Ariadnna
-¿Hija? ¿Están bien?
-Si, si, es solo que no habían llegado y me preocupé-muerdo mi labio por mentir aunque estoy aliviada de que me haya contestado
-¡Espérate Alaric!- abro mis ojos a más no poder cuando siento los besos húmedos de mis padres y cuando volteo veo a los chicos tratando de aguantar la risa-Mmm, estamos un poco ocupados
-Mami solo quería decirte que los quiero-digo todo como un correcaminos, ese es el reto, ya lo cumplí, ya voy a colgar- Tómense su tiempo
-Hija-la voz de papá suena ofuscada-Si no es para emergencia no llames, te quiero-y cuelga a lo que abro mi boca a más no poder mirando el teléfono conmocionada, él nunca me ha colgado y todos estallan en carcajadas
-¡Los interrumpí! ¡O dios!-susurro cubriendo mi rostro completamente sonrojada y le doy con la botella a Alex sin hacerle verdadero daño-Malvado ¡tú tienes la culpa!-todos se ríen-Oh dios- no me lo puedo creer, ¡los interrumpí!-Ustedes son muy mala influencia-todos se ríen y esta ocasión me uno pero aún nerviosa-Que vergüenza-toco mi rostro que se encuentra más caliente que una olla exprés
-Vamos, no me digas que nunca has visto a tus padres en una situación comprometedora-dice Diana riendo
-Pues no ¿tu si?-ella rueda sus ojos como si eso fuera algo normal
-Uff, una vez entré al baño de la casa de unos tíos en la comida de fin de ano y mis padres entraron y se empezaron a manosear, lo que tu escuchaste por teléfono lo escuché en vivo y a tres mil bocinas más alto
-¿Y qué hiciste?-le pregunto sorprendida, no sé que haría en su lugar
-Me coloqué unos cascos de música que en aquel entonces, es decir a los trece anos llevaba siempre conmigo y me escondí en el closet del baño, ya saben, no les quería cortar el rollo-todos reímos junto a ella
-Yo recuerdo cuando fui a tomar ´´prestado´´-Alex hace comillas con los dedos en el aire-Es decir robar, de la habitación de papá una pelota de béisbol que apreciaba más que a cualquiera de sus pertenencias, se me calló y tuve que entrar debajo de la cama para alcanzarla y en ese momento entraron mis padres diciendo cosas subiditas de todo y yo no aguanté tanto como tú-dice Efraín muerto de la risa a Diana-Yo me arrastré y salí de allí y ellos estaban tan concentrados en lo suyo que no me vieron-todos reímos
-Yo recuerdo cuando mis padres sin querer presionaron el interruptor de la casa porque papá pegó la espalda de mamá en el botón y cuando fui a ver escuché todo lo qué el le decía, ustedes saben, cositas calientes y eso porque el no sabía que estaba presionando el botón del intercomunicador de la puerta del jardín con la casa y yo lo puse en mudo y me fui a mi habitación riendo, ellos no se dieron cuenta de nada hasta el día siguiente cuando se dieron cuenta de que estaba en mudo y ataron cabos, se pasaron días sonrojados y avergonzados hasta que les dije que eso era normal en una relación y más si había amor y pasión-todos reímos al relato de Cynthia y yo digo riendo un poco más calmada
-Vale, yo sé que mis padres tienen una vida muy activa-todos reímos-Pero nunca me ha pasado nada de eso y espero que no me pase, no sabría donde meterme-todos reímos-Y gracias por no hacerme pasar la vergüenza sola-todos sonríen y Ian me guiña un ojo, Brenda bosteza y todos la copiamos por inercia
