Luego del fiasco que resultó mi búsqueda de empleo y unos días después ya no me sentía tan positiva, ya no creía que comenzar la universidad sería buena idea y menos con la situación tan ajustada en la que vivimos diariamente Noah y yo, he salido durante una semana seguida buscando empleo todos rechazan mi currículum vitae al momento que ven a mi hijo tomado de la mano conmigo. Quizás dirán que tendré que llevarlo conmigo y no tengo quien lo cuide, cosa que es cierto pero ¡Quienes de creen ellos para juzgarme de esa manera! ¡Ni siquiera ven la hoja que les extiendo!
Ya harta de tanta negativas decidí que aplicaría a una entrevista en una empresa de alimentos procesados, si me toca limpiar baños será mucho mejor que limpie baños pero con beneficios. Y así con eso en mente envié mi currículum vitae por correo.
Sin miedo al éxito.
Mi frase típica cuando cometeré una idiotez.
Lo que no tenía previsto era que a los quince minutos me llegará una respuesta
— Sería un placer para nosotros que usted forme parte de la gran familia que somos. Por favor presentarse el día lunes a las ocho con quince minutos de la mañana en nuestras oficinas, ahí se llevarán a cabo las entrevistas y usted es una excelente candidata. Saludos cordiales. Gerencia de RRHH. EMPRESA DE ALIMENTOS MIRA Y ASOCIADOS C.A.
Al terminar de leer me contuve de pegar saltos y comenzar a gritar de la emoción ya que Noah se encontraba durmiendo ya que es su hora de la siesta. El lunes por fin tendré una oportunidad real, aunque no sé realmente nada sobre el empleo al que postule, si me seleccionan ese día lo sabré.
Miro nuevamente mi celular y luego a Noah murmurando en sueños, beso su frente y me levanto de la cama. Ya con las energías renovadas decido cocinarle algo delicioso a mi pequeño hombrecito y así darle las noticias en el almuerzo.
Dejo el celular en uno de los compartimentos adicionales del armario y comienzo a limpiar la habitación, recojo la ropa sucia en el canasto, limpio el área de la cocina y lavo el baño. Después saco los ingredientes para hacer unas empanadas de pollo y otras de carne mechada con queso, nuestras favoritas.
Mientras se cocinan la carne y el pollo lavo la ropa a mano, agradezco que no sea mucha, no tengo lavadora desde nunca, después que Julián murió mi situación se complicó y todo lo que tengo lo he comprado a base de no comer bien durante semanas, por eso deseo tener un mejor empleo y comprar todas las cosas que necesitemos y queramos. Me distraigo quitando las manchas de una camisa cuando un olor a quemado llega a mí.
¡Mierda la carne!
Dejo la camisa en el piso del baño y corro a la cocina, la carne ya estaba seca y comenzaba a quemarse al igual que el pollo,agregue otro vaso de agua y una pizca de sal, aunque eso no evito que una nube de humo se expandiera por toda la habitación dándome la tarea de abrir la puerta y la ventana para que se ventile, bajo la flama de la estufa y vuelvo a sentarme a terminar de lavar.
Luego del pequeño accidente y que terminara de lavar y tender la ropa en los tendederos dentro del baño comencé a cortar los aliños para condimentar las carnes, rayar el queso y amasar, a eso de las dos de la tarde ya tenía todo preparado para el almuerzo y ya Noah se había levantado y se estaba cepillando los dientes. Después de almorzar le conté muy emocionada lo que me ocurrió.
—¡Mami así no seremos pobres!
—Para eso falta mucho camino, pero por lo menos si me dan el trabajo ya podré comprar todo lo que nos falta y construir más y tú podrías tener tu propia habitación con tu cama.— le dije mientras le echaba guasacaca a mi última empanada de pollo. Lo mire y él asintió.
—Mami, eres la mejor.
Le sonreí sin verle la cara, le coloque una mano en la cabeza y alborote su lisa cabellera azabache.
—Lo sé, lo sé.
Fue lo único que alcance a decir antes de comerme la empanada.
Después del almuerzo salimos al patio del frente, que vendría siendo el patio trasero de la casa de mi exsuegra, cuando me mudé ellos cedieron está parte de su propiedad convirtiéndome a mi en su dueña y todo por escrito y sellado por notaría pública, ahora nos separa una cerca de láminas de zinc y la puerta por la que salimos hacia la calle. Jugamos lo que nos permitió el sol del medio día hasta la hora de la cena dónde prepare algo ligero y después de un baño Noah fue a dormir mientras yo barria y recogía las hojas de mango y limón del patio y miraba el cielo nocturno. Deseé ser mejor. Deseé conseguir el trabajo. Y sobre todo, deseé hacer feliz a mi pequeño hijo.
Con eso en mente entre a casa y cerré el rejado y la puerta.
Me quite la ropa y me di una larga ducha mientras seguía deseando.
Al final de mi rutina diaria le di un beso en la frente a mi bebé y le susurré un te amo, mientras los dos nos abrazamos y por fin esa noche pude soñar con un futuro mejor.
Soñé que pinte las necesidades y que todo estaría mejor.
Soñé con mi abuela Teresa y ella decía:
—Fuerza.
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Dulces, sueños y Fuentes.
HumorCarolina Fuentes, es una joven mujer viviendo la vida a cómo puede, después de cumplir diecisiete se dedicó al trabajo olvidándose de sus sueños de ser artista y de viajar por el mundo a conocer las maravillas de otras culturas, ahora con veinticinc...