Conjunto de Drabbles DNF.
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Sin portada hasta que tenga tiempo de hacer una ;; COMIENZA A PUBLICARSE EL 1 DE ENERO DEL 2022, guarden la historia,
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« ¿Recuerdas aquella vez cuándo nos conocimos? Era Agosto, inicio de la temporada de lluvias, el lugar olía a madera, pino y petricor. Aquel día, fue viernes: Un glorioso y desgraciado viernes; tú pasaste frente y al voltear sin verme a mí, provocaste un mar de emociones que aún en la actualidad, no se detiene.
Aquel primer día en que yo te vi, fue extraño. Yo era extraño. No recuerdo con exactitud la escena en cuestión, supongo que con el tiempo mis memorias se desgastan. Sin embargo, claro que recuerdo de forma exacta lo que me hiciste sentir ese viernes, donde las lluvias eran caóticas al igual que mis emociones.
Curiosidad. Eso fue lo primero que sentí yo, pues anteriormente nunca te había visto por la zona. Y después, sentí atracción. No dejé de verte ni después de que dejaste de observar detrás mío con un deje de emoción.
¿Recuerdas la primera ocasión donde nuestras miradas se juntaron? Era Septiembre, la llovizna aún seguía. Tú olías a manzanilla y canela, cabe decir que siempre he odiado la canela. Aquel día, fue un martes: Un típico y frío martes.
Estabas solo con, para ti, la ya tan conocida desolación. Sin quererlo, me hiciste derretir con tan sólo haber volteado para ver el cielo desde la ventana. Nuestras miradas danzaron encima del cuerpo del otro, confusión es lo que revelaban tus ojos, ¿Los míos? Seguramente demostraban amor.
Claro, nunca supe lo que pensabas cuando me viste, quizás actualmente no lo recuerdes. Pero yo si recuerdo el cómo tu mirada me hizo sentir desembocado, cómo si yo fuera un rompecabezas incompleto y que al verte, supiera que eras la pieza que me faltaba.
Esos pensamientos fueron duraderos, un año dónde no podía dejar de pensar en cómo llamar tu atención, otro año donde al lograrlo, quizás no lo hice de la forma correcta. Pero cuando me diste el «Sí», después de unas semanas de haberlo logrado, creí que lo nuestro era amor.
Y si realmente hubiese sido así, ahora pienso que ese amor, el cual yo proclamaba cómo «nuestro», fue tan efímero como el más corto amanecer.
¿Recuerdas nuestra conversación inicial? Continuaba siendo Septiembre, pero ya no llovía. Yo olía a dulce con picante, quizás un poco a menta: Era uno de esos días donde podía oler de todo. En aquella ocasión, fue jueves. Un tedioso y nervioso jueves.
Cómo era tan tímido, te envié una carta. No coloqué remitente, pero sí trasmití millones de palabras del más puro amor. Y a pesar de que no lo imaginaba, mi respuesta llegó en menos de unas horas. Leí un falso «también te amo» y me sentí afortunado.
¿Recuerdas, acaso, tú primer rechazo? Oh, claro que debes hacerlo: Fue un viernes. Un jodido viernes.
Ese día todo olía fresco, quizás lo comparo con la menta. Te di las rosas que yo mismo cultivé, regalos que conseguí, comida que horneé. Y te lo entregué todo. ¿Cuál fue tú respuesta? Silencio, sólo eso. Te di tiempo, me regresaste las cosas y me fui de ahí, con el corazón roto. Poco después, volviste a jugar con mis sentimientos.