-Creo que es hora de dormir un poco
-Si…-enciendo mi teléfono y abro mis ojos al ver la hora-O Dios, son las cinco casi seis de la mañana-todos sonríen
-Hoy ha sido un muy buen día-dice Brenda a lo que sonrío
-Gracias por haber venido, a sido una experiencia renovadora-todos sonríen-Anden vamos a dormir-sonreímos y los chicos ayudan a levantar a sus chicas mientras Ian me ayuda a mí
-Gracias ayudante-él se ríe
-Creo que yo tendría que agradecerte, ese batido estaba muy rico-me río
-A mi papá le encanta, mamá siempre le hace
-Pero sabes muy bien que hicimos trampa
-Descuida, el lunes se lo decimos, de todos modos, no nos pueden hacer nada-él se ríe
-Cupido eres una tramposa-me río
-En el amor y en la guerra todo se vale-se ríe, vamos a la sala y nos acostamos, las chicas en dos de los colchones y los chicos en los otros dos
-Buenas noches chicos-digo feliz y ellos sonríen
-Felicidades Ariadnna, ¡ya tienes diecisiete!-sonrío a lo que dice Erick
-Gracias a todos-al poco estamos súper dormidos, hoy ha sido un día súper emocionante y hermoso. Al día siguiente nos empezamos a levantar a la hora del almuerzo y eso fue solo porque sentimos los horrorosos pitidos del microondas y descubrimos que mamá estaba haciendo la comida, dejé que los chicos se bañaran y se cambiaran en el baño de abajo de la casa y yo fui con las chicas al de mi cuarto, le presté una ropa mía y luego de un tiempo todos estábamos limpios y despejados en el comedor de la casa
-Buenos días señora Muñeca-ella sonríe a todos
-Buenos días chicos, ¿qué esperan? siéntense, deben tener hambre-todos reímos, lo que menos tenemos es hambre, lo que tenemos es sueno
-Siéntense por favor-recalco la orden de mamá y ellos lo hacen un poco tímidos, voy a donde mamá y la abrazo por detrás a lo que se ríe
-Mmm… se siente bien ser una adolescente de diecisiete anos ¿he?-me río
-Muy bien, y ser la una mujer de un marine ¿también no?-ella se ríe sonrojada asintiendo
-Así que escuchaste
-Un poco pero descuida, me gusta que se quieran-beso su mejilla contenta de que ha pesar de mi enfermedad ellos mantengan viva la llama del amor. La ayudo a poner la mesa y al poco estamos almorzando entre risas recordando el día de ayer. Al poco los chicos se están marchando con la promesa de que nos hablaremos por teléfono. Yo vuelvo a la casa y mamá me envía directamente a la cama y yo me tiro en ella nada más la veo y me duermo sonriendo.
-Hija, hija-abro mis ojos al sentir un suave zarandeo, veo la sonrisa de mamá y sonrío
-Mmm…
-Hija, Lorena está aquí
-Ohh, ya voy-sonrío, hoy es domingo y es el día en que mi psicóloga personal viene a chequearme, ayer fue un día muy bonito, todos mis primos y tíos vinieron y se despidieron, Sebas incluido, y me dieron los regalos que no me habían dado en la fiesta, es decir que ahora mi habitación está repleta de perfumes, jabones, cremas, vestidos, toda clase de cosas de chicas, hasta me regalaron dinero, me reí e intenté negarme pero no me dejaron. Hoy es un día que veo todo como si fuera maravilloso, me levanto y me baño, me coloco una ropa decente, es decir un pantalón de mezclilla azul y una blusa negra sencilla, dejo mi cabello suelto y voy a la oficina de mamá, donde Lorena me empezará a atender.
