Un solo encuentro necesité para que cayera completamente.Lo guíe por el pasillo hasta mi habitación, le pedí que me esperara sentado en la cama, que no demoraría mucho y así fue como lo hizo.
Fui al baño donde guardaba lo que necesitaba, lo escondí entre mi ropa y antes de salir tomé una venda. Volví a la habitación y ahí estaba, tan vulnerable. Me acerqué y le vendé los ojos, me preguntó el porqué de aquello y le respondí que solo era una sorpresa.
Saqué el arma, le quité el seguro y fue ahí cuando se puso alerta, ya era tarde. Dejé que se quitara la venda, le pedí que se arrodillara y sin decir nada más, apreté el gatillo tres veces seguidas, una bala directa al pulmón, la otra en el brazo y por último una en el estómago.
En esos mismos lugares se posicionaron las que atravesaron a mi amado.
Se suponía que sería un paseo corto, para poder arreglar algunos asuntos, para poder pasar un tiempo a solas, pero no fue así.
Primero fue uno.
Bang
Después otro
Bang
Y el último no se demoró en llegar.
Bang
Los cristales se hicieron trizas, de su cuerpo solo salía sangre, ya no lo escuchaba.
Me quité el cinturón para poder estar más cerca y aún vivía, pero no por mucho. Al mirarme sus ojos se llenaron de lágrimas, yo no paraba de gritar y él solo se preocupo de dedicarme su última sonrisa, tan preciosa como siempre.
Le suplicaba que no se fuera, que la ayuda ya llegaría, que por favor no me dejara sola, pero no sirvió de mucho, a los minutos ya no respondía, su cuerpo poco a poco se comenzó a enfriar en la espera de la ambulancia.
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Tú solo lee
Teen FictionDistintos cuentos, pequeños desahogos y fragmentos de algo que nunca fue.