Capítulo 6

2 1 0
                                    

-Ey, tranquilo-toca mi hombro y yo la miro-Solo, solo te quería alejar de ella, parecías un tigre a punto de saltar sobre su presa y... no lo digo en el sentido sexual, a ver...-me río al ver como divaga aun cuando yo ya entendí-Lo que quiero decir es que te veías bastante tenso
-Mmm... pues te agradezco, te declaro mi salvadora-se ríe haciendo que sus mejillas se hinchen dulcemente y sus ojos se achiquen
-Ella es el juego perdido ¿cierto?-la miro curioso
-¿Cómo puedes saber eso?
-Si la chica en cuestión no fuera importante para ti te aseguro que no te hubieras exaltado al escuchar esa proposición-pienso con detenimiento en esas palabras
-Si, tienes razón-recuerdo a Vanessa, fuimos algo parecido a amigos con derechos abiertos, es decir otra puta pero a esta si disfrutaba tirándomela, todo al contrario de Sopié, a ella nunca la he tocado porque no puedo ser capaz de verla de esa manera tan atroz, yo quería estar con ella formalmente pero ella no quería nada de eso así que simplemente me alejé y junto a mí lo hicieron todos los chicos, ya ella no era la misma niña que jugaba con nosotros en los parques infantiles o tomando helado en la heladería de mamá, ahora ella solo quería ir de fiesta y hacer el sexo, ni más ni menos
-¡Ey! ¡Ian!-despierto de mis pensamientos y veo a Ariadnna sonreírme-Vamos, ya se fue de la mesa
-Si, perdón
-Descuida-veo como mira por milésima vez su teléfono y eso me da curiosidad
-¿Esperas la llamada de alguien?-se sonroja
-No que va-me río
-Si, como no
-Vale, de acuerdo, Sebastian siempre me llama todos los días y hoy al parecer se le olvidó o le ocurrió algo
-Jumm, ¿estás segura de que no cabe la posibilidad de que tu le gustes?-ella bufa
-Te aseguro que no-nos sentamos en la mesa nuevamente para ser interrumpidos nada más y nada menos que por Lukas, ¡o dios! ¿y qué quiere este ahora?
-Emm, hola Ariadnna-ella lo miró fijamente y dice
-Perdón, perdón pero me olvidé de tu nombre-él sonríe, o dios, esta es la sonrisa sexual
-Soy Lukas y quería ver si podíamos hablar un momento
-Por supuesto, permiso chicos-Ariadnna se levanta y caminan hacia la ventana de la cafetería un poco alejados de las mesas aunque no tanto
-Dios, ¡está descargando la artillería pesada!-exclama Diana
-¿Y esa es?-Diana mira indignada a Efraín
-Por favor Efraín, se está tocando el pelo como si estuviera nervioso, le está sonriendo con esa sonrisita de, ¡Ey soy un tipo bueno no te voy a lastimar!, además de que aunque no sabemos lo que le está diciendo seguro que intenta hacerla reír y sino le está diciendo cosas muy sensuales con esa voz ronca que ustedes los hombres ponen cuando quieren atrapar a alguna chica-Efraín abre los ojos sorprendido
-Vaya-yo por mi lado no aparto mi vista de ellos dos
-Pues al parecer no está funcionando-miro a Cynthia
-¿Por qué lo dices? Ella le está tocando el hombro
-Eso es un acto de consuelo-todos miramos a Brenda-Cuando una chica no se siente cómoda con un chico retrocede pero cuando a una chica le importan los sentimientos del chico trata de no ser demasiado grosera o directa y siempre va a demostrar un gesto de apoyo
-Y si juzgamos la situación por lo poco que conocemos a Ariadnna, a ella le importan los sentimientos del susodicho más que su incomodidad, además, no está sonriendo verdaderamente-fijo mi vista en ella y es cierto, su sonrisa es como de lastima y hasta pena, y yo siento de repente mi cuerpo destensarse, la veo caminar hacia aquí y se sienta como si nada, toma de su coca cola pero al ver que todos la miramos pregunta
-¿Qué?
-¿Qué te dijo?-Meisel la mira pícara alzando y bajando las cejas y ella abre la boca pero se queda en blanco
-Mmm... me estaba preguntando por el coche de mamá-todos explotamos en carcajadas-Oigan no se rían, pensará que nos estamos burlando de él...
