Conjunto de Drabbles DNF.
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Sin portada hasta que tenga tiempo de hacer una ;; COMIENZA A PUBLICARSE EL 1 DE ENERO DEL 2022, guarden la historia,
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Corría con prisa hasta su destino, sin detenerse, sin mirar atrás aún si su cuerpo le pedía descanso. Recorría las calles respirando profundo y con pertenencías en mano. Sus zapatos desgastados frotándose contra el pavimento creando un sonido escandaloso.
Se adentró entre los callejones, intentando perderle la pista a su perseguidor y finalmente ser libre. Lo había logrado, pero sabía que no faltaría nada para que le volvieran a hallar. Tomó un tiempo para recuperar el control de su respiración.
Admiró el pequeño local ubicado a unos metros cerca suyo, caminó sin dudar pues todo de él era atraído, conocía el lugar de memoria y últimamente, era el único sitio en el que podía ser libre por completo.
— ¡Hey! ¡George llegó!
El anuncio de su llegada no se hizo tardar, escuchó los alaridos emocionados y su sonrisa aumentó, al igual que su tranquilidad y comodidad. — Así que finalmente, NotFound ha arribado a nuestro hermoso teatro. — La voz de su amado rubio lo hizo voltear casi con prisa.
— Vaya, Dream ha venido a verme directamente, ¿Tanto querías verme? — Se permitió bromear con él, cómo sí él no hubiera sentido ganas de verlo también.
— Sabes que sí, contaba las horas para saber cuánto tiempo tardaría en volverte a apreciar. — Y ahí iba, con sus comentarios románticos y totalmente cursis, que lo tenían enamorado y sólo hacían que le gustara aún más.
Dejó escapar varias risas tímidas, antes de saludarle con un dulce beso en los labios, oh, cuánto había anhelado aquel roce. — Vamos, tu público espera.
Ambos chicos se dirigieron tras bambalinas, él se colocó su ya tan conocido vestuario, sin pudor cómo habían sido las primeras veces. El castaño respiró hondo, cerrando sus ojos en un intento de relajar su cuerpo y no presionarse por sus acciones.
¿Qué si se encontraba nervioso? Claro que lo estaba, llevaba años preparándose para ésa presentación. Aunque no fuera la primera vez que lo hacía, esta vez era diferente, pues de ello dependería su futuro. No pudo evitar recordar su infancia, rememorizando todo lo que tuvo que pasar para llegar hasta ahí.
Recordaba a su madre negándose a que hiciera tal actividad, pues no era lo suficientemente masculina cómo para ser un oficio digno para su hijo, cómo solía exclamar. Podía sentir los azotes contra su piel cada vez que su figura materna lo sorprendía danzando por la casa cuando se suponía que ella no se encontraba.
Sin embargo, su padre siempre había sido diferente. Desde que notó el potencial de su hijo en aquella actividad artística, le había enseñado a bailar cómo si la música fuese parte de él: Le había mostrado cómo sentir la música y amarla con locura. George se sentía libre al bailar, podía imitar miles de bailes, pero sin duda su pasión era el ballet.
