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En el mundo actual, la mayoría de su especie ya se encontraba buscado a su alma gemela, a su otra mitad

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En el mundo actual, la mayoría de su especie ya se encontraba buscado a su alma gemela, a su otra mitad.

Los híbridos como el, al igual que todo el mundo, hay de diferentes especies, ya estaban destinados a su pareja, el cómo un omega estaba destinado a encontrar a su alfa, cosa que ya hizo, pues ahora mismo se encontraba arriba de el buscando un beso de su parte.

El era una pequeña vaca, con orejas blancas como la nieve y manchitas en su cuerpo de el mismo color de un melocotón. Su cola agitándose por emoción, pues su novio, su alfa, estaba de regreso, pero el muy tonto no quería besarlo.

- Zaynie... - el rizado hizo un puchero con sus labios de color rosa pastel, buscando la atención de su novio. - Hazme caso, Zayn.

- No, hasta que me beses.

- Pero no me dejas hacerlo.

- Entonces no. - los ojos de Harry comenzaron a cristalizarle, eso hizo que Zayn tomara la iniciativa besándolo desprevenidamente. - Lo siento, estaba jugando.

- ¿Qué clase de juego es ese? - olfateó.

- No lo sé, ¿poder y amor? - sonrió.- Te extrañe mucho, amor mío.

- Tonto...

- Tú tonto, ahora vámonos a casa, quiero besarte toda la tarde. - Zayn tomó la mano de Harry, llamaron a un taxi antes así que al ver al chofer esperándolos afuera de el aeropuerto fue más rápido llegar a casa.

Zayn dejó sus maletas en el suelo y olfateó su hogar, el olor es el mismo como la última vez que piso ahí, o sea hace dos semanas. Había ido a visitar a su familia a Canadá, ya que su padre estaba enfermo y sabía que tenía que estar ahí para el, Harry no pudo ir ya que tenía trabajo en la escuela en la que enseñaba, dejando a un desolada y hormonal vaquita en celo durante tres días dentro de esas dos semanas.

- ¿Compraste supresores, amor? - preguntó Zayn, viendo la cajita de Té en la encimera de la cocina. - ¿Té con extracto de fresa y sandía, supresores neutro? - leyó la etiqueta rosa de la caja.- ¿Qué es esto?

- Son supresores pero en forma de Té me ayudan más que los que compraste la vez pasada, y mi marca ya no duele tanto. - Harry salió de la habitación que compartían vestido solo con unas medias de lana y su sudadera ya que estaban en invierno, su cola blanca asomándose por lo corto que era y sus orejas siendo abrazadas por un gorro de Zayn que encontró en su armario.

- Oh, creí que te gustaban. - la cola de gato de Zayn cayó, revelando su vergüenza en sus acciones.

- Saben a mierda, Zee, se que los compraste de Francia pero no me gustan, prefiero estás que son de fresa y sandía. - se acercó hacia el moreno, quien puso una mano en su cintura para acercarlo más.

- Debería de probarlos también si tanto te gustan. - murmuró, dejando la cajita en su lugar antes de rodear con sus brazos llenos de tinta a su dulce vaquita. - ¿Todo estuvo en orden mientras estaba fuera?

- Todo en orden, mi jefa me dio un pago extra por cumplir en mis labores, y aparte por qué la ayude hacer un pastel de nueces para su esposo, que por cierto no fue agradable de conocer, y mis alumnos han estado bien también. Niall y Liam adoptaron un pez la semana pasada y Liam lo mato al día siguiente, Niall se molesto y se quedó a dormir aquí por dos días hasta que regreso a su casa, Louis y Ele han estado bien también, Jessy ya habla. - sonrió revelando su dentadura blanca, sonrisa tan pegajosa que hizo sonreír a Zayn.

- ¿Tanto por dos semanas? Deberé de no hacer más viajes tan largos.

- No debes, pero es tu deber hacerlo, te extrañe mucho. - el cuerpo de Harry abrazo el contrario, oliendo el olor que desprendía, una mezcla de perfume varonil y menta inundó sus fosas nasales, dejándolo maravillado por tal deliciosa combinación.

- Prometo ya no hacerlo, quizás me mueva de planta si es necesario, ya no quiero dejarte. - su rostro ahora estaba en el cuello de Harry, lamiendo la marca de sus dientes que hizo antes de irse, un poco roja ya que se sobre paso un poco.

- Te amo...

- Yo también lo hago, mi pequeño girasol.

Su día pasó rápidamente, Zayn siendo el gato moribundo que era se la paso acostado encima de Harry, quien con gusto lo recibiría, el cuerpo cansado de su esposo estaba en paz ahora que estaba de regreso. Harry se encargo de que nadie los levantará, pues ambos ahora podían dormir tranquilos.

𝖵𝖺𝗊𝗎𝗂𝗍𝖺 𝗒 𝗀𝖺𝗍𝗂𝗍𝗈 [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora