Miguel (Edad) : 24
Robby (Edad) : 23El mejor guerrero del Rey llegaba de su misión junto con los hombres restantes de un enfrentamiento.
Los rumores decían que el protegido del Rey podría contraer matrimonio con la hija Omega mayor σαμάνθα (Samantha), ambos siendo los mejores harían un hijo muy fuerte
Aunque sabían que la princesa se la pasaba de fiesta en fiesta y enamorando jóvenes doncellas
El que realmente llevaba las riendas era el hijo menor Ροβέρτος (Robert), un Omega.
Miguel (Ο Μιγκέλ) llegaba cansado, tendría que caminar a sus aposentos a darse un largo baño y ver al Rey.
Llegó a sus aposentos y se despojo de toda armadura, incluído su casco, tocó su creciente barba y cabello largo que había crecido por no rasurarse
Un sirviente entro con lo que parecía ser ropa.
—Mi Señor el joven príncipe lo estará esperando en los jardines—Indico el siervo para luego retirarse
Se dió una ducha rápida y se puso la bata perla ajustándolo con la capa color vino, uso sus sandalias y salió a paso firme, los sirvientes se inclinaban ante el cuando lo veían pasar
Entonces lo vio tan hermoso sentado sobre el borde del suelo, con los pies sobre el agua cristalina
Sus miradas se encontraron, el Omega sonrió y Miguel pudo sentir que toda la batalla, heridas y sangre habían valido la pena por volver a verlo con los brazos extendidos hacia el, camino hasta que el castaño se paró frente a el con los pies mojados, usaba un hermoso chiton blanco con una cinturón amarrando a su cintura.
—Haz regresado a mí—Susurro el Omega con el Alfa enterrando su nariz en la curvatura de su cuello donde el aroma a vainilla era más fuerte
—Siempre volveré a ti—Exclamo tomando su rostro suavemente para darle un casto beso
—Te creció el pelo y la barba, es algo diferente...—Comento el ojiverde tocando su cara con vello
—Y te gusta?—Pregunto juguetón acercando sus cuerpos
—Si, te hace ver intimidante—Expreso sonriendo enrredando uno de sus dedos por su ahora largo cabello negro
—Te extrañe mucho—Confeso sintiendo tranquilidad ante la presencia de su principe tocando su pelo
—Yo también, como no te imaginas, pasar mi celo sin ti fue una tortura—Le comento aún acariciando su cabello—Pero, ahora estás aquí conmigo, te necesitaba tanto—Casi ronroneo volviendolo a besar como un amante hambriento de cariño
Sorprendido lo agarro de la cintura, poniendo una mano sobre su nuca para profundizar el beso
Se separaron jadeando pero así lograron sonreír tomando aire
—¿Ya comiste?—Pregunto el príncipe, el guerrero nego con la cabeza
—Vamos a comer entonces, mi padre luego querrá hablar contigo después, por los detalles de la boda y desmentir los tontos rumores del pueblo de algún romance entre mi hermana y tú—Dijo sosteniendo sus sandalias en una mano por sus pies mojados
Ambos caminaron hasta llegar al comedor donde los dulces manjares que solo los reyes podía disfrutar.
Se dispusieron a comer tranquilamente hasta que vio a su padre sentarse en la cabecera del comedor mirando a los dos jóvenes amantes comer tranquilamente
Su rubio cabello callendo sobre sus hombros, vio a su mejor guerrero mirarlo con respeto.
—Miguel! Haz vuelto! Me alegra mucho, Está noche haremos un banquete en tu honor—Menciono γιαννάκης (Johnny) viendo al joven azabache sonreír y negar con la cabeza