𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊𝒎𝒐𝒔 [𝑼.𝑹.𝑺.𝑺. 𝒙 🇵🇪]

Parte 6

Con cuidado dejó a un lado al bicolor para poder agarrar la bandeja —For you darling —el peruano se sonrojó levemente llevando sus manos a la boca por el asombro.

—So-Son de chocolate, y tienen forma de animalitos ¡Me encantan! ¿Las hiciste tú? —preguntó agarrando una pequeña galleta en forma de gatito.

—Yeah, todas son para ti, anda come —dijo con una sonrisa, Perú empezó a comerlas mientras el estadounidense lo contemplaba enamorado.

El joven soviético vio la hermosa sonrisa del bicolor desde lejos, porque sabía que USA lo botaría de ahí aunque puede que no, no sería capaz de hacerlo delante del peruano, dejando eso de lado él también quería provocar ese gesto en el pecoso...

—Están muy ricas USA —comentó —Deberías cocinar más seguido —sugirió guiñándole el ojo, sin dejar de comer —Mhn- Le invitaré un poco a URSS, lo he notado un poco deprimido.

—¿URSS? —preguntó quitando su sonrisa.

—Si, cuando llegué estaba triste el pobre, sigo pensando que aquí lo tratan mal...

—E-Eh... no creo.

—Uy sí, bueno me retiro —dijo agarrando unas cinco galletas, fue hacía la puerta y al abrirla se topó con el soviético —Ven URSS.

—Está bien... —susurró siguiendo al latino que le entregaba unas cuantas galletas, a lo que USA colocó una mirada molesta dirigida hacía él. Soltó una suspiro cansado y empezó a escuchar su mayor que le platicaba sobre su viaje.

[...]

—En que piensas, URSS —me preguntó Perú estando echado a mi lado, ambos mirabamos el techo después de haber comido las gallestas que había preparado USA.

—En nada... ¿Tú que estás pensando? —él me miró con una sonrisa provocando que mis mejillas se sintieran calientes.

—En mi territorio, hay mucho que te quiero mostrar... YA SÉ —exclamó levantándose de golpe, para echarse encima mío.

—¿Qué co-cosa? —pregunté.

—Ven conmigo, ven a mi territorio —propusó muy feliz sin quitarse de mi encima, era mi imaginación o... se veía más pequeño y lindo.

—E-Espera, ¿Te vas?

—Ah... no, solo que cuando eso suceda te podrías venir conmigo, la guerra debe acabar en un momento ¿No lo crees? —es cierto, no se que pasa pero, lo que me dice es una locura, una locura que estoy dispuesto a apoyar, quiero estar con él, sé que suena ridículo pero él me hace sentir tan bien y a salvo, siento que no importa dónde esté, siempre podré ser feliz estando a su lado. Muy lógico de mi parte sentirme así por alguien que apenas conozco.

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