Incredible

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Por fin había acabado mi último día en el bar, estaba un poco triste porque sabía que en realidad lo iba a echar mucho de menos. A pesar de no ser el trabajo de mis sueños, había pasado grandes momentos aquí.
Me despedí de todos mis compañeros y de Lidia, a ella todavía le quedaba una hora de trabajo así que aún tenia tiempo para pensar en mis cosas antes de ir de compras con ella.

Decidí llevarme un café y esperarla en el apartamento mientras le daba vueltas a lo único que se me pasaba por la cabeza en estos momentos, Jeffrey.
Reflexionando y siendo sincera conmigo misma, sabía que él ya era una debilidad para mi. Me parece increíble que me esté pasando esto porque nunca antes me había sentido así con un hombre, cuando lo veo siento como una energía, ese algo que notas con tan pocas personas a lo largo de la vida. Por eso todo este tema me da dolor de cabeza, llevo años queriendo encontrar esto porque el resto de cosas en mi vida están bastante bien, tengo unos amigos maravillosos, buena salud, un lugar donde vivir, un trabajo, he estudiado lo que siempre quise... pero siempre me había faltado algo importante, el amor.
El amor es algo que ha estado escasamente en mi vida, solo he tenido una pareja y acabo convirtiéndose en una mala experiencia más. Por supuesto que he tenido mis rollos, pero nunca he sentido esa energía, esa chispa, incluso llegue a pensar que nunca aparecería pero lo hizo y tuvo que ser con la peor persona.
A partir de mañana Jeffrey será mi jefe, me lleva bastantes años y no sé muy bien que es lo que quiere de mi. Lo que más me provoca rechazo es el hecho de que vaya a ser mi jefe, en el caso de que llegue a pasar algo entre nosotros odiaría que la gente creyera que solo tengo ese puesto por eso.
Pero después de tanto tiempo no quiero dejar que se me escape la oportunidad de conocer a alguien que me provoca esto, así que tengo que pensarlo muy bien.

Miro el reloj y de tanto darle vueltas a la cabeza ya casi ha pasado la hora así que decidí ir al bar a por Lidia, a ver qué sorpresa me tiene preparada.

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Cuando estoy llegando ya veo a mi amiga a lo lejos sonriendo, tengo miedo.

- Bueno Sara, espero que estés preparada porque vamos a ir a por el mejor vestido para tu cita, en la tienda de aquí al lado he visto uno que te va a encantar - la miro y sonrió, es imposible aburrirse con esta mujer.

- Pues vamos a verlo, cuanto antes acabemos con esto mejor - que se note que me apasiona ir de compras.

Comenzamos a caminar hacia la tienda que queda cerca del bar y pronto visualizamos un cartel que pone: TODO AL 50%.

- Sara, hoy es tu día, todo son señales - me giro hacia ella y me río.

Lidia y yo siempre tenemos conversaciones sobre esto constantemente, siempre hablamos sobre el destino. Creemos mucho en el destino, en que todo pasa por algo, tanto lo bueno como lo malo. Por eso sí en esta tienda encuentro el vestido perfecto, empezaré a creer en que merece la pena arriesgarse.

Llegamos a la tienda y entramos, Lidia me lleva directamente al vestido que me había comentado y yo me quedo con la boca abierta, es perfecto.
Decido probarmelo con unos zapatos y un bolso para completar el conjunto.

- Sara o te lo llevas o te lo llevas, no hay más opciones - me río mirando para Lidia y asiento con la cabeza.

Hacía tiempo que no me sentía tan bien con algo puesto, necesita verme así y además la vida me había hecho un regalo con semejante rebaja, sin duda me lo llevo todo.

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Llegamos al apartamento y decido darme una ducha, tengo como una hora y media para arreglarme, suficiente. Mientras me caen las gotas de agua caliente por la cara tomo una decisión, dejarme llevar por lo que siento.
Me merezco ser feliz y si puede surgir algo con Jeffrey, voy a dejar que ocurra, no pienso resistirme más a esto. Estas cosas pasan una vez en la vida, no sé si al conocer más a Jeffrey está sensación va a cambiar o a desaparecer, pero si se mantiene estoy decidida a aprovechar la oportunidad. Casi no sé nada de él y hemos tenido poco contacto pero esos nervios que aparecen cada vez que me mira o me sonríe, es algo que me gusta sentir y sé que a él le encanta jugar con eso.

Después de tomar esa decisión acabo con la ducha y llamo a Lidia, sé que va a querer maquillarme y ver cómo quedó perfecta.

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Llegó la hora, en menos de 2 minutos Jeffrey debería estar aquí y yo estoy tan nerviosa que no puedo parar quieta.

- Oye Sara, ya que es probable que no vuelvas hasta mañana he invitado a Norman - la miro confusa - No me mires así, no creo que Jeffrey se pueda resistir a ti así - me río con el comentario.

- La verdad es que mi intención es dormir aquí pero ya sabes que no tengo problema en que traigas a Norman -

- Amiga cómo esta noche ese hombre no te arranque la ropa se las va a tener que ver conmigo - la miro sorprendida y con ganas de decirle algo pero me interrumpe el sonido del timbre.

Me coloco el vestido, miro a Lidia y le hago una señal para que esté en silencio. Me acerco a la puerta y abro para encontrarme con un Jeffrey con una mirada que me deja sin palabras. Acaso este hombre quiere que me desmaye?

- Buenas noches señorita - me saluda con esa tranquilidad con la que siempre va.

- Hola Jeffrey - intento no parecer nerviosa pero es que este hombre es superior a mi.

- Lista Sara? - asiento y pongo un pie fuera cuando escuchamos a mi amiga gritar - Portaros bien y usad protección - la quiero matar, ahora mismo solo me quiero esconder porque tengo que parecer un tomate.

Cierro la puerta de golpe mientras escucho la risa de mi amiga y me giro hacia Jeffrey a quien veo reírse mientras se pasa la lengua por los labios.

Perfecto Sara, definitivamente estas perdida.