Su vista se poso en Miguel que saltaba la cuerda, aunque en vez de una cuerda era una cadena de hierro, estaban (bueno solo eran los Eagle Fang los que estaban entrenando, el solo estaba de expectador)
Veía su cabello moverse al ritmo de lo brincaba, vio una capa fina de sudor por su rostro que recorría su cuello y seguramente se deslizaba más allá de lo que permitía ver la camisa sin mangas que traía encima, observo su pantalón de chandal negro que estaba usando, que suerte tenía...
—Vamos Miguel 50 flexiones—Le ordenó su papá a su novio y el no podía agradecerle más a su padre por la orden.
Y derrepente el recuerdo de su novio sobre el, la noche anterior se hizo presente.
—Vamos cariño di mi nombre otra vez—La voz de Díaz ronca cerca de su oido mientras lo tenía en cuatro, besaba su hombro y dejaba pequeñas mordidas
—Miggi?—Apenas pudo mencionar sintiendo su voz quedarse atorada en su garganta con la mejilla sobre la almohada
—No, ese no es mi nombre aquí, tu sabes que tienes que decir...—Dijo el moreno toqueteando el glande su miembro que había estado desatendido en el proceso, bombeando de arriba a abajo.
—Porfavor~ déjame correrme—pidio y Díaz nego con la cabeza
—No, no piensas suplicar?—Nego una vez más en un tono autoritario a uno burlón negandole llegar a su ansiado orgasmo, y el que no redujera el ritmo de sus embestidas lo estaba volviendo loco
—Porfavor déjame correrme Daddy~—Rogo en un Sollozo y solo así se le permitió correrse
Estaba seguro que su rostro estaba sonrojado, lo bueno que traía la mochila con su gi adentro para tapar la semi erección que tenía en estos momentos, mierda, solo a él se le ocurría pensar en su novio cogiendoselo a media práctica.
Saco la botella de plástico y con las manos un poco temblorosas logro abrirla, tomando un trago de agua, pasando el líquido por su garganta intentando olvidar el flashback sexual de hace unos momentos.
Miguel se acercó a el con una sonrisa dulce, pasando una mano por su pelo hechandolo para atrás.
—Hola, Ya te aburriste?—Le pregunto de lo más normal, agarrando su botella de agua, dándole un sorbo, su mirada se perdió en su manzana de Adán subiendo y bajando, y más que nunca deseo besar su piel morena
—N-no, estoy bien Miggi—Apenas y pudo decirlo, su vista recorrió por los anchos hombros del estudiante de Eagle Fang a sus brazos que sabía que eran capaz de sostenerlo cuando se lo follaba contra la pared o la puerta
—Esta bien cariño, dice Sensei que terminamos en quince y nos vamos—Revolvio su pelo despeinandolo, el pensamiento de esa misma mano jalando su pelo para separar su cara de la almohada para luego besarlo posesivamente le hizo agarrar con fuerza la asa de su mochila, si no estuviera sentando, sus piernas estarían temblando
Todos esos pensamientos no estaban ayudando a calmar su erección, debía pensar en cosas feas, si, la horrible sopa de su mamá funcionaba
Si Miguel supiera lo que estaba pensando...
Le sonrió de vuelta viendolo irse de nuevo a entrenar, agarro su teléfono y un mensaje le llegó, bueno exactamente era una foto
Miggi♡
Anoche quedaste agotado✔️✔️
✔️✔️
Que ganas tengo de tenerte encima de mi gimiendo mi nombre, conmigo dejando marcas en todo tu cuello...✔️✔️
Miro a Miguel a lo lejos hablando con Hawk de lo más normal, mientras sostenía su teléfono, Díaz lo miró de reojo y le guiño el ojo coqueto.
Cómo podía mantenerse tan sereno el hijo de su mamá!! Sentía su respiración acelerarse y su garganta secarse.
Estaba más que jodido...