Capítulo 3

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Capítulo 3

"Starts With Goodbye"_ Carrie Underwood

Heaven se encontraba mirando hacia su ventana. El sonido de las olas del mar le hacia recordar esos días en que su vida tenía sentido y era más joven. Su época al salir del internado de señorita en cual había estudiado, por mero capricho de su padre, y aquellos días en que finalmente había regresado a su casa, antes de entrar a la universidad. Uno de esos días le había llevado a conocer a Gemma. Haciéndose la mejores amigas, incluso, en aquellos días en que había decidido tomarle la palabra y hacer el papel de niñera. Nuestra niñera.


En ese tiempo fue que la vida me había hecho conocerle. Y para mi desgracia, enamorarme de un amor imposible.


Heaven cerró los ojos recordando aquel ayer. Nunca se había detenido a pensar por qué ese niño, casi hombre, siempre le obedecía, cuando ella daba una orden. Gemma, sin embargo, no había tenido ese poder.


Abrió los ojos, mientras decidía darse a la vuelta y mirarse al espejo. ¡Qué irónica podía volverse la vida en un abrir y cerrar de ojos! Ella... Simplemente ella había sido la causante de romper un corazón, sin querer, cuando la vida pretendía hacerle lo mismo, en el futuro, con alguien quien realmente no le interesaba su corazón.


Sus ojos castaño se bañaron una vez más, tras aquellas lágrimas que recorrían su rostro. El vacío que sentía era tan hondo, que no lograba sanarlo por completo.


Deseaba salir y correr aquella mañana, por lo que no lo pensó dos veces, cuando decidió meterse en el baño, para tomar una ducha frías. No le importaba si al regresar tenía que ducharse de nuevo.


La mañana había amanecido con un sol radiante. Lejos de allí, yo había decidido lo mismo. Necesitaba despejar mi cabeza y sacarme todo aquello que me atormentaba, desde que había sabido que ella había regresado.


Ya no quería el sabor del licor ni quería utilizar a alguien más, para desaparecer toda aquella sensación que me arrancaba el alma.


Me coloqué mi iPod y decidí a salir a correr. Necesitaba ejercitarme un poco y retomar mi vida. Sí, eso era lo que pensaba hacer. Al mismo tiempo, que la idea de pedirle a Amanda Wallace que saliera conmigo, se hacía cada vez más tentador. De todas las chicas con la que había salido, ella era la única que me hacía sentir como ese Harvey que había olvidado en mí mismo.


¿Por qué no darme una oportunidad con ella?


Empecé a correr, alegrándome de vivir en aquella zona costera. Amaba el mar sobre todas las cosas, aunque era consciente que era inglés. Sin embargo, había sido bendecido cuando mis padres se habían mudado allí.


No había nada mejor que vivir cerca del mar.


Y Los Ángeles eran el mejor lugar del mundo.


Lejos de allí, sin yo saberlo, Heaven hacía lo mismo, en una dirección contraria a la mía. "Starts With Goodbye" de Carrie Underwood, era la canción que escucha mientras ella corría, sin prestarle atención a su alrededor. Las lágrimas seguían acompañándola, mientras los recuerdos le herían aún más. No podía entender qué había hecho mal. ¿Acaso creer que realmente su historia de amor era hasta que la muerte les separara? Pensarlo realmente se le hizo amargo. El sinsabor de todo aquello había sido devastador para sí misma.


No sabía cuánto había corrido. Si le dolía los pies, no lo sentía. Simplemente podía percatarse de que sus lágrimas habían nublado sus ojos. Y debía detenerse, sino quería darse en frente de un poste o algo parecido, en medio de la calle.


Pero pensarlo había sido una cosa. Otra había sido realmente hacerlo. Porque de pronto se vio golpear a alguien sin querer. Levantó la mirada, al mismo tiempo, que la visera de su gorra le permitía ver el rostro de ese alguien.


- ¿Harvey?


Su rostro me hizo ver su propio asombro, mientras yo odiaba mi mala suerte esa mañana.


- Hola Heaven...- expresé en un tono chocante y distante.

- Hola...- expresó algo incómoda, al ver con sus propios ojos que no había sido para mí tan grato el verla de nuevo- Disculpame, no te vi...

- No importa...- expresé y la ignoré al seguir mi camino.


No quería escucharla. No quería saber porque lloraba, aunque me imaginaba que era por aquel idiota que había sido su esposo. ¿Qué me importaba a mí su tonta decisión y el resultado de ésta?


Heaven me miró y se sintió más culpable aún. Ese era el resultado de aquello que había ocurrido en el pasado. Y le dolía, porque realmente era alguien importante para ella.


- Siento tanto que todo haya acabado de esta manera.- dijo en su interior, mientras me veía partir, sin despedirme de ella.


La rabia volvía a roer todo mi interior. Quería golpear algo. La pared, pero al encontrarme en plena calle, no quería verme como un loco. Y había salido a correr para despejar mis pensamientos. Aunque realmente había sido peor la cura, que la enfermedad.


Regresar a casa había sido una verdadera tortura. Esperaba no encontrarla. Esperaba que ella hubiese decidido retomar su camino para evitar otro encuentro desagradable. Y cuando finalmente decidí que era momento de regresar. Fue un alivio no ver su cara.


Me comportaba de una forma egoísta, sin pensar en sus propios sentimientos. ¿Acaso ella había sido culpable de mis sentimientos? Ella jamás buscó que un hombre menor, pusiera los ojos en ella. Sin embargo, la vida se había empeñado que ese hombre fuese yo.


Ignoré lo que le había afectado al verme y cuánto le había dolido.


Había entrado a su casa, quitándose la ropa en su habitación, para volverse a meter en la ducha. Sin embargo, al abrirla, había decidido sentarse en el suelo, abrazarse a sus rodillas y dejar caer el agua sobre sí misma, al mismo tiempo, en que las lágrimas bañaban su rostro.


HeavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora