Capítulo 1

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-Ahí está Anjali —Tina le dio un codazo y Rahul se volvió para mirar a Anjali y Phoebe, que acababan de entrar en la iglesia.

Siendo las mejores amigas de la novia, se habían vestido para matar. Phoebe estaba preciosa con un vestido amarillo, mientras Anjali había elegido uno más romántico en color rosa... y una pamela espectacular, calculada, evidentemente, para que las demás invitadas pasaran desapercibidas.

Rahul no sabía mucho de moda, pero hasta él se daba cuenta de que se había salido con la suya. La pamela de Tina, que le hizo levantar una ceja, parecía pequeña en comparación. Típico de Anjali, pensó, con afecto. Siempre hacía que la gente volviese la cabeza.

Phoebe los saludó con la mano antes de volverse para hablar con su marido, Gib, que era el padrino y esperaba en el altar con el novio.

Anjali se acercó al banco donde estaba Rahul con una expresión rara, como molesta. Era su mejor amiga, pero últimamente estaba un poco distante.

—Perdona que no te bese —murmuró, señalando la pamela—. Esto no está diseñado para el contacto íntimo.

—Sí, ya veo —sonrió él, inclinándose de todas formas para darle un beso en la mejilla. Pero sintió que se ponía tensa.

— ¿Pasa algo?

—No, nada —contestó Anjali, sin mirarlo—. Ya sabes cómo son las bodas. Uno nunca llega a tiempo.

Ah, eso debía explicar su nerviosismo, se dijo Rahul.

— ¿Cómo está Kate?

—Un poco nerviosa, pero bien. Llegará enseguida.

Al otro lado del banco, Tina asomó la cabeza para hablar con Anjali.

—Tú deberías ser la madrina. Al fin y al cabo, eres su mejor amiga.

—Phoebe también es muy amiga suya. Además, Kate no es muy alta y quedaría mal con una madrina que le sacara una cabeza.

—Sí, pero Phoebe está casada.

— ¿Y qué?

—Pues que estando tú soltera, lo lógico sería que fueras tú la madrina —insistió Tina.

—Soy un poco vieja para eso —intentó sonreír Anjali. Sin embargo, sentado entre las dos, Rahul se dio cuenta de que había tensión entre ellas.

—No eres tan vieja. No puedes tener más de treinta y cinco.

Rahul se aclaró la garganta. Tina acababa de meterse en terreno peligroso. Anjali era muy sensible sobre el tema de la edad. Efectivamente, cuando miró a su izquierda, vio que los ojos avellana de su amiga se habían oscurecido.

—Pues no. Resulta que sólo tengo treinta y dos.

Y cuando miró a Rahul lo que quería decir estaba claro: «Y no se te ocurra decir que estoy a punto de cumplir treinta y tres».

—Ah, ¿sí? —siguió Tina, sin ningún tacto—. Como eras compañera de Rahul en la universidad, pensé que tendríais la misma edad.

—No, él es un poco mayor que yo —replicó Anjali, con los dientes apretados.

Rahul decidió que era el momento de cambiar de tema.

—Entonces, ¿quién es la madrina, Phoebe?

—No, Phoebe es la dama de honor. La madrina es Alex, la hija de Finn. Está emocionada, no podía parar de saltar mientras ayudábamos a Kate a vestirse. Además, es mejor que sea su hijastra. Si yo hubiera sido la madrina, no habría podido ponerme esta pamela.

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