-Hola Ariadnna-sonrío
-Buenos días-ella sonríe
-Mmm… te veo muy contenta-me siento frente a ella
-Lo estoy
-Jumm ¿y eso a que se debe?-sonrío y le cuento todo lo que ha pasado en estos días. Lorena es una mujer de treinta anos pero es soltera y sin familiares cercanos, al menos allá en Seattle, no rechazó mudarse a Denver para seguir tratándome ya que además de que el sueldo que gana con mi caso es bastante beneficioso aquí están sus padres y abuelos. Hoy le estoy contando todo como si fuera mi mejor amiga pero al principio fue difícil, yo no quería abrirme con una completa desconocida, además no quería que les dijera a mis padres todas mis dudas e inseguridades, ella empezó a tratarme a los catorce anos, cuando empecé a ser agresiva con mis familiares y conmigo misma, pasó un ano entero sin que le hablara, pero yo escuchaba todo lo que me decía y eso si que surtió efecto en mi modo de comportarme, por eso mis padres la siguieron contratando, que yo no gritara y empezara a tumbar cosas ya era un avance. Entonces conocí a Sebas, y no quería callarme lo que ese chico me hacía sentir, le pregunté a Lorena si ella le contaría lo que le dijera a mis padres y ella lo negó completamente, ella dijo que ella hablaría con mis padres en términos genéricos nunca diciéndole exactamente lo que yo le dijera ya que eso entra en la confidencialidad de medico-paciente y sin poder evitarlo le creí, y empecé a descargar todas mis frustraciones con ella, y en verdad ella me conseguía calmar, fue muy paciente conmigo y eso más que el dinero y el trabajo nos unió. Hubo una temporada que no pudo estar conmigo y fue un completo desastre, recaí en mi forma antigua y entré en pánico, intentaba morir sin dolor de cualquier manera posible y entonces conocí a Jacob, ese chico era un amor, él siempre me brindaba un modo nuevo de ver la vida y al poco dejé de pensar en arrancarme la oportunidad de vivirla en algún momento y ahora mismo, sé que la voy a vivir por los dos.
-Entonces, estos chicos ¿te sientes tan cómoda como para contarles que estás enamorada de Sebastian?-sonrío al ver un poco su incredulidad
-Sé que suena tonto, pero además del echo que no creía que los chicos llegaran a conocer a Sebas tan pronto, ellos me acogieron en su grupo como si nada, como si lleváramos anos de conocernos, me trataron como si fuera una más de ellos, me siento muy cómoda entre ellos, hablar es natural y no me trabo como antes
-¿Les has dicho tu situación antigua?
-Solo a uno-sonrío
-¿A quién?
-Ian
-¿Ese no era el desagradable?-me río
-Si, era él-ella me mira sorprendida
-¿Y cómo es que terminaste diciéndole tu historia precisamente a él?-me río y empiezo a contar toda la historia desde el principio para que me entienda ya que hasta ahora he pasado algunos momentos por alto, pasamos tres horas hablando hasta que finalizo y ella sonríe
-Me gusta que estés viviendo tu vida Ariadnna pero debes saber que no todo seré felicidad siempre-sonrío lastimeramente
-Lo sé, en serio lo sé pero no puedo evitar sentirme feliz-ella se inclina hacia el frente y toma mis manos
-Y no te estoy diciendo que evites eso, es hermoso verte sonreír pero debes tener cuidado con tus sentimientos, eres una chica muy apasionada y me gusta pero no dudes en llorar cuando algo valla mal, no dudes en llamarme y desahogarte, en serio siempre voy a estar ahí ¿vale?-sonrío asintiendo-Bien por otro lado, me parece raro que te abrieras con ese chico
