Seduciendo a mi profesor

Capítulo 9

Max me mira, su cuerpo está tenso y sus ojos hambrientos. Los dos estamos solos después de abandonar la lectura de poesía. El salón vacío pone ideas sexis en mi cabeza - sexo contra la pizarra... Oral encima de la mesa... - El calor se esparce de mi estómago hasta mis piernas. La lectura de poesía sigue a tope y dudas que alguien y dudo que alguien venga a buscar a cualquiera de los dos.

- Te deseo tanto, bebé - max

Los ojos de Max queman con deseo mientras se dirige hacia mi. Todas las razones para no hacer esto se van de mi mente.

- He estado deseándote toda la semana - mia
- ¿ Ah, sí? ¿ Y has pensado en mí? - max
- Sí. ¿ Tu has pensado en mí? - mia
- Si. De maneras muy sucias - max

Me coge por la cintura y envuelvo su cuello con mis brazos. Entierro mi cara en su pecho, inhalo profundo. Coge mi culo y jala mi cadera contra la suya. Puedo sentir su erección y me retuerzo contra ella.

- ¿ Esto te va a sacar de mi mente? - max
- ¿ Por qué no lo descubres? - mia
- Oh, voy a hacerlo - max

Desliza mi vestido encima de mi cadera y mira mi ropa interior.

- Te has estado sentando en mis clases, escondiendo está dulzura debajo de tu falda - max

Me derrito con sus palabras.

- ¿ Quieres probar? - mia
- Dios, si - max
- ¿ Qué estás esperando? - mia

Sin aviso, me da la vuelta y me presiona contra la pared. Con dedos fuertes, jala mis caderas. Me quita la ropa y luego se desnuda.

- No sé que haré si no puedo estar dentro de ti. Y se que no deberíamos hacer esto, pero maldita sea... se siente tan bien - max
- Se exactamente a lo que te refieres - mia

Estoy palpitando, queriéndolo, necesitandolo.

- Espera. Esto va muy rápido. ¿ Podemos ir más lento? - mia
- Podemos hacerlo - max

Se inclina y me besa. Dulce, suave. Un contraste con como me besa usualmente. Me froto contra su cuerpo, sintiendo la necesidad de hacer mas que solo besarlo. Después me besa más fuerte, mas apasionado.

- Mmm. Sabes tan bien. Quiero tocarte - max
- Aún no. Paremos aquí está noche. Más lento, ¿ Recuerdas? - mia

Deja salir un suspiro. Parece que le cuesta mucho trabajo, pero se aleja.

- Sí, tienes razón. Es mejor que no hagamos nada de lo que nos arrepintamos después - max

Me da un beso en el cuello y luego me coge en sus brazos. Me rindo contra él y dejo que me levante. Me pone encima y se sienta en una silla. Suspiro satisfecha y entierro mi cara en su cuello.

- Me gusta sostenerte - max

Pasa sus dedos por toda mi espalda, dándote escalofríos.

- Mmm. Me gusta también - mia
- ¿ Sabes en qué pensaba durante la lectura? - max
- ¿ Qué? - mia
- En cuento quería que te sentaras encima de mi en la última fila con mi polla dentro de ti - max
- Te hubiera follado como una semental - mia

Se ríe en voz alta.

- ¿ Ah, si? - max
- Oh, si - mia
- Tendré que recordar eso para la próxima vez - max

Guiña el ojo. El silencio nos envuelve mientras disfruto su calor y compañía.

- ¿ Qué te hizo querer ser un profesor de literatura? - mia

Mira hacia el frente, como si estuviera considerando como responder.

- Amo las palabras. Saber que alguien las sintió e inmortalizó... Es difícil explicarlo. Y ahora subo ridículo - max
- No es ridículo. Se lo que quieres decir. Amo como un buen libro te puede hacer volver a pensar las palabras y su significado - mia
- Exacto. Sabes que tu escritura llama mi atención mas que la de cualquier estudiante que haya tenido - max
- ¿ En serio? Gracias - mia