Kurt se detuvo frente a la puerta de su casa esperando a que su hermanastro llegara con él, el niño de cabellos rubios bajó las escaleras casi corriendo llevando un pañuelo en su mano, con la otra sujetó la mano del mayor. El rubio decidió vestirse con una camisa blanca de cuello de tortuga y un jeans, ambos blancos, por encima colocó un suéter de lana blanco de rayas violetas con una luna tejida a un costado, bastante pequeña, y claro, sus botas de cuero sintético pero en blanco.
Steven usaba un suéter con estampado de tortugas y un oberol de mezclilla junto a unos tenis verdes, salieron de la casa de camino hacia la farmacia, el ojiazul golpeaba el arete de su lengua contra sus dientes provocando un ligero ruido que a penas llegaba a los oídos del menor.
—. De grande quiero ser como tú. — Un universitario metalizado con problemas emocionales y sin futuro, al parecer, pero Kurt prefirió preguntar antes que asumir.
—. ¿Por qué? No soy interesante y según tu mamá consumo sustancias ilícitas. — Le gustaría decir que era broma, pero no lo era, Deanna de verdad creía eso, solo fumaba de vez en cuando, no era tan rebelde.
—. Serás un gran periodista y reportero, también un director de cine, pero te ves genial, yo también quisiera tener aritos en mis orejas. — Mencionó llevando su mano libre a tocar dicha zona sin rozarse el pañuelo en la cara.
—. Te los hago como en Juego de Gemelas y te regalo mi primer par de aros. — Sugirió con una sonrisa maliciosa, era la película favorita de ambos y la veían cada que tenían la oportunidad.
—. ¡No! Así estoy bien. — La cara de terror que mostró el menor logró que las risas de Cobain fueran un tanto altas y que la conversación quedara en eso.
Se adentraron a la farmacia y Kurt al notar que no era su mejor amigo el cajero, salió corriendo a los pasillos aprovechando que estaba distraído, soltó la mano del menor para ir a buscar los dulces en los estantes. Steven se empezó a pasear asomándose por los pasillos hasta que notó a un tipo con el pie roto revisando uno de los estantes con una mueca, por mera curiosidad se acercó pinchando con uno de sus dedos el yeso que estaba cubierto por seguridad.
—. ¿Qué haces, niño? — Formó una mueca de disgusto, Steven se asustó, era un hombre de cabellos largos y rojizos, llevaba una camisa, un jeans y una chaqueta de cuero, en su pie sano llevaba una bota del mismo material que la chaqueta, todo de color negro.
—. ¿Qué le pasó? — El menor hizo ojitos de cachorro para evitar que el hombre se molestara, a pesar de su mirada y todo él fuera imponente.
—. Me caí... Oye, ¿No tendrás dinero en tus bolsillos? — Señaló el overol del menor, el niño metió sus manos en sus bolsillos buscando unas monedas pero no había nada y su hermano llevaba el dinero exacto por los dulces porque Deanna se enteró que se compró unos cigarrillos.
—. No, ¿Para qué los necesita? — Limpió su nariz con su pañuelo en cuanto sintió que se empezaban a acumular las mucosidades.
—. Necesito llevar una medicina, pero no me alcanza el dinero. — El colorín parecía preocupado ahora, mordisqueaba el interior de su mejilla con desesperación.
—. ¡Steven! No me asustes así. — El rubio de mayor edad corrió hacia su hermanastro para tomarle de la mano, en la otra llevaba la caja de dulces que tanto le gustaban al menor.
—. Oye, Kurt, él necesita ayuda. — El niño señaló al pelirrojo que solo hizo una mueca al ver el gesto del menor, el ojiazul solo se le quedó viendo por un segundo antes de mirar de nuevo a Steven. —. No tiene dinero.
—. Nosotros tampoco, Steven. — Aclaró haciendo una mueca al sentir de nuevo esa molesta punzada en su abdomen, era muy extraño que le sucediera en días tan seguidos.
—. No te preocupes, niño, otro día será. — Mencionó el pelirrojo, Cobain sintió que le recorrió un escalofrío al escuchar esa voz, ¿De dónde salió ese hombre? y ¿Por qué era tan guapo?
—. ¿Tan importante