A l'antenne || Dahmo

Siete: Señora Yoo

Siendo que necesito tres tazas de café.

El sueño me invade y no puedo evitarlo, son casi las dos de la mañana y la laptop sigue encendida mostrando mis trabajos.. Fue inevitable atrasarme por estar haciendo otras cosas y ahora pago las consecuencias.

Mis padres han vuelto así que las idas a la iglesia se han hecho más frecuentes, mañana...bueno hoy, es jueves santo por lo que hay una hora de oración. Momo dice que es ridículo, que no tiene sentido que sea un jueves cuando uno estaba más cansado y solo quería dormir, he tratado de explicarle pero sigue diciendo que es mejor si fuera un sábado a las 4 de la tarde.

He necesitado desvelarme para hacer todos los trabajos pendientes para viernes porque se que mañana estaría más cansada de lo normal, pero a este paso me vendré durmiendo en la iglesia.

Aquí vamos a otro punto. Quiero hablar sobre la señora Oh.

Es mi vecina desde hace unos cuatro o cinco años, es una anciana por allá de sus setenta o sesenta no estoy tan segura, vive en estados unidos pero siempre viene medio año a Corea, presumiendo todo lo que hace allá. Es una abogada que según ella, en sus tiempos era muy buena pero hoy en día no es que trabaje mucho, no es que quiera criticarla o herir sus sentimientos, aunque no conozca de estos, pero es una chismosa de primera.

Siempre diciendo a mis padres que yo salía con alguien aunque no fuera verdad, obligándome a escuchar charlas que no quería escuchar y diciendome que si no estudió no seré nadie en la vida aunque he escuchado eso durante años; pocas veces he faltado a la iglesia pero cuando lo hago es la primera en opinar diciendo

"no deberían dejarla dormir mucho"

Aún no entiende que no es parte de mi familia y que algunas veces el cansancio en el cuerpo me consume pero no es como si ella supiera lo que es ser una casi senior en estos tiempos, si posiblemente fue difícil en sus tiempos pero me mato estudiando cada día y si me quejo cada que hablo de estudio y tengo una actitud pésima cada que me habla, es porque no me agrada.

Pero no lo digo y sonrió aunque la quiera golpear.

Creo que en algún punto se cree mi abuela, pero nadie la podría reemplazar porque mi abuela no estaría chismoseando ni obligándome a algo en su lugar me daría comida hasta que explote o me dejaría dormir en su sofá favorito. Pero no es momento de hablar de mi fallecida abuela.

Así que cuando inició la mañana aunque tomé café mi cara de muerta no se ocultó, trate de arreglarme el cabello pero parecía que no tenía ánimos de ser peinado. ¿Me dormí en clases? sí.

Momo me pasó su sueño y con el que ya cargaba no pasó mucho para que me quedará dormida en mi lugar.

Aún así no pude evitar la ida a la iglesia con mi vecina chismosa después de una amenaza de mi madre y en algunos momentos quería dormirme y decir que fue obra del espíritu santo pero cada vez que estaba sucediendo esa señora se empeñaba en despertarme.

¡Qué he hecho para merecer este castigo!

Puedo ver a Momo en la otra banca, se veía tan concentrada que si no la conociera diría que es una chica entregada a Dios y a la iglesia pero, puedo ver el audífono desde mi asiento; creo que ha notado mi mirada y me a vuelto a ver con una linda sonrisa.

— Iré a tomar un poco de aire — avisé antes de salir de la iglesia, había un pequeño patio en donde se hacían la mayoría de reuniones de jóvenes.

Pude sentir el viento frío dar a mi cara y llenar mis pulmones de aire libre de incienso, se siente bien, se siente bien estar sentada en el cemento aunque se que dentro de poco no resistiré el frío y tendré que volver.

— ¿Qué haces afuera Dahyun? — pude ver como ella se sentó a mi lado sin saber que en un futuro se convertiría en mi figura materna, pero por el momento era sencillamente la señora Yoo.

Ni siquiera se porque todos la llamamos así porque es una mujer joven entre los treinta y cinco años o cuarenta y cinco años, cabello rubio y siempre arreglada, se podría decir que tenía una belleza natural físicamente pero todos en la comunidad pensaban que de joven fue endemoniada.

Todos sabemos la historia de la señora Yoo.

— Necesitaba un poco de aire... me sentía sofocada.

Porque ella era la persona con la que nos asustaban de pequeños.

— No has dormido nada ¿verdad? Tu rostro se ve agotado

Tuvo a su primer esposo a los veinticuatro, sus padres le arreglaron un matrimonio con el hijo de una conocida, dos años después de casarse no pudo concebir y su esposo murió repentinamente, al volverse a casar sufrió abortos espontaneos y fue ahí cuando empezaron los rumores.

Aunque nadie se esperaba que tiempo después encontraría una pareja estable, con una mujer. Su esposo la tachó de infiel, abusadora y demonio, y todos le creyeron a pesar de que la señora Yoo decía tener una explicación. Aún no se si ella es feliz.

— Sales con Hirai ¿verdad? — sentí un escalofrío recorrer mi espalda al escuchar aquello y tal vez mi mirada me delato porque la escuché reír— Si necesitas un lugar secreto para encontrarte con ella puedo ayudarte pero... ten cuidado, las personas aquí nunca saben cómo aceptar las cosas diferentes

— Señora Yoo... ¿por qué me dice esto ahora?

— Porque se que se siente esconderse de todos, no quiero que sufras lo mismo que yo Dahyun

Tal vez, solo por esa noche, estaba bien quedarse afuera