-No lo pude evitar, él era lo completamente opuesto a lo que pensaba, me demostró a un chico educado y gracioso, muy divertido e inteligente y cuando llegó ese momento en la noche quise comprobar que no eran imaginaciones mías y le hice mi historia dispuesta al final decirle que era una broma si el se empezaba a burlar pero resultó que no lo hizo y eso más que nada me quitó un gran peso de encima
-¿Tienes miedo a que te miren de otra manera cuando sepan tu historia?-asiento un poco avergonzada
-Por supuesto, a ver Lore, ellos siempre han sido de cuerpos atléticos, si los vieras sabrías a lo que me refiero, todos están incluidos en los deportes de la escuela, pensé en un principio que Cynthia me había llevado a su grupo porque ahora como tengo un buen cuerpo me quería integrar en su deporte pero para nada fue así, Cynthia solo me dio una cálida bienvenida en la escuela y los chicos imitaron su acción desinteresadamente, yo en verdad no quiero que ellos cambien su forma de verme, según ellos yo soy perfecta y no sé si me sigan tratando así si descubren que no lo soy, que no soy como ellos creen-Lorena sonríe
-Ariadnna, si los chicos son tan buenos como dices no creo que piensen diferente al saber tu enfermedad, debes impedir que lo que pasaste te defina
-Pero ¿cómo dejo de sentir ese miedo?-ella sonríe
-Diciéndoles
-Pero…
-Ariadnna debes entender que tu siempre has sido la misma aun cuando eras gorda, tu no los estás engañando cambiando tu personalidad ¿o si?-yo niego rápidamente-Entonces no tienes porque tener miedo, ellos conocieron a una chica segura de sí misma, hermosa, inteligente y que ama a su mamá y a sus familiares con intensidad, y tu cuando tenías ese tumor que te hacía gorda, seguías siendo muy segura de ti misma, eras hermosa y muy inteligente, además de que siempre amaste a tu familia, no les has mentido en nada, pero si ocultas tu pasado si les estarás engañando, ¿qué pasará cuando te pregunten por tus compañeros? ¿por tus fiestas de escuela? Empezarás a mentir y una relación ya sea de amor o de amistad basada en mentiras termina mal, luego empezará a atacar la culpa y el remordimiento y luego vendrá tu decaída-tomo aire
-No quiero que eso pase
-Pues mi consejo para ti es que les digas tu situación, no es que vayas a decirlo a los cuatro vientos ni en una ocasión inoportuna, espera el momento adecuado, siéntete segura y calmada, procura tampoco forzarte, todo llegará a su tiempo ahora ¿dime acerca de Jacob?-suspiro
-Me duele, esa noche cuando le conté a Ian, Sebas me entregó un sobre con una cadenita y una carta-toco la cadenita puesta en mi cuello con un emoji de carita feliz-En parte le dije mi pasado a Ian porque quería comprobar que su preocupación era genuina y no algo para terminar burlándose pero me sentí tan bien cuando me llevó a un banco e hizo que mi cabeza se recostara en su pecho que no pude evitar decirle todo casi del pi al pa y él…-sonrío un poco-Él no me decepcionó Lorena, él me dio la fuerza para continuar con la noche, me hizo bailar feliz, me hizo olvidar a Sebas por unos cuantos minutos-me mira ahora sorprendida
-¿Y tu quieres olvidar a Sebastian?
-No lo quiero olvidar pero me sentí bien cuando no todo lo que sentía giraba en torno a él-lamo mis labios-Es complicado, a ver, estoy cansada de auto convencerme de que él y yo no estamos destinados, he pasado tanto tiempo pensando en él que cuando Ian y los chicos aparecen es como si me desconectaran de mi mundo antiguo que giraba completamente en torno a Sebastian, no es que deje de sentir por él lo que sentía, es solo que tengo esperanzas de poder conocer a un chico de mi edad que me quiera y me apoye como él lo hace
-¿Entonces estás renunciando a Sebastian?
