𝐇𝐔𝐑𝐑𝐈𝐂𝐀𝐍𝐄 | JAMES POTTER

▍𝟬𝟬𝟯. the same james potter

Esquivar a James Potter había pasado de ser una simple tarea a convertirse en una rutina forzosa para Bianca. A pesar de que, en su mayoría, observaba a James pegado a Amber, su prima y actual pareja del chico, había momentos en los que resultaba casi imposible evitarlo. En tales circunstancias, la única opción viable era huir a su habitación, buscando refugio temporal.

Para James, las interrogantes se acumulaban. Durante los cinco años que Bianca estuvo en Francia, se cuestionaba el porqué de su silencio ante sus cartas. ¿Qué habría sucedido para que ella decidiera cortar toda comunicación? Además, estaba intrigado por entender la razón detrás de la evidente evitación por parte de Bianca. No podía negar que, desde que retomaron su amistad a los once años, comenzó a experimentar sentimientos más allá de la amistad, sentimientos que crecieron con el tiempo. En Hogwarts, dedicaba largas horas a conversar sobre la perfección de Bianca y lo bien que se llevarían todos. Incluso había propuesto a sus amigos, Sirius, Peter y Remus, la idea de jugar alguna broma juntos cuando Bianca se uniera a Hogwarts. Sin embargo, todo cambió repentinamente cuando las cartas de Bianca dejaron de llegar sin explicación alguna, llevándose una gran decepción y tristeza la cual fue consolada por Amber, haciendo que poco a poco la pelirroja perdiera relevancia en la vida de James. Sus amigos en ningún momento aceptaron aquella relación, tenían la esperanza de que tan solo duraran un mes, pero con el tiempo tuvieron que empezar a tener sus quejas en silencio o lanzar indirectas sobre lo poco que les agrada aquella relación, ya que por extraño que pareciera, aún seguían juntos y que por ende tendrían que lidiar con la constante presencia de Amber.

La llegada de Bianca a Hogwarts sorprendió a Remus, Sirius y Peter. No esperaban un cambio físico tan notorio desde la última vez que tuvieron noticias de ella. A pesar de ello, resultaba complicado entablar una conversación con ella, ya que siempre parecía estar huyendo de James.

– Por favor, Lily, ¡la queremos conocer!━ suplicaba Sirius, gritando en los abarrotados pasillos de Hogwarts.

La persecución de Sirius a Lily se convertía en un espectáculo en los pasillos de la escuela. Lily, cansada de las constantes súplicas de Sirius para conocer a Bianca, intentaba caminar más rápido por los extensos pasillos, mientras Sirius la seguía como si estuviera dando un paseo normal, intensificando aún más los ánimos de Lily. La pelirroja había establecido una estrecha amistad con Bianca desde su llegada, compartían habitación y Bianca le había confiado todos los detalles de su historia con James. Lily tenía muy claro que no quería que James y los Merodeadores se acercaran a ella, a menos que James se disculpara por todo lo ocurrido.

– ¡No! Si Bianca está evitando a James, ¿por qué querría estar con los tres mejores amigos íntimos de James Potter?━ Lily tenía razón, ¿por qué Bianca debería relacionarse con personas cercanas a James, la misma persona que intentaba evitar?

Sirius se quedó pensativo mientras Lily lo miraba con esa expresión triunfante que siempre tenía cuando sabía que había ganado la batalla. Dejándolo inmerso en sus pensamientos, la pelirroja se encaminó hacia su destino original: la biblioteca. Mientras tanto, Sirius seguía reflexionando sobre cómo lograr que Bianca se acercara a ellos, y en ese momento, una idea brillante comenzó a tomar forma en su mente.

– Por favor, Remus, eres el único que podría lograr que nos haga caso.━ Las súplicas de Sirius se dirigían esta vez hacia Remus, quien lo miraba con desaprobación mientras sostenía un libro en uno de los cómodos sillones de la sala común de Gryffindor.

Remus, a diferencia de sus otros tres amigos, entendía a la perfección por qué la pobre chica no quería tener nada que ver con ellos. Para empezar, era evidente que existió algo especial entre Bianca y James antes de que este se fuera, y encima, él se unió a su prima, la misma persona que le hacía la vida imposible. Remus sabía que no era una situación agradable. A pesar de ello, Sirius era persistente, y a veces, sin darse cuenta, arrastraba a Remus a participar en planes que él no respaldaba.