***...Atenea
Es bueno seguir tus instintos de vez en cuando, el solo dejarse impulsar por decisiones que parecen en tu cerebro, sin importar las opiniones de los demás o las consecuencias de lo que harás.
Solo vivir de ello. Vivirlo como una loca idea.
Todo esto comenzó de esa manera, por un impulso y una decisión apresurada. Y aunque, nada salió como pensé que saldría, ahora todo tenía una razón para que esa decisión valiera la pena.
Y esa razón estaba a nada de tomar un avión y desaparecer.
— ¿Qué estamos esperando?— no respondí, no sabía qué decir. Mantuve mi mirada fija en la guantera del coche— ¿Atenea?
— Tengo miedo.
Todo se volvió en silencio después de mí susurró. Estábamos estacionados a la salida del aeropuerto, justo en la entrada trasera, donde nadie podía vernos y los guardias no podían echarnos. Habíamos llegado hace cinco minutos y aún no me atrevía a salir, y buscarlo.
Salir del hospital no fue tan complicado. Sabía las salidas de emergencia de memoria y el pasar desapercibida no fue un problema, aunque alguna que otra enfermera se hizo la tonta cuando me vio pasar frente a ella.
Ahí fuera, me esperaba Jared en el coche, mi coche. Y todo seguía aquí.
Mi cámara seguía aquí. Y la tenía en mis manos. Hacía peso en mi regazo.
Escuché el fuerte suspiro de Jared y volteé a verlo.
— Escucha— se recargó del volante y peinó su oscuro cabello— sé que esto es una locura, pero es necesario que lo hagas.
— No lo sé— dije desanimada— quizá él siquiera quiere verme.
— Tú no sabes eso.
— Siquiera me busco, Jared.
— Han pasado solo horas, Atenea— dijo obvio— Y él no sabe donde encontrarte, solo tú.
Tenía razón.
Asentí— Qué idiota.
— La verdad es que sí, lo eres— dijo divertido y me reí— lo que quieras hacer, yo estaré aquí contigo.
Jared siempre ha sido ese tipo de persona que sabes estar a tu lado en tu peor momento. Aunque él no espere eso de ti. Siempre estará allí.
Recuerdo como lo conocí cuando solamente entro a mi habitación del hospital y me vio llorando. Según su instinto lo hizo acercarse y tirarme el peor chiste de su bolsillo para hacerme reír, pero solo había logrado hacerme llorar más de lo malos que eran.
Ese día también había conocido a Matt, venía detrás de él y fue quien me consoló, mientras Jared solo hacía el payaso para levantarme el ánimo.
Sigo sonriendo inconscientemente cuando llegó a mi mente ese día, me sentía sola y ellos solo aparecieron de la nada, para ser mi todo desde ese momento.
Porque eso pasaba con las personas, solo aparecían. Y podían ser tu salvación sin pensarlo.
— ¿Y qué se supone que deba decirle?
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Solo Una Última Oportunidad
Teen FictionElla quería vivir, Él quería escapar. Dos adolescentes y un coche, ¿Qué podría salir mal? ¿Qué dices? ¿Te ánimas a vivir la vida como si fuera el último día? . . . . . *La historia es completamente mía y de mi imaginación. No acepto copias o adaptac...