『WITNESS』𝙴𝚔𝚔𝚘 𝚊𝚗𝚍 𝙹𝚒𝚗𝚡

× 𝟝 - ℝ𝕖𝕖𝕟𝕔𝕦𝕖𝕟𝕥𝕣𝕠 ×

Ya había pasado alrededor de un mes desde que Jinx disparó el misil hacia Piltóver; pensaba que ya se estaban tardando demasiado en declarar la guerra.

Cuando Sevika y los demás encontraron el cuerpo de Silco en la silla del edificio quemado supieron que había sido obra de Jinx, cerrándole las puertas de lo que llamaba hogar y amenazando con que la matarían apenas la vieran. Sin la protección de Silco la peliazul no era nadie, o al menos eso pensaba Sevika.

Sin Silco, ni Vi, sin ningún propósito, Jinx se empezaba a sentir aburrida, decaída y sin rumbo alguno. Decidió que intentaría divertirse de las maneras más extremas, tal vez así llamaría la atención de alguien, necesitaba que le hicieran caso. Robaba brillo y lo consumía para sentirse aún mejor consigo misma, en pequeñas cantidades claro está, estaba consciente de que consumir un gran vaso de brillo la haría verse literalmente como un monstruo.

No vivía en ningún lado, andaba de nómada. Cuando quería darse un buen baño de burbujas o descansar en un lujoso colchón de agua con almohadas de plumas iba hasta Piltóver y se quedaba en alguna casa de cualquier familia que hubiese salido de vacaciones.

De vuelta al presente, ella corría como más podía, intentaba no ser atrapada por la policía de Piltóver. Los había provocado directamente, y para ella eso era tremendamente divertido.

ー ¡Atrápenme! ーgritaba burlona, viendo hacia atrás, mostrando el dedo corazón y sacándoles la lenguaー ¡Pero qué lentos!

Dobló en un callejón, dejando a los vigilantes demasiado atrás. Al parecer estaba muy distraída, pues al voltear hacia el frente se estampó con alguien y cayó al suelo.

ー Ayyyy, hijo de... ーcomenzaba a quejarse mientras se levantaba del concreto sin mirar a la persona con la que se había topadoー ¿No ves que hago algo importante?

ー Tú...

La joven se quedó petrificada al reconocer la voz y lentamente miró hacia el frenteー ¿Ekko? ーsintió como si estuviera viendo a un fantasmaー ¿Sigues aquí? ¿Estás aquí? ーunas lágrimas saladas comenzaron a volver sus ojos cristalinos, olvidando por completo que unos vigilantes la perseguían, olvidando también la diversiónー Ekko... Yo... Yo lo siento tanto. ーpuso sus manos alrededor del rostro del moreno, mirándolo fijamente esperando que él aceptara sus disculpas.

"No lo maté, está vivo, gracias al cielo que está vivo." pensaba mientras examinaba al chico de pies a cabeza, verificando que no fuera otra de sus ilusiones.

ー ¿Eres real? ーpreguntó con la voz quebrada.

A pesar de que la había estado buscando, el muchacho estaba asustado, no sabía si ella de verdad estaba llorando o sólo estaba jugando con élー No me mates. ーle dijo, casi en un susurro. Se encontró con los ojos de la mujer, notando que ya no eran color azul, ahora tenían un color rosa con tonalidades violetas en algunas partes. Se veía demacrada, más delgada, sus ojeras eran enormes y podía divisar las hinchadas venas de Jinx por debajo de la piel. No era necesario ni preguntarle si consumía brillo, ya lo daba por hecho, sintiéndose decepcionado.

ー Sólo ayúdame a correr lejos de aquí... Lejos de todos... ーhace unos momentos para ella eso de molestar a los vigilantes era realmente estimulante y entretenido, pero no sabía qué sucedía por su mente, esa diversión ahora se había convertido en tristeza. Por alguna razón se sentía avergonzadaー Necesito un lugar para quedarme, quiero ocultarme.

Ekko quedó atónito al ver lágrimas reales caer por las mejillas de la "loca".

ー No llores. ーmencionó abrazándola.

ー Por favor, sólo soy una rarita.

En verdad él no comprendía a qué venía todo esto, palabras sin sentido alguno para él salían de los labios de Jinx como si fueran balas. La miró, y luego miró por detrás de ella. Desde lo lejos podía ver que unas personas armadas se dirigían hacia donde ellos estaban parados. No dudó y la tomó del brazo.
Corrieron juntos hasta el final del callejón.