Midoriya tiene muchos secretos.
Por ejemplo, aquella identificación falsa que usa cada viernes en la noche.
O también el hecho de que lo conocen en cada discoteca y bar de la ciudad.
También es un secreto a donde desaparece en los recesos.
Y es un m...
-Lo siento chicos, adelantense, tengo algunas cosas que hacer.- Eso fue lo que el joven de frondoso cabello verde dijo a sus amigos con una sonrisa, para luego tomar sus cosas y desaparecer.
Los otros chicos le restaron importancia, después de todo era algo que siempre pasaba.
Mientras, el pecoso caminaba tranquilamente por los pasillos ocultando aquella pequeña sensación de necesidad y ansiedad. En la parte más alejada de los estudiantes de aquella prestigiosa academia para héroes, Midoriya Izuku se encontraba en una de las salidas menos concurridas, casi desierta.
De su bolsillo sacó una cajetilla blanca y sacó un cigarrillo. Dejó escapar un suspiro de satisfacción en el momento en que puso aquel rollo de papel entre sus dedos. Lo encendió y dio una larga calada, dejando momentáneamente aquel humo en sus pulmones para luego botarlo con total naturaleza y satisfacción.
Estaba preocupado. Joder, claro que estaba preocupado. Sus huídas se volvían cada vez más comunes. El correr lejos de sus amigos o pedir permiso para ir al baño durante las clases pero en realidad salir y fumar un cigarrillo. Le preocupaba que empezaran a hacer preguntas.
¿Cómo llegó a eso? A escaparse de clases con excusas vagas. ¿Solo por un cigarro?
Recuerda bien la primera vez que lo probó.
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Se encontraba afuera de su club favorito, "Hand", solía frecuentarlo, generalmente salía con aquellos amigos que conoció en días de borrachera. Se divertía mucho con ellos.
Ese día, a diferencia de otros, la cantidad de personas y alcohol lo agobiaba, así que había decidido salir a tomar un poco de aire antes de volver a bailar y beber hasta no recordar nada.
La brisa de aquella noche hacía danzar sus verdes cabellos, dandole un aura angelical.
Un hombre bastante más alto que Izuku se apoyó en aquella pared a su lado.
-¿Quieres? - Preguntó mientras extendía un cigarrillo con su mano derecha. -No gracias, no fumo. - Dijo mirando con curiosidad a aquel hombre. -Vamos, se que quieres. Inténtalo. Yo te enseño. - El pecoso observó el cigarrillo con temor y duda pero ¿Qué es lo peor que puede pasar? Solo va a probar algo nuevo.
El más alto colocó el rollo de papel entre sus agrietados labios y lo encendió. - Ten, ponlo en tu boca e inhala, mantén el humo unos segundos y luego exhala. - Dijo mientras le entregaba aquel cigarrillo.
Poco después el pecoso se encontraba tosiendo fuertemente intentando expulsar el desagradable humo.
-¡Eso sabe horrible! - Entre toses pudo decir con el ceño fruncido.
-Ya aprenderás. - Rió un poco y le dio una calada al primer cigarrillo de Izuku.
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Una vez acabó lo dejó caer y lo pisó.
No le importó mucho el aroma a tabaco que ahora tenía. Solo se fue.
