos así que nos darán más permisos — La mire de nuevo, y ahí estaba, con una gran sonrisa.

— Yo… no lo sé 

— Desde ahora, seré un chicle pegado a ti 

En esos momentos no pensé las consecuencias que llevaba esa frase, pero sonaba ridículo, ni siquiera lo medite dos veces. 

Fue hasta una semana después que supe que sus palabras eran verdaderas, que en realidad no se despegaria de mí hasta que ella se aburriera.

— ¿No tienes otra cosa que hacer? — Deje mis cosas de lado para mirar de nuevo a Momo.

— Es interesante estar contigo, un poco aburrido pero eres linda y eso es suficiente 

— Sí quieres verme feliz, halaga mi cerebro 

— Dubu — Ahí vamos de nuevo, un apodo ridículo— ¿Tienes novio?

— No 

— ¿Te gusta alguien?

— No 

Eso sí era verdad, me interesé en un chico de la iglesia pero no resultó en nada. Tener pareja no es una de mis prioridades.

Claro, hay veces que si pienso en eso y en lo lindo que sería tener una pareja que me tratará como lo hacen con las chicas en los dramas.

Pero no soy la protagonista, soy la extra que aparece para ser el personaje fastidioso que odias ver.

Pero pude notar algo en los siguientes días después de que Momo se propuso ser un chicle pegado a mi.

No me sentía tan sola después de todo.