-Querrás decir de tu rechazo hacia él
-¡Cynthia!-la regaña Ariadnna, haciéndonos controlar nuestras risas
-Hay, eres una muy buena persona, encantado de conocerte-dice Alex tirándole un beso a lo que Ariadnna sonríe
-Igualmente
-Bueno, ¿y que vas a hacer hoy?-pregunto pero el timbre suena
-Creo que esa pregunta la dejamos para el almuerzo-todos nos vamos a nuestras clases y paso todo el día observándola, no para de revisar el teléfono cada vez que puede y me siento un poco mal al ver su rostro pasar a la decepción cada vez que revisa la pantalla de su celular. Llega la tarde y cuando salimos Cynthia propone
-¿Vamos por unos helados?
-Chicos, gracias pero yo paso mis cumpleaños en familia, y deben estar ansiosos en casa
-Ooo, bueno, espero que la pases bien entonces
-Descuida, mañana te llevamos a los helados-ella le sonríe a todos y va a decir algo cuando una voz grita su nombre y ella se gira buscando la fuente de esa voz y al parecer la encuentra porque vemos como abre sus ojos y boca sorprendida
-¿Sebas?-sigo rápidamente su mirada y veo a un hombre demasiado apuesto para mi gusto, todos vemos como alza el dedo singular para moverlo hacia él incitado a Ariadnna a ir hacia él y ella no tarda en hacerlo, baja las escaleras corriendo prácticamente y cuando está en el suelo plano si que corre hacia sus brazos haciendo que mi garganta se cierre y mi respiración se tranque, ella lo abraza como si su vida dependiera de ello y es aún más frustrante ver las manos de él tomar su cintura y ver como le habla al oído
-Oooo, es él-habla Brenda suavemente
-Con semejante hombre, Lukas no pasa de una distracción-exclama Diana
-¿Tú ves a Lukas lindo?-Efraín exclama celoso
-Por supuesto-ambos se enfrascan en una discusión pero mis ojos están fijos en Ariadnna y el tal Sebastian, cuando mi teléfono suena y lo tomo ya que es mamá
-Hijo, no dejes que los chicos se vayan, Muñeca le está haciendo una fiesta sorpresa a Ariadnna aquí en la heladería, y dijo que invitaras a los chicos ya que Ariadnna no sabía nada
-Cok, ok, entiendo
-¿Estas bien?
-Si, si, claro, muy bien, debo colgar mami
-Ok, te quiero
-Igual-cuelgo-Chicos, están invitados formalmente a la fiesta sorpresa de Ariadnna en la heladería de mamá
-Ooo, yo si voy-dice Cynthia y todos los demás se unen pero nuestros rostros se vuelven la personificación de la sorpresa cuando vemos como Sebastian saca del carro a una pequeña niña y Ariadnna la toma en sus manos como si fuera su madre, se ve feliz, completa
-Esto ya es crueldad-murmura Frederick cuando vemos a otra mujer bajar del coche y acercarse a ella para besarla y felicitarla, Ariadnna no deja de sonreír en ningún momento y eso más que nada nos da lástima
-No es justo que se tenga que guardar un sentimiento así-la voz de Brenda es ronca, seguro está aguantando las lágrimas, ella es la más sensible de todas. Siento mi corazón romperse cuando la veo jugar con la niña haciéndole carañotas cómicas y al ver como se ríe con ellos. Se está autodestruyendo y no le importa lo más mínimo
-Bueno chicos si vamos a ir a su fiesta, es mejor irnos ya
-Yo si voy, ahora menos la voy a dejar sola, estar allí la relajará cuando no pueda seguir fingiendo-dice Diana
-Bueno vámonos-Ariadnna no se da cuenta ni de que desaparecimos pero ¿quién la puede culpar? Los chicos se van en la camioneta de Cynthia y yo en mi moto, al poco estamos en la heladería y la vemos hermosamente decorada de rojo, dorado y verde, Muñeca nos recibe con una hermosa sonrisa y un beso en la mejilla
-Bienvenidos chicos-todos le sonríen-Pueden tomar asiento donde gusten-todos asentimos, la heladería está llena de personas y al parecer son familiares de Ariadnna
-Chicos voy a ver a mamá
-Si-voy a donde mamá quien al verme sonríe me abraza y me da un dulce beso en la mejilla
-Ya debe estar al llegar
-Si, supongo, te pido discreción esta ocasión ¿si?-ella asiente fervientemente lo que me hace entender de que Muñeca ya ha hablado con ella
-Ahora mando a atender a los chicos, vete con ellos
-¿Segura no necesitas ayuda?