-Si, pero me lo quedo como amigo
-¿Y puedes separar los dos sentimientos?-sonrío
-Pues, Lorena, llevo dos anos fingiendo ser su amiga, no creo que nuestra relación cambie mucho
-Entonces ¿tu enamoramiento pudo haber sido una confusión?-sonrío
-Ian me preguntó exactamente lo mismo y no, no creo que haiga sido una confusión, tu sabes todo lo que sentía Lorena, es solo que tal vez ahora estoy viviendo una vida que quiero explorar al límite y él está en otra ciudad a kilómetros de distancia, él, él sigue enamorado de la mamá de su hija y yo, yo no quiero ser una bandita cubriendo una herida que necesita puntos si es que él me llegara a aceptar, cosa que es muy poco probable ya que siempre me ha visto como su hermana menor, tu eres conciente de eso-Lorena suspira moviendo la cabeza dándome la razón-Solo estoy cansada de pensar en mi cabeza que Sebastian era el único que podía ocupar mi corazón
-¿Entonces te gusta Ian?-me río
-No, no me refiero a eso, Ian es guapo e inteligente y todo lo que te he dicho de él pero más que ser el clavo que saca a Sebastian se siente como la calma después de la tormenta, él me transmite paz y serenidad, pero a la vez no deja que me aburra ni un solo momento, no sé como explicarme-ella sonríe
-Bien, te entiendo, ha sido una sección bastante larga, pero creo que tu mensaje a llegado a mí. Quieres ser capaz de explorar otros sentimientos y emociones sin sentirte culpable por estar ´´esperando´´ a Sebastian, quieres salir con chicos de tu edad y emocionarte cuando te correspondan, y eso más que nada me enorgullece Ariadnna-la miro sorprendida-Has sabido valorar tus sentimientos y seguir tus instintos, cuando no te dan ganas de continuar luchando por algo es mejor retirarse y aclarar tus ideas y eso es lo que has echo y me gusta que lo hicieras. Hemos tocado puntos bastante claves de tu vida en esta sección, tu relación con chicos, con tu gordura, con la escuela, con tus amistades y con tu familia ¿cómo te sientes respecto a eso?-sonrío
-Pues Lorena, yo, yo siento que estoy flotando en una nube de alegría y felicidad, puede que me esté separando del sentimiento unilateral hacia Sebastian pero me siento aún mejor de no tener que ser la perfecta para él, en el tema académico estoy en excelente forma, me he integrado perfectamente en un grupo de chicos de los que me gusta todo, me siento cómoda con ellos porque se abrieron a mí tanto como yo lo hice, mi mamá y papá creo que están de luna de miel-Lorena y yo reímos, yo le conté, no me pude aguantar-Mamá no deja de tener hermosos detalles conmigo y papá en menor medida pero igual, entiendo que el también tiene su trabajo, el tema de Ian, aún está confuso, en serio, no sé que me pasa con él, de detestarlo pasé a estar comiendo de su mano y lo más irónico es que no me importa lo más mínimo-Lorena sonríe y yo la imito por inercia-Y en cuanto al tema de la gordura, creo que seguiré tu consejo, no me gustaría echar a perder una amistad por mentiras-ella sonríe
-Bien, creo que hoy hemos hablado bastante
-Y me has sido de mucha utilidad-ella sonríe
-Me gusta serlo-nos levantamos y la abrazo
-Gracias
-No hay de qué, vamos acompáñame al coche-asiento, salimos de la oficina de mamá y ella me sorprende dándome una enorme bolsa de regalo
-No deberías haberte molestado-ella sonríe
-Descuida, el pago de tus padres es bastante generoso-nos reímos-Espero que te guste
-Para mis dieciocho te quiero en mi fiesta-ella sonríe
-Si, perdona no haber ido es que mis padres me hicieron una cena y no podía rechazarle
-Por supuesto que no, pero para mis dieciocho los invitas a ellos-ella se ríe
-De acuerdo-besa mi mejilla y al poco la veo irse en su coche, yo voy a mi cuarto y veo curiosa el regalo, es un álbum de fotos vacío completamente, tomo una hoja con su letra y la leo
´´Sé que no te gustaban mucho las fotos pero espero que eso haiga cambiado, las fotos especiales colócalas en este álbum y así recordarás lo que sentías cuando seas más mayor, espero que te guste, besos´´
