Advertencia : Intento de contenido +18🔞
Aún cuando era un Alfa, odiaba su día de celo, era algo espantoso, ahora el Sensei Johnny insistía que tenía que ir a entrenar.
Pero antes decidio hacer una visita a Robby, su Omega, tenía ganas de verlo y darle unos cuantos besos, El sensei apurado le dió acceso a su casa, diciendole que no llegara tarde al entrenamiento, que lo iba a estar esperando.
Entro en la casa y fue a pase directo al cuarto de su compañero, escucho el sonido de la regadera apagarse, al parecer ya había acabado, espero a que se vistiera, vio el reloj, eran las 6 pm
Veía a Robby su novio, que acababa de salir de bañarse, lo miró detenidamente usar un suéter verde tejido que su abuela Rosa le había regalado con unos shorts, bueno, lo que sea que estaba usando estaba haciendo que sus pensamientos volarán, parecía que fuera de tela delgada que abrazaba su figura
Su vista se fijo su trasero, y sus ganas de darle una palmada aumento
Tks debía salir del cuarto, pero Robby lo detuvo, estaba a punto de girar la perilla cuando le hablo
—Ya te vas?—Pregunto el Omega acostado boca abajo viendo su teléfono
—S-si ya sabes, entrenamiento y eso—Contesto aún sin voltear
—¿Quieres que te ayude?—
—¿Ayudarme?—Pregunto el Alfa volteando mirando a su novio recostarse sobre el colchón con sus antebrazos
—Si, desde que me estaba duchando alcanze a oler que estas en celo, y no quiero que lo pases solo—Algo sonaba extraño en su voz
Oh mierda, Al el entrar en celo, automáticamente Robby también entraba
El Omega se paró de la cama y camino a el a paso lento pero seguro hasta tenerlo cerca, una de las manos del castaño paso por su pecho hasta encontrarse con la hebilla de su cinturón—Porque estás nervioso? No deberías estarlo, o acaso te gusta someterte a mi, gran Alfa—Exclamo Robby mirándolo con sus característicos ojos verdes, que se habían oscurecido un poco a causa de su lujuria
Si, estaba nervioso, Robby podía ser dulce y tierno cuando tenían relaciones, pero también le gustaba tomar en mando y de alguna manera se veía tan bien haciéndolo
Y el que le estuviera hablando así no ayudaba al problema que empezaba a tener en su entrepierna
—Vamos Miggi, contestame, ¿O te comió la lengua el ratón?—El tragó saliva nervioso Apenas pudo asentir repetidas veces
Las habilidosas manos de su novio habían logrado desabrochar su cinturón y quitárselo
—¿Quieres hacerlo?—Pregunto a voz suave Robby mirando a Miguel decir un si en un Susurro
Después del consentimiento, empezó a repartir besos en el cuello del Alfa, sabía que era uno de sus puntos débiles sus manos vagaron a botón del pantalón de mezclilla bajando la bragueta lentamente