-No, las chicas me están ayudando-bueno al parecer Muñeca también contrató a las camareras y al la heladería como tal
-Ok, pero cualquier cosa me llamas
-Por supuesto cariño-llego a los chicos en el justo momento en que la puerta de la heladería se abre dejando pasar a una sonriente Ariadnna
-¡Sorpresa!-todos sus familiares gritan y confetis caen encima de ella haciendo que se ría aún más
-¿Cómo es que se ve tan feliz?-admira Cynthia
-Pues yo no lo sé-dice Alex conciente de que todos en algún momento hemos ocultado nuestros sentimientos pero siempre lo hemos hecho mal, y si lo hacemos, nunca con una sonrisa tan verdadera en el rostro, la vemos abrazar a cada uno de sus familiares con una fuerza extraordinaria, todos se encuentran igual de felices al besarla y abrazarla, abraza a su mamá fuertemente y le dice algunas cosas al oído, veo como saluda a algunos niños que deben ser sus sobrinos y primos terceros. En verdad hay bastantes personas y ninguna de ellas parece disgustada o incómoda, de repente sonrío al ver como va a mamá y la abraza fuertemente sonriendo, su sonrisa es simplemente hermosa. De repente nos mira y sonríe, viene hacia aquí apresuradamente
-Ooo Dios, perdonen haberlos dejado con la palabra en la boca en la escuela-todos nos reímos
-No te disculpes, entendemos-ella sonríe a Cynthia
-Me alegra que estén aquí, vengan les voy a presentar a mi familia-todos sonreímos, ella en verdad luce tan emocionada que en vez de caminar parece que está dando salticos, pasamos un buen tiempo conociendo a la familia de Ariadnna y esta es muy cálida en verdad. Hasta que llegamos a Sebastian
-Chicos, el es Sebastian un gran amigo-él se ríe
-No seas modesta, somos casi hermanos-dios, no es a mi a quien me están mandando a la porra y creo que me han clavado una estaca en el medio del corazón pero aún así Ariadnna sonríe
-Bueno, Sebas te presento a los chicos que me han dado una cálida bienvenida en Denver-nos va presentando despacio- Brenda, Diana, Meisel, Cynthia, Erick, Alex, Efraín, Frederick y Ian, él es el hijo de Clavel
-Un gusto conocerlos a todos, Ari en verdad me ha hablado de ustedes-dios, ¡le dice Ari!-Y tú mamá es un cielo-dice mirándome y todos le sonreímos por inercia, lo malo de todo esto es que no parece mal tipo, pasamos unos largos minutos charlando y en verdad no parece saber nada de lo que siente Ariadnna y lo peor es que en verdad la ve como una hermana.
-¿Y en qué trabajas?-él mira a Ariadnna y esta sonríe aunque ahora parece una sonrisa triste
-No, no saben
-Emmm... yo soy cirujano
-Mmm... a mi también me gusta la medicina-esa es Meisel, todos continúan hablando pero a mi no se me pasó ese intercambio de miradas ni esa sonrisa triste
-Tía-vemos a una pequeña caminar hacia Ariadnna y esta la carga con una sonrisa
-Preciosa, ¿cómo es que puede hablar ya?
-Tiene muy buena retentiva-todos sonreímos al ver como Sebastian besa la mano de su niña, y esta se ríe en los brazos de Ariadnna
-Está hermosa
-Ari si quieres me la llevo-habla la señora que se bajó del carro, suponía que es la esposa de Sebastian pero ahora lo dudo, no hay ni este centímetro de conexión
-No, que va, ¿y cómo le va en la guardería?
