Veintiuno: The other woman

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Momo

Ver la obra fue algo de las cosas que pondré en mi lista de "cosas que no quería hacer pero que me creeran buenas memorias", hubo algunos momentos en los cuales quise llorar, era... como revivir todos mis recuerdos de secundaria.

Cuando la obra finalizó espere a ver a Dahyun pero no estaba por ninguna parte, así que esperando encontrarla en algún momento acompañe a Jihyo a tomarse fotos con algunas de las personas que participaron en la obra.

— Eres Momo, ¿verdad? — fruncí el ceño al ver a la rubia que usaba un vestido corto de color rosado palido, no la conocía.

— ¿Tú eres...?

— Lo siento — una sonrisa suave se formó en su rostro— Dahyun me ha hablado algunas veces de tí, soy Sana.

La de la hamburguesa. ¿Qué tanto le habló de mí?

Puedo sentir la mirada de Jihyo pero no es como si ella dijera algo, nunca dice nada cuando algo le molesta.

— Un gusto en conocerte Sana

Jihyo se tomó una foto con ella, mire a los lados y al ver la cabellera morada trate de acercarme a ella, toque su hombro para llamar su atención, se veía agitada y preocupada, podía jurar que estaba más pálida de lo normal.

— Dubu... ¿te sientes bien? Te ves... alterada — sus ojos veían hacía otro lado, sentí como JIhyo tomaba mi brazo libre — La obra salió bien

— Gracias — ¿por qué estaba tan pálida?— ¿Tú mamá escribe?

¿A qué viene esa pregunta? Por lo poco que recuerdo mi papá siempre se quejaba de que mamá se acostaba noche por estar en la laptop pero de eso habían pasado ya años.

— No que yo recuerde, ¿sucede algo Dubu?

— Yo creo que tu mamá... — nunca completo la oración, se había quedado callada y por primera vez su mirada estaba fija en algo, en Jihyo, trate de mirar con discreción a que miraba; pude notar como su mano se dirigió en su pecho y... me di cuenta de algo que no quería ver.

El collar, nuestro collar, aún lo llevaba puesto y mi parte...

Mierda.

— Tengo que irme — Tomé la mano de Dahyun antes de que se fuera.

— ¿Quieres que te traiga algo?

— ¿Por qué tiene el collar?

Sus ojos estaban cristalinos, y esa mirada... me hizo arrepentirme hasta de nacer.

— Dubu...

Pero una vez más, ella corrió lejos de mí.

Llegué a casa casi arrastrando los pies, el rostro de Dahyun no ha salido de mi mente desde ese rato y todo el camino a casa fue en silencio

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Llegué a casa casi arrastrando los pies, el rostro de Dahyun no ha salido de mi mente desde ese rato y todo el camino a casa fue en silencio.

— ¿Sigues enamorada de ella?

Mire a Jihyo, quiero decir que no, que solo fue un amor en la adolescencia que estoy dispuesta a olvidar cada momento que guardo con ella y olvidar también todas las noches que espere re encontrarme con ella. Que en este momento quería establecer un futuro con Jihyo.

— Ella es la dueña de la otra mitad ¿no?

No quiero responder.

— Momo te estoy hablando

— Lo siento, estoy cansada y quiero dormir... — empecé a caminar al dormitorio pero Jihyo me jalo del brazo, obligándome a verla— ¿Qué quieres que respondas Ji?

— Aún te gusta... — su rostro podía parecer serio pero creo que puedo ver sus ojos llenándose de lágrimas— Tus ojos brillan cada que la mirabas, ¿por qué no me amas a mí? Puedo cambiar... solo amame a mi ¿sí?

— Ji... yo... en verdad lo siento, lo siento en verdad te ame, fuiste la pequeña estrella que iluminó mis días más oscuros pero Dahyun...

— No digas más ¿sí? Te esperaré, no importa cuanto tiempo sea...

¿Cómo puedo romper el corazón de dos personas el mismo día?

¿Cómo puedo romper el corazón de dos personas el mismo día?

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Dahyun

Los días han pasado con rapidez desde el día de la presentación, no he querido salir de mi cama aunque he estado en casa de mamá Yoo, quien ha tratado de sacarme y darme comida, pero no tengo fuerzas para nada.

Mi cabeza me tortura con todas las imágenes, desde el nombre en la libreta del director hasta el colla, como si fuera una mala película, una de la cual ya estoy cansada.

— Dahyun-ah, necesitas salir de la cama, enfermaras si sigues así — Mamá Yoo se sentó en la orilla de la cama y me quitó la sábana de encima — ¿Qué sucede?

— Crisis existencial, no saldré de la cama hasta que me sienta mejor

— Esa no es la manera de salir de una crisis existencial, ¿quieres hablar conmigo?

— Se trata de Momo, ¿la recuerdas? — mamá Yoo asintió— La he encontrado de nuevo y... me siento mal porque me gusta, ella tiene novia ¿qué oportunidad tengo yo?

— Deberías hablar con ella

— No tengo ánimos, ¿qué tal si arruino la amistad? — Mamá me acarició la mano con cuidado, esta charla ya la habíamos tenido antes, muchas veces— ¿Qué le dijiste a Momo cuando terminé con ella?

— Creo que no lo recuerdo, ha pasado mucho tiempo...

Ella no me dirá nada, estoy segura de ello, pero existe algo más que me preocupa, la señora Hirai. Me levanté de la cama y me arreglé antes de salir de casa, tenía que arreglar ese asunto para luego seguir con mi crisis existencial. Estoy segura de que he dejado confundida a mamá por mi comportamiento bipolar.

Estando frente a la puerta no puedo evitar sentirme angustiada, pero tragándome todos mis sentimientos toque el timbre, frente a mi apareció una mujer de baja estatura, con su cabello negro amarrado y usando un delantal de color rosado.

— Niña Kim, un gusto verte por aquí ¿se te ofrece algo?

— Usted escribió la obra de teatro ¿no? — puedo ver que su rostro se llena de sorpresa pero aún así sonrió.

— No se de que hablas...

— Vi el libreto original del señor Lee, estaba su nombre escrito ahí... ¿por qué la escribió?

— Me has descubierto... ¿qué quieres que haga?

— ¿Por qué la escribió? — volví a preguntar.

— ¿Quieres un poco de té? 

A l'antenne || DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora