La Morte me protège | Kookmin| Omegaverse

Capítulo 25

Mire la puerta frente a mi y suspire antes de entrar. Mi madre estaba encantada con que yo viniera a cuidar a la tía Soojin. Entre mas cosas hiciera mejor, bueno, en tanto sean cosas que me ayudaran a no estar encerrado en mi habitación a hundirme en la depresión.

Sabía que la tía Soojin era la única familia paterna que teníamos. Había sido la única en no darnos la espalda cuando mi padre se fue y básicamente, era nuestra única familia.

Baje del ascensor en el piso de habitaciones. Muchas de las puertas estaban abiertas, dejando ver a las personas que yacían en cama por algún problema médico. Niños, adultos, ancianos.

-Hola- Salude a lo lejos a un niño que se me había quedado mirando. El pareció sorprenderse.

Continue con mi camino y seguí las instrucciones que la recepcionista me había dado. No tarde mucho en darme cuenta que la tía estaba en una de las habitaciones VIP del hospital.

Caminé pasando a unos niños en silla de ruedas mirándome con curiosidad. Sonreí y dije hola al pasarlos. Mi corazón empezó a doler por otras razones que la de mi pérdida. Ver las pequeñas sonrisas en sus rostros pálidos no fue fácil. 

Una niña pequeña con un largo, rizado y negro cabello llamó mi atención. Se paró en la puerta de su habitación de hospital mirando, no a mí, sino a ambos lados y detrás de mí con curiosidad antes de mirarme directamente a mí. 

Reduje mi andar y miré hacia atrás, dándome cuenta de que la mayoría de los niños a los que les había sonreído comenzaban a seguirme.

Me detuve y estudié su pequeño y dulce rostro. Estaba de pie con el uso de lo que parecía ser una muleta. Miró hacia los niños de nuevo y sonrió cálidamente, luego sus pequeños ojos me encontraron.

-¿Esta todo bien?- Le pregunté en un susurro, temeroso de que alguien pudiera escucharme y pensar que estoy molestando a los pequeños. Asintió con la cabeza, haciendo que todos los rizos negros rebotaran a su alrededor.

-Lo está- Dijo en un fuerte susurro. Yo asentí con la cabeza.

-Eso es estupendo- Conteste sonriente. Le guiñe un ojo y luego seguí mi camino hacia la tía Soojin.

Cuando encontré la puerta café canela y la abrí, lo primero que pude escuchar fue la voz de la tía Soojin decir " Lo logre, logre apretar el gatillo y acabar con la persona que mas daño y odio creaba en mí, pero no murió, ¿por qué?"

-Porque no puedes matar a un reflejo en el espejo  -Respondí y sonreí. La tía Soo bajo el libro de sus manos y abrió sus brazos. No espere mucho para correr a abrazarla. Las feromonas de alfa me hicieron sentir seguro, en casa.

-Oh mi querido niño, me alegra tanto verte- Acarició mi cabeza- ¿Cómo has estado? ¿y Taehyung? ¿dónde está ese alfa de pacotilla que no viene a ver a su tía favorita?

-Tae está enterando para el próximo partido tia Soo.

-¿Y ese alfa tuyo también no?- Un color rojo se apoderó de mis mejillas.

-Yoongi también, junto con Namjoon- Hice una pausa- ¿Como fue que te caíste tia?

La tia Soo era alguien muy sabia. Tenía tanto conocimiento como una enciclopedia. Del tema que le preguntaras, ella tenía una respuesta. Además de compartir un vínculo familiar, era mi mayor confidente, es por ello que le hablaría de lo que me atormentaba desde hace días, pero el miedo a ser juzgado o tachado de loco, hizo que retrocediera. 

-Oh querido, esta alfa ya está vieja. Trataba de arreglar el tejado del cobertizo y mi tobillo se dobló- Se lamento- Pero nada detendrá a esta Park.- Sonreí ante su energía.