Pasión y Locura

Cap IX: Inicio del Error

Nota De Inicio: Esperamos que disfruten esta historia y pasen un buen momento leyendo y comentando, agradecemos todo el apoyo que siempre brindan.

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-Muy bien Luna, es hoy, es tu momento de apostarlo todo y ganar- ella se mira al espejo del baño. -Ya se acabo los juegos, las sutilezas y la Luna amable, es momento de ser directa con él y decirle lo que sientes antes de que alguna otra compañera de él aparezca o Lynn se atreva a hacer algún movimiento con él. Lincoln es tuyo y él lo sabe solo que no quiere admitirlo- ella sonríe con esas palabras motivacionales.

Luna con su actitud positiva se arreglaba de tal manera que pudiera lucir provocadora y tierna para su hermano, la combinación perfecta entre zorra y princesa lograría hacer que su hermano menor no pudiera resistirse ante los encantos de ella. Ese gran trozo de carne entre las piernas de él ya prácticamente tenía "propiedad de Luna" escrito. Al salir del baño ella nota a su hermana deportista luciendo curiosamente hermosa usando solo un top deportivo que permitía mostrar su increíble abdomen, short cortos, de hecho, más corto de lo usual y pegado a ella y como cereza del pastel también notó algo de maquillaje como sombra de ojos y los labios ligeramente pintados de rojo.

-¿Estas usando maquillaje?- pregunta inquieta la rockera.

-¿Acaso no puedo sacar a relucir mi feminidad de vez en cuando?- Lynn camina. -Perdón, no sabía que eras la policía del maquillaje-

-No, esa soy yo y te doy un siete de diez por ese cambio interesante- dice Lola para luego entrar a su cuarto.

-Wow Lynn que hermosa te ves. ¿Adonde vas tan linda?- pregunta Luan.

-A entrenar un poco- respondió con una sonrisa a su hermana mayor.

-Maldita entrenar con maquillaje y con ese short corto, lo único que quiere es entrenar ese lado zorra que tiene- pensó la rockera molesta, lo dejó pasar porque al menos Lynn estaría afuera de la casa por un rato y eso significaba. -Lincoln estará libre- sonríe feliz.

Luna se acerca a su pequeño hermano de cabello blanco quien estaba leyendo un comic de forma normal, ya no era ese niño de once años que lía comics en ropa interior. ella quería tenerlo entre sus brazos y llevarlo a aquel armario que era la habitación de su lindo príncipe.

-¡Lincoln no te demores mucho, si quieres que te ayude a no parecer debilucho en el examen físico de mañana tenemos mucho que hacer y en poco tiempo!- gritó la deportista.

-¡Qué!-

-Voy rápido!- él sale corriendo con short ligeramente apretados como corto, casi se le podría marcar su masculinidad.

-¿Y esa ropa hermano?- preguntan Luna y Luan.

-Es una ropa deportiva que según Lynn me ayudara a ser más atlético en poco tiempo- respondió haciendo algunos estiramientos.

No fue difícil para Luna sumar dos más dos ante lo que había visto tanto Lincoln como Lynn, esto tenía lujuria en todas partes y Lynn tenía el marcador en la mano. Nadie y mucho menos Lynn entrenaría tan sexy al menos que hubiera una buena razón para hacerlo.

-Esa hija de...- se detiene para no insultar a su madre que no tenía la culpa.

Lynn y Lincoln entrenaban en el patio trasero de la casa, ella no quería entrenar en un lugar tan concurrido para que la vieran ella tan "atrevida" y mucho menos a su hermano menor, así como ocurrió con Luna, la joven deportista había notado como Stella, Jordan chica y otras chicas empezaban a ver lo atractivo que se estaba volviendo Lincoln era como si él hubiera sido hijo de los ángeles con su cara dulce y sonrisa amable. Solo serían él y ella haciendo ejercicios juntos y demasiado pegados para que de alguna manera los roces y su cuerpo sudorozo activara los instintos más bajos de Lincoln, algo así como mensajes subliminales.