Todo

H.d.P.

¿Triste destino?

    Típico. Tal vez esperaba demasiado de los libros que leía últimamente. Tal vez a nadie le gustaba lo que a ella. Tal vez aún no había llegado a la historia ideal. Pero Una Serie de Eventos Desafortunados, posteriormente Una Serie de Catastróficas Desdichas, había llegado tranquila y sutilmente, sin siguiera desearlo. Y era más que ideal. Tal vez la próxima historia que le llegara le ayudaría a definir concretamente qué era lo que no sabía exactamente que buscaba, y que encontró en ella.
      ¿Pero qué había salido mal? Todo. O casi todo. Al principio la historia era cuasi ideal, o ideal sin punto y coma. Sin embargo, a la mitad del libro todo empezó a derrumbarse triste y silenciosamente. Pero la cuestión es que el libro tuvo un final feliz, pero ella no se sintió feliz con ese final.
      Tal vez se debía al hecho de que la protagonista, además de tener el nombre de su hermana, era posiblemente ella misma de otro universo. Posiblemente, también, era una combinación, de otro universo, de su hermana y ella. Y tenía que admitir que admiraba a la chica, pero no quería negar que había tomado terribles decisiones, simplemente por dejarse llevar por las demás.
      Bien el problema era que se veía borrosamente reflejada en la protagonista, y le parecía vulgar y dolorosamente insulso cómo había terminado la susodicha. Ya había visto tantas veces el mismo final repetido, y hasta en personas que eran ella, pero no eran ella al mismo tiempo.
      Y bien también sabía que había una película, pero no se animaba a verla. Tratándose del género de las películas, las cuales tienen fama de no ser tan elaboradas en la trama como series o libros, le asustaba la idea de que la adaptación pudiera ser incluso más decepcionante que su predecesor.
      Tal vez ese era su único destino. Su único final. Como en todas sus vidas pasadas, su único propósito era casarse. Como sus supuestas amigas, hermanas, madres...
      El enojo había dado paso a la tristeza.

(23/11/21)