Capitulo 9

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En la actualidad)

Keiner~

Vi como entraba por la puerta Salomé acompañada de las dos zorras, caminé hacia ellas y me dirigí directo a Michelle. Alce mi brazo preparándome para golpearle la cara con toda mi fuerza y sentí que alguien me había agarrado el brazo, me giré y vi a Salomé sosteniendo mi brazo.

-Calmate, ahora están con nosotros, nos pueden ayudar a salir de aquí.

La mire a los ojos, y mis sentimientos me impidieron seguir escucharla, la cogí por el cuello y seguido la levante en el aire y la lancé hacia un lado, me giré para seguir donde lo había dejado, no alcancé a reaccionar cuando michelle se abalanzó sobre mi para intentar golpearme. Lanzo un puñetazo el cual detuve con mi mano y seguido descargué toda mi ira en un golpe que fue a parar a su cara, cayó desplomada en el suelo y vi como su nariz empezaba a sangrar, Hannia me miró fijamente.

-¿Satisfecho?-me dijo

La mano de Salomé se posó en mi hombro y me dijo

-Ya está, cálmate- le quite rápidamente su mano de mi hombro.

-Si llegamos a morir por estas dos la culpa será tuya.

No me respondió, y tampoco esperaba que le hiciera. agarre mi mochila del suelo y me largue de ahí.

Gabriel~

Salí de las duchas y me fui a mi vagón, me llevé una gran sorpresa al ver a Salomé sentada en el suelo mientras ponía papel sobre la nariz de Michelle que al parecer estaba sangrando.

-Eh... ¿que está pasando?

-Tu querido hermanito le reventó la cara a mich, es un puto loco ¿lo sabías no?- dijo Hannia mientras jugaba con una goma de pelo en sus manos.-

-Hubiera estado bien que también te lo hubiera hecho a ti a ver si te callas un poco.

-¿Perdona?

-QUE TE CALLES JODER.

Hannia se agachó y de su mochila sacó un bate, lo miró un par de veces mientras golpeaba su mano levemente con el.

- ¿Aqui es cuando me meo no? Créeme no das miedo princesita un bate en tus manos no te hace parecer peligrosa, yo dirá que más bien te hace ver......ridícula si, ridicula esa es la palabra que se ajusta perfectamente a ti.

Se impulsó con sus pies y corrió hacia mí empuñando el bate con sus dos manos, rápidamente saqué al tirachinas y le apunté, se quedó quieta y yo también, estábamos a unos dos meteros de distancia.

-Ni un paso más guapa.

-Ay Dios mío que miedo, que vas a hacer dispararme piedrecitas ? Que patético.

-Adelante acércate y te demostraré lo patético que soy.

Sonrio levemente y pude notar como apretaba con fuerza el bate, iba a atacarme y no estaba seguro de quien se los dos sería más rápido, ténse el elástico de la tirachinas aun más y apreté el mango y cuando estaba por sortear el elástico para que la piedra saliera disparada la voz de sale gritando invadió todo el vagón.

-BASTA, ¿DE VERDAD CREEN QUE ESTA ES LA SOLUCIÓN? SE SUPONE QUE NOS UNIMOS, ¿CUAL ES EL SENTIDO DE PELEAR? TENEMOS COSAS MUCHO MÁS IMPORTANTE POR HACER IMBECILES,AHORA DEJEN DE HACER EL GILIPOLLAS Y CÁLMENSE.

Guarde mi tirachinas en el bolsillo de mi chaqueta y me dirigí a la salida caminado.

- Y ¿AHORA A DONDE VAS ?- grito Salomé.

-Alguien tiene que ir a buscar a Keiner, luego nos vemos.

Salí del vagón en busca de keiner y después de un rato buscándolo lo encontré y justo a tiempo, estába con Maria la cual tenía una mochila bastante grande, me acerqué y enseguida me di cuenta de que ya tenía las armas. Me quede confundido, hace unas horas Keiner me había preguntado para saber si queria un arma y María ya las tenía sin incluso yo haberle pedido la mia

-Menos mal que llegas, María encontró algo que dice que nos puede gustar- me dijo keiner, maría abrió la mochila y de ahí saco un par de guantes que a simple vista parecían guantes normales, pero me di cuenta de que en los nudillos tenía unos picos de metal.

Keiner se emociono y inmediatamente se lo probó, seguido de eso maría saco un arco de madera, me quede mirándola y me dijo.

-Lo vas a coger o que?-lo agarre y pesaba un poco, no era muy grande pero tampoco era pequeño.

-Bueno nenis yo me tengo que ir a hacer unas cosas, si me necesitan ya saben donde estoy.

Agarro su mochila y se fue, mire a Keiner y al parecer estaba bastante feliz, quitando el hecho de que le había partido la cara a Michelle hace unos 15 minutos por su ira.

-Coge tus cosas y vámonos, nos están esperando.

Cuando vea la luz del día Donde viven las historias. Descúbrelo ahora