Al lado hay una cámara y me río al leer una tarjetica
´´Recuerdo que me dijiste que te gustaba las fotos de la naturaleza, ahora tienes tu propia cámara para hacerlas, espero que la disfrutes´´
Veo un anillo hermoso en su cajita negra y sonrío al ver la etiqueta
´´Es de oro cuídalo, además de que te lo regaló tu psicóloga´´
Sonrío mientras tomo mi teléfono y le mando un mensaje ´´No eres solo una psicóloga, y de todos los regalos, el tuyo fue el que más me gustó (eres buena psicóloga) , muchas gracias, todos me privaron´´ A los minutos recibo su contestación
´´Eso me alegra en verdad, hasta el próximo domingo´´-sonrío y guardo todo con cuidado, en verdad me gustaron todos los regalos pero los de ella fueron especiales. Marcarán un antes y un después en mi vida, las fotos son algo importante, son un legado que podrás pasarle a tus hijos y que ellos vean como eran las cosas en el tiempo de sus padres, serán un recordatorio de como era mi vida cuando ya no me quede nada a lo que aferrarme. Sonrío mientras me tiro nuevamente en la cama y duermo unas cuantas horas más. Hago los ejercicios restantes de los folletos de física y descubro que pude rellenar todos. Salgo de mi habitación ya cuando es de tarde y veo a mamá y a papá viendo una película
-Voy a nadar un poco
-De acuerdo cariño pero come algo primero-sonrío a papá
-Si, ya voy-voy a la cocina y luego de picar algo voy a la piscina con mi trusa verde oscura, mi cabello lo dejo en una trenza larga y que recogí con el gorro de natación, me coloco las gafitas y luego de calentar me pongo en posición y me zambullo suavemente, hago muchos largos hasta que me canso y vuelvo a la casa y al poco me encuentro durmiendo, dios, estoy echa una dormilona. Suena la alarma y me voy a la ducha como un zombie y pego un grito cuando el agua fría hace contacto con mi piel, al poco estoy saliendo eso sí, muy despierta. Me coloco mi ropa interior y unos tacones que me privan, azul cielo y unos detalles en negro
-Así que tienes ganas de esos tacones hoy-me giro a ver a mamá y sonrío
-Ujúm
-Mmm…-va a mi armario y me lanza un vestido púrpura y azul cielo, es hermoso, ni siquiera sabía que lo tenía, mamá es la que compró mi ropa cuando cambié de talla rápidamente, me lo coloco y simplemente me siento hermosa, el vestido es sencillo, cuenta con una mangas hasta los codos y un escote de princesa, es pegado hasta la cintura donde cae en una falda lisa hasta mis rodillas, en sí lo hermoso del vestido es que el púrpura y el azul se mezclan como si fueran espejos rotos, mamá hace una cascada de trencitas con mi cabello y luego coloca unas flores azulitas y moradas, me pone los labios de un color piel y mis ojos los pinta con unas sombras rosadas y carmelitas, sonreímos cuando nos vemos en el espejo, yo me he colocado el anillo que me regaló Lorena y una manillita de oro que me regaló uno de mis tíos y la cadena de Jacob que no me he quitado, y esos detalles en dorado se ven hermosos
-Vamos a desayunar-bajamos y beso a papá en la mejilla
-Hola amor
-¡¿Nos tiramos una foto?!-ambos me miran sorprendidos y yo sonrío-Lorena me regaló un álbum de fotos, creo que será bonito tener algo que ver en un futuro-ambos sonríen y asienten, tomo mi teléfono y nos hago una foto a los tres, salimos hermosos y muy felices. Pasamos un desayuno lleno de risas y chistes. Al poco sentimos un claxon pero no es el de Cynthia
-No, no es ella-pero el timbre de la casa suena, nos miramos extrañados y yo voy ya que mamá y papá estaban hablando de sus trabajos, me asomo por la mirilla y veo, veo a Ian
-¿Quién es amor?
-¡Ian!

ESTÁS LEYENDO
Quiero que vivas
Подростковая литератураElla piensa que no tiene cabida en la vida. Él piensa que su vida transcurrirá en la monotonía. Pero ¿qué pasará cuando la vida de dos jóvenes incompletos se crucen? ¡Descúbrelo!! 😉😉 Queda prohibida la copia parcial o total de esta historia que es...