Mis alas se expanden y mi boca suelta todo mi fuego, largándolo en mi pecho lleno de sangre. Llevo los ojos cerrados todavía, pero siento que la bala se va hundiendo poco a poco, más todavía. Quiero soltar mi odio, pero mis ojos no se despegan uno de otro.Ningún sonido en el espacio: vacío. Ninguna duda en mi corazón: lleno de fuego.
El metal de su bala va solidificando todo mi cuerpo, endureciéndome y haciéndome dormir como si mi metamorfosis se basara en el cambio a estatua.
El fuego se retira de los dedos de mis pies, retrocede hasta dejar dormir mis cimientos, deja mis pantorrillas y eriza la piel de mis muslos, abandonando la totalidad de mis miembros inferiores. Lo mismo pasa con mis manos y brazos, todos dormidos en un sueño de infinitos años.
Un grito me despierta y hace despegar mis ojos uno del otro.
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dragón
Short Story"dragón mío alas de fuego: tú que vuelas por las inmensas montañas y sueltas tu dolor convirtiéndolo en vida, no dejes que te atrapen y te moldeen ¡qué naciste para ser libre, sí! ¡qué naciste para ser sabio, sí! que no te comprenden en este mundo...