Mantengo mi vista fija a la ventana, el clima está perfecto para un café con el amor de tu vida...Me gustaría disfrutar esa emoción de sentirme acompañada por la persona que me ama, pero lamentablemente, el amor de mi vida está muerto, su cuerpo yace detrás de mí, aún tiene los ojos y la boca abierta, que asco. Paso por encima del cadáver levantando ambas piernas, no quiero tener más sangre en mi cuerpo. Del corte de su cuello aún sale líquido carmesí. Creí haber escuchado el zumbido de una mosca.
***
"Me gustas."
"Eres hermosa."
"Me tienes embobado."
"Quisiera estar contigo ahora y para siempre."
"No quiero soltarte más. "
"Muero por darte un beso."
"Necesito uno de tus abrazos."
Y así, sigue la lista de las hermosas palabras que me decías cuando me estabas conquistando.
Después de años me percato que todo siempre fue tu culpa, esas palabras bonitas solo era romanticismo barato y cliché, nunca me quisiste realmente y el moretón que tengo en el ojo lo demuestra.
Tus cambios de humor repentinos fueron el comienzo de todo, luego los gritos, las humillaciones en público, la violencia psicológica, hasta llegar a los golpes.
¿Acaso fue mentira esa vez que me pediste de rodillas perdón?, ¿no que ibas a cambiar?
***
Tomo la caja de cigarrillos y me subo al auto, llego a mi destino en menos de 10 minutos, golpeo la puerta y ahí estás, tu horrible sonrisa me recibe, cruzo el umbral de la puerta y siento como tu asquerosa mano aprieta mi trasero, trago saliva para no desatar mi odio, me volteo y te regalo una de las risitas que tanto te gustan, esa de niña coqueta, esa niña que tanto deseas.
Me saco el abrigo y los pantalones, quedando solo con la ropa interior y con una de tus camisetas blancas.
- ¿Es un día espe...? -No te dejo terminar, poso mi dedo índice en tus labios en señal de que guardes silencio.
Te tomo de la mano y me dirijo a la cocina, te hago tomar asiento, te preparo tu comida favorita, coloco la música que más te gusta y me siento en tus piernas recordando todos los momentos que pasamos juntos.
Terminas de cenar y pido que bailes conmigo, me tomas de la cintura y te abrazo, pasamos un largo rato así hasta que llega el momento, me acerco a tu oído y susurro:
-Cierra los ojos. -me suelto de tu agarre y te doy un beso.
Tomo el cuchillo que dejé en el mesón y me acerco a ti decidida, sabiendo que toda esta tortura acabará y nunca más te veré.
Levanto tu cuello, dejo pequeños besos en él y, por último, termino con uno en los labios.
-Abre los ojos. -te pido.
Una sonrisa aparece en tus labios, me haces caso y sin pensarlo atravieso el cuchillo por tu cuello, la sangre sale inmediatamente, por ende, me alejo de ti dejando el cuchillo aún en tu cuerpo, tratas de sacarlo, pero ya no puedes más.
-Adiós, cariño. -me despido con una sonrisa.
Me miras por última vez y por fin caes muerto, saco el cuchillo de tu cuello y lo arrojo al suelo, voy al baño, me lavo las manos y vuelvo a la cocina.
***
Mantengo mi vista fija a la ventana, el clima está perfecto para un café con el amor de tu vida...Me gustaría disfrutar esa emoción de sentirme acompañada por la persona que me ama, pero lamentablemente, el amor de mi vida está muerto, su cuerpo yace detrás de mí, aún tiene los ojos y la boca abierta, que asco. Paso por encima del cadáver levantando ambas piernas, no quiero tener más sangre en mi cuerpo. Del corte de su cuello aún sale líquido carmesí. Creí haber escuchado el zumbido de una mosca.
Voy por mi ropa y del abrigo saco los cigarrillos que más te gustaban, enciendo uno y me marcho de tu hogar, subo a mi auto y me pregunto: "¿debería arrepentirme?" Y no, ya está hecho y al fin soy libre. Sigo por la carretera sin destino alguno... ¿Será este mi nuevo comienzo?
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Tú solo lee
Teen FictionDistintos cuentos, pequeños desahogos y fragmentos de algo que nunca fue.