Heaven

Prólogo

Heaven

(By: Adriana Rangel)

Prólogo

"Blind"_ Lifehouse

    La culpa es meramente mía.

   Sólo mía, por eso siento como roe sobre mis venas.

    Simplemente mía, por volverme en un ser arrogante y frío cuando sentí que iba a perderla.

    ¿Qué habrían hecho ustedes en mi lugar? ¿Qué hubiesen hecho si se hubiesen encontrado en esa situación que posiblemente jamás hubiese estado en su cabeza?... Es cierto, debo decirles por completo que situación antes de que ustedes puedan darme una respuesta.

    Todo había sucedido ochos años atrás, cuando una verdad golpeó por completo mi vida. Había tenido tiempo sin verla, sabía que sus obligaciones le mantenían alejada de Los Ángeles, cuando había encontrado una oferta de trabajo en Seattle. Su mayor sueño. Sin embargo, ella siempre había estado en mi mente.

    De la misma forma que sus ojos avellanas.

    Su sonrisa.

    Su completo yo.

    Ella había regresado a Los Ángeles, sintiéndose afortunada. Creía que finalmente había encontrado el amor de su vida. El que todos soñamos encontrar y muy pocos encuentran. En ese tiempo se creía afortunada al estar en ese pequeño grupo. Sin imaginar que quizá siempre había estado en frente de sus ojos.

    Sí... Tan cerca que nunca había tenido la necesidad de buscar.

-¿No me dirás nada?- le había preguntado mi hermana Gemma al ver su anillo de compromiso- ¿Te casas? ¿Con quién? ¿Lo conozco?

- Se llama Chris Everest... Lo conocí cuando estudiaba en UCLA. Y por cosas de la vida. Nos reencontramos de nuevo en la editorial en donde trabajo...

- Me has sorprendido doblemente... Habíamos tenido un año sin vernos. ¡Y mirate! ¡Mi gran amiga Heaven se va a casar!

    Entrar a mi casa, recibiendo como bienvenida aquella noticia, fue un golpe fuerte que borraba la emoción de verla de nuevo. Y por primera vez en la vida ni siquiera podía sonreírle o alegrarme por ella. Heaven me observó y se levantó para saludarme. Pero ni siquiera podía expresar emoción por ello.

- No te alegras al verme...-dijo al abrazarme.

- Sí... ¿He escuchado bien? ¿Te casas?

- Sí...

- ¿Por qué se casan tan pronto? ¿No te pareces que estás tomando una decisión apresuradamente?

- No me estoy casando tan pronto ni estoy tomando una decisión apresurada... Es algo normal a mi edad. ¿Qué más habría de esperar?... Mírame, ya tengo 25 años. No soy una niña.

- Sí. Lo sé... Sólo que...

- ¿No te alegras por mí?_ me preguntó sin entender por qué actuaba de esa manera.

- Heaven...

- ¿Heaven?- me miró con extrañeza porque ni siquiera la había llamado con su apodo.

- Harvey  actúa así porque te ve como una hermana a quien proteger...- interrumpió mi hermana, sin percatarse mucho menos de toda aquella agonía que mi corazón sufría.

- Puedes estar tranquilo por mí, Harvey, Chris es un buen hombre...

    Bufé en mi interior. Estaba completamente ciego y celoso, al mismo tiempo, en que frente de mi se colocaba un letrero invisible que decía: "¡Peligro, alguien desesperado por evitar una boda!"

- ¿Si te pido un favor me ayudarías?- se le había ocurrido preguntarme, sin saber el error que cometía.

- Obvio que sí...- expresé por cortesía, aunque deseaba hacerle ver mis propios sentimientos. Aquellos que antes no había visto por completo. Hasta ese instante.

Siempre había estado enamorado de ella. Siempre había procurado estar cerca porque me parecía un ser interesante. Y no me importaba en absoluto su edad, aunque fuese ocho años mayor que yo.

- Bueno, es algo que me da un poco de vergüenza... Te juro que lo pensé por mucho tiempo. Demasiado tiempo, y quería preguntarte en presencia de Gemma.

- ¿De qué se trata?

- Harvey, deja de ser tan seco. ¿Te ocurre algo?- expresó mi hermana, se encontraba apunto de darme una zarandeada si seguía con esa actitud arrogante y distante.

- Nada... Sólo que no ha sido un buen día para mí en el instituto. Siento si he sido un poco amable...- sus ojos volvieron a mirarme, y en ellos, se veía aquel interrogante sin respuesta producto de aquella noticia que me había golpeado en lo más hondo- Dime Heaven, ¿en qué puedo ayudarte?

-Es un tema realmente de chicas... Pero me gustaría tener una opinión masculina. Y tú eres la única opción que tengo.-la miré con cierto interés, aunque sabía que lo que estaba por pedirme no me daría gusto- Espero que no te moleste acompañarme.

- En absoluto... ¿Tan malo es, a pesar de que sea un hombre?

- Quiero que me ayudes a elegir mi vestido de novia junto a Gemma... He encontrado una boutique que me ha encantado, pero en verdad necesito una opinión masculina. ¡Y que mejor que la tuya!

   A Gemma le gustó la idea. Aunque mi cabeza se cuestionaba si realmente podría ser testigo presencial de aquella elección. ¿Acaso podría soportar aquella estocada que se enterraba aún más en mi corazón?

- Nos parece bien, ¿verdad Harvey?_ me preguntó Gemma. Me limité a asentir, sintiendo un nudo en el estómago que me provocaba ganas de vomitar.

   Y aquella sensación no desaparecía. Sino que aumentaba cada vez más y más.

    Deseaba arrastrarla a mi habitación. Retenerla entre mis brazos y no dejarla ir. Y besarla. Besarla hasta hacerle perder la cordura y comprendiera que si se casaba con ese tal Chris, estaría cometiendo la peor locura.

    Yo la amaba.

    Su felicidad se encontraba junto a mí.