-Soy muy buena maestra Ari-los tres se echan a reír y los chicos y yo intercambiamos una mirada
-Chicos ella es Lena, la maestra de guardería de Celia
-Aaaa...-todos sonreímos tratando de no parecer tan aliviados aunque si que lo estamos, al menos sabemos que no tiene esposa porque ¿qué esposa en su sano juicio dejaría a su hijo bebé ir con su padre a otra ciudad? Exacto ¡ninguna!
-¿Ari puedes venir conmigo un segundo?-le pregunta Sebastian a lo que Ariadnna lo mira curiosa
-Si por supuesto, Lena ¿puedes tomarla?
-Si por supuesto-cambian a la niña de brazos y luego de besar su cabecita Ariadnna sigue a Sebastian afuera, cuando Lena se va yo y los chicos nos miramos
-Dios, esto me parece terrorífico-dice Efraín fingiendo o teniendo en verdad un estremecimiento
-Y a mí, ¿Qué le irá a decir?
-Pues no lo sé Brenda pero parece serio-dice Alex que igual que yo se encuentra mirando hacia donde están Sebastian y Ariadnna, lo vemos a él hablarle y ella súbitamente pierde su sonrisa, él le entrega un sobre y al poco entra a la heladería con una sonrisa suave, va hacia su hija y sigue hablando con las personas como si nada mientras todos vemos a Ariadnna leer una especie de carta, pero veo como mira al cielo y se cruza de brazos, frustrada
-Chicos ahora vuelvo-voy hacia afuera y toco su hombro-¿Estás bien Ariadnna?-ella se gira hacia mí con los ojos aguados y antes de que pueda preguntar nada hunde su rostro en mi pecho y me abraza
-No entiendo porque el amor tiene que ser tan difícil
-¿Qué pasó Ariadnna? ¿Te rechazó? ¿Qué pasó?
-No, no es nada de eso-se aparta de mi y resopla
-Ey, Ey, no te cierres, ven-la tomo cuidadosamente por el brazo y la siento en un banco de afuera de la heladería y yo me siento a su lado, coloco el brazo por encima de sus hombros y ella deja descansar su cabeza en mi pecho-Tómate todo el tiempo que quieras para relajarte, hoy es tu cumpleaños, debes estar bien no triste-ella respira profundamente y luego de unos minutos al ver que ya no mueve su pierna nerviosamente se que se ha relajado un poco
-¿Puedes colocarme esto?-miro lo que tiene en su mano y veo una cadenita
-Si por supuesto-ella toma aire y se gira un poco dándome la espalda, tomo la cadenita y rodeo su cuello, se la coloco suavemente aspirando su aroma a jazmín
-Ian, ¿qué piensas de las personas gordas?-la miro ahora curioso
-¿A qué te refieres?-veo como tuerce sus manos y ese gesto me aclara que este tema es muy importante para ella
-Tu cuando veías a una chica o a un hombre gordo ¿qué se te venía a la cabeza?
-Mmm...-me quedo pensando para serle sincero-Pues la verdad, nunca he pensado en eso, he estado demasiado ocupado en vivir mi propia vida, recuerdo una vez en primaria, le hacían bulling a una chica que estaba un poco pasada de peso, mi mamá en ese entonces me había dicho que todos éramos iguales, que siempre debíamos ser amables con nuestros compañeros y al ver lo que le hacían a la niña, recuerdo que me acerqué e intenté defenderla, claro, terminé llenó de moretones porque los niños que la molestaban eran más grande que yo-ambos sonreímos un poco-Yo nunca he pensando en las personas gordas como otro eslabón aparte de la humanidad, sino simplemente son personas a las que se le pasa la mano con la comida o que sus metabolismos son muy difíciles de adelgazar, ¿ahora, que tiene que ver esto con que estás echa una bola de nervios?-ella suspira y toma su teléfono, busca algo y me enseña una foto secando su mejilla, al primero que veo en la foto es a Sebastian, al lado hay un chico rubio y de ojos negros, ambos tienen una hermosa sonrisa y abrazan a una chica, pero la chica se encuentra en una cama de hospital, es bastante gorda, y cuando analizo su rostro se parece un poco a Ariadnna
-¿Ella es tu hermana? ¿Le pasó algo? ¿Por eso estás triste?-ella sonríe negando
-Ella, soy yo-la miro rápidamente
-¿Qué?

Quiero que vivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora