Nueve: "Pecadora"

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— ¿Estás saliendo con alguien Dahyun?

Las palabras de mi padre resonaron por el comedor y el silencio le siguió, tome un poco de agua antes de responder.

— No — Pude notar la nota de insatisfacción ante mi respuesta pero no es que pueda decir que la hija menor de los Hirai es mi pareja— Después de cenar voy a ir a hacer la tarea del bíblico

— Dahyun ah… ¿Qué tal si dejas de ir al bíblico?  — Me quedé helada. Al dirigir la mirada a mi madre me di cuenta que estaba igual, mi padre era el más religioso en la familia— Estás en tu último año y creo que deberías concentrarte más en tus exámenes finales

— Cariño… — Jisoo miró a su esposo con un poco de preocupación— Dahyun siempre ha podido mantener sus clases de bíblico con sus clases normales además no creo que le cause muchas distracciones, las distracciones las proporciona la niña Hirai

— Momo no me distrae mamá — jugué un poco con mi comida, los últimos meses mamá ha tenido eso de hablar mal de Momo.

— Esa niña no me agrada y ya te lo dije

— Momo no tiene nada de malo

— Antes no te agradaba pero hoy parece que eres un chicle con ella, no te quiero tan cerca de ella y es mi última palabra Dahyun

No protesté después de eso y seguí con mi cena en silencio pero al día siguiente Momo tuvo que soportar mis quejas en el colegio.

— Es que aún no lo puedo creer — suspiré para calmar un poco mi frustración— Pero lo que me alegra es que pronto nos graduaremos y nos iremos juntas a Boston ¿verdad?

— Dubu aún no te emociones con eso, mi carta de aceptación aún no llega y no creo que tus papás sepan que elegiste artes

— Aún no — hice una pequeña mueca, mis padres aún pensaban que iba a estudiar medicina— ¿Irás a mi casa hoy Momo?

— Claro, quiero que veamos una película juntas

La tarde llegó de manera rápida, más de la que hubiera querido; rara vez iba Momo a mi casa pero casi siempre es para que le de tutorial de matemáticas o física, algunas veces me pregunto cómo es que está a punto de graduarse.

Pero cuando no son tutorías nos quedamos viendo películas en la laptop mientras comemos algo, Momo se encarga de la comida, ella es la mejor cuando se trata de hacer comida a pesar de que es perezosa pero es excelente cuando se trata de intentar una nueva receta.

Pero ahí estábamos, abrazadas con una manta mientras mirábamos una película de romance elegida por Momo, yo estaba disfrutando de la cálida situación y de vez en cuando Momo se giraba para robarme un beso y luego tomar una fresa.

Mire a Momo un par de minutos, su mirada concentrada la hace ver más atractiva, su cabello estaba más negro de lo que era porque se puso un tinte "azul negro", creo que la engañaron con ese tinte porque azul no se ve.

Y por primera vez me di la suficiente valentía para tomar la iniciativa, le robe un beso y la sonrisa de Momo no pudo ser más grande.

— Te quiero y mucho — dije cuando termine aquel pequeño beso— Gracias por aparecer en mi vida momoring

— Soy lo mejor que pudiste haber conocido — su risa llenó mi habitación y sentí mi pecho cálido, me sentía bien con ella.

— Lo sé…

Momo se fue después de la película y tuve que ordenar mi habitación, me dejé caer en la cama pero mi descanso no pasó por más de un par de minutos antes de que mi mamá abriera la puerta y con aquella mirada fría y brazos cruzados me sacará de la habitación.

— ¿Qué sucede mami? — una bofetada fue lo que obtuvo de respuesta, me sentía desorientada y podía sentir el ardor en mi mejilla— ¿Qué…?

— Eres una hija del demonio, sabía que algo estaba mal con la niña Hirai y ahora te ha llevado al infierno con ella — cada una de sus palabras fue acompañado con un golpe mientras trataba de dirigir todo lo que estaba sucediendo.

— ¡Mamá!¡Para, por favor! — trate de cubrirme la cabeza pero los golpes con sus manos seguían siendo fuertes.

— Te sacaré el demonio que tienes dentro, te salvaré del infierno en el que entraste

No se cuanto tiempo pasó después de eso pero las caras de decepción de mis padres quedarían grabadas en mi mente por el resto de mi vida, estando en el centro de la sala, estando de rodillas y con los brazos alzados, como si hubiera cometido el peor de los pecados.

Aunque lo hice.

— No puedo creer que nos hicieras esto Dahyun, después de toda la confianza que te hemos dado — mi padre estaba cruzado de brazos con una mirada furiosa— ¿Cómo es que te has apartado del camino de Dios?

— ¿Sabes qué dirán de nosotros en la iglesia si se enteran? ¿Acaso no piensas Dahyun? Yo sabía que debía tener una mano más dura contigo y la iglesia — Mi madre estaba al punto de las lágrimas y me mordí el labio para no responder— Te has convertido en una pecadora Dahyun  y no aceptaré a una pecadora en mi familia así que terminarás esa abominación que tienes con Hirai

— Mamá no puedes hacer eso… no puedes hacerme esto — sentí que cada palabra lastimada más mi garganta y las lágrimas estaban a punto de estropear mi voz.

— Claro que sí, mañana mismo terminas esa abominación que tienes y si no lo haces me encargaré de hacerte entender que tienes que seguir el camino de Dios.

Y el sentimiento de que algo iba mal que tenía esta mañana tomaba sentido en este momento. Ocultando mis moretones y dolores me dedique a disfrutar mis últimos momentos junto a Momo hasta que al final del día, cuando Momo estaba por acompañarme a casa pude ver a mi madre esperándome en el auto.

— Necesitamos hablar Momoring… — mi voz salió casi en un susurro.

— ¿Qué sucede Dubu?

— Terminemos esto

— ¿Qué? ¿De qué hablas Dubu? — Sus ojitos me mostraban su confusión y mi corazón se destrozaba a cada segundo.

— Esto…es un abominación — mi voz se quebró en ese instante— Te amo… pero esto no puede seguir

Y con el corazón destrozado y aguantándome las lágrimas, me di la vuelta, dándole la espalda a mi primer amor.

— Esto es por tu bien cariño… lo entenderás cuando seas mayor

Esa misma tarde me llevó a la iglesia, para poder empezar a purificarse, pero me sentí asqueada de estar ahí, me sentía abrumada y solo quería llorar.

Salí un momento al baño para poder tomar un respiro pero en el camino me encontré a la señora Yoo, una sola mirada bastó para que me rodeara con sus brazos y me abrazara como si aquello me fuera a reconstruir el corazón.

— Todo va a estar mejor pequeña… me aseguraré de eso ¿si? — la señora Yoo fue mi mejor soporte cuando sentí que me destrozaba.

A l'antenne || DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora