Capítulo 15

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                                                    (1/2)

*Narra Jimin*

El tiempo pasaba y el frío se hacía presente, era viernes, y esta noche, era uno de los partidos de clasificatorias para el fútbol americano, Tae me hablaba nervioso, ansioso.

Incluso podía sentir a su lobo tener la mandíbula apretada y correr de un lado a otro.

 -¿Esta todo bien?- Pregunto desde el otro lado de la cocina, donde se encontraba de pie, con la taza de chocolate caliente.

-Si, seguro- Me encogí de hombros, le di un sorbo a mi taza, que había quedado reposada en mi mano a medio camino, hice una mueca, muy caliente.

- Después del partido iremos a Seascape, para celebrar-  Empecé a responderle, cuando una chica entró a la cocina por las puertas cerradas que daban al patio. 

Me puse rígido, nunca había visto algo así, además de Jungkook.

Tampoco podía percibir un lobo en ella, tal como cuando Jungkook era invisible para el resto.

La chica era hermosa, su larga cabellera negra colgaba por su espalda, formando ondas al final, su cuerpo era escuálido, pero con unas curvas notorias debajo de su ropa, su tez era blanca, tan blanca como la nieve, que hacía resaltar los rojos labios en el rostro de la chica, su nariz pequeña y respingada quedaban a la perfección con la posición de sus ojos rasgados.

La ignore, actué como si no existiera, como si no la hubiese visto, pero como la Diosa luna me odia a mi y a mi lobo, se detuvo directamente frente a mí y empezó a estudiarme detenidamente. 

Sus ojos parecían translucidos a pesar de la pequeña tonalidad marrón que tenían, estaban acompañados de largas y rubias pestañas, tan rubias, que parecían casi indetectables.

Su cabeza se inclinó a un lado mientras se acercaba hacia mi, como si yo fuese algún tipo de experimento científico, que le llamaba mucho la atención.

Supe que algo no andaba bien, cuando Tae la ignoro completamente, solo yo la podía ver.

No quería a seres deambulando a mi alrededor, dejándome más preguntas que respuestas, molestándome en mi día a día.

No sentía esta molestia desde que supe el nombre del extraño de mi habitación, desde que conocí a Jungkook, mi vida se había vuelto un poco más difícil de lo que ya era. 

-¿Jimin?- La voz de Taehyung me despertó de mi trace, quite mi mirada de la chica, era un poco difícil ya que se encontraba tan cerca de mí, que podía sentir su respiración en mi rostro.

-Um, lo siento ¿Qué decías?- Tae ya no parecía divertido, dejó la taza en el lavado de la cocina y caminó hacia mí. 

-¿Seguro que estas bien? Tal vez deberías quedarte en casa y descansar, se que los chicos lo entenderán- Me obligue a mi mismo a no gritar, cuando sentí una mano fría en mi cabello.

-Suave- El musical tono de voz de la chica me sorprendió, di un brinco, lejos de ella. 

-Estoy bien, solo un poco nervioso. Necesito terminar de arreglarme antes de pasar por Yoona.

Tae asintió, un poco mas tranquilo.

-De acuerdo, supongo que los nervios son normales, este es tu primer partido desde que volviste con Yoongi - Guiño un ojo, intente retener mi sonrisa falsa antes de girar y correr a mi habitación. Cuando ya estuve dentro de ella, mi mirada buscada por cada rincón a la pelinegra chica. 

-¿Me buscabas?- La musical voz, provino detrás de mí. Me volteé, sorprendido, dejando que se me escaparan un pequeño chillido.

-¿Qué estabas haciendo? ¿Quién eres?- Pregunté, confundido.

La Morte me protège | Kookmin| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora