Conjunto de Drabbles DNF.
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Sin portada hasta que tenga tiempo de hacer una ;; COMIENZA A PUBLICARSE EL 1 DE ENERO DEL 2022, guarden la historia,
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No podía dejar de llorar, se sentía patético, estúpido. Había vivido en un engaño durante años y no lograba procesar con exactitud como no lo había notado antes. Ese olor desconocido que excusaba con su oficio, aquellas marcas que justificaba con las peleas, esas ocasiones donde no llegaba a casa y le mentía diciendo que estaba en una actividad de última hora.
Siempre se le había hecho extraño el que Dream lo hubiese obligado a dejar Dream SMP y mudarse lejos del mismo, con el pretexto de que al ser su novio, quería velar por su seguridad y no quería que, en caso de ser descubiertos, él estuviese encarcelado.
Recuerda cuando se conmovió por el buen corazón de su pareja y aceptó, pidiéndole que si en algún momento necesitaba su ayuda, no dudase en pedírsela a él.
Memorizaba todas y cada una de las veces dónde el de cabello rubio le mentía en la cara, diciendo que iba solo a donde viajaba pues Nick había dejado el equipo poco tiempo después de que él se retirase. Recordaba lo que había sucedido algunos minutos atrás y seguramente nunca iba a olvidarlo.
Queriendo sorprender a su novio en su escondite en la cárcel, llevaba en sus pastel planeando pasar el rato juntos cómo en los viejos tiempos.
El punto seguro había sido cambiada desde la independencia de L'manburg y su captura, pero el mayor le tuvo la confianza de decirle la dirección por sí sucedía algo; por lo que al notar que Clay estaba tardando en mandarle su carta, el chico hongo quiso suponer que aún se encontraba en el escondite.
Entró por la puerta principal. El sonido de algo chocando con otro objeto era lo único que se escuchaba por todo el lugar, provocando un eco horrible. No malpensó nada, al no oírse tan claro, razonó que estaba arreglando alguna espada en el yunque.
En aquel momento, la idea de que su chico le estuviese engañando nunca se le cruzó por la cabeza... O no quería aceptarla.
Hasta que, claro, lo tuvo que ver con sus propios ojos. En medio de la habitación dónde se decidía cada ataque y movimiento, dos cuerpos estaban uniéndose en el pecado de la lujuria, eran dos personas que ni en sus pesadillas habría pensado o se hubiese imaginado.
Se sentía traicionado al ver a ambos chicos a su novio y a quien creía poder llamar cómo su mejor amigo, teniendo sexo sin discreción alguna. Exponiendo su acto con poco pudor.
No pidió explicaciones, no quería saberlas. Sólo se retiró en silencio, sintiendo sus mejillas llenarse de lágrimas y una presión en su pecho, recordándole en todo momento el por qué se sentía de aquella manera.
¿A qué sitio debía ir si no tenía donde? Su antiguo hogar lo había abandonado desde que empezó una relación con el más alto, por lo que no era habitable. Había discutido con gran parte de sus amigos quienes decían que no estaba pensando las cosas claras al iniciar un noviazgo con el de ojos verdes y se habían separado... La única persona en quien podía confiar seguramente estaba descansando y no buscaba molestar a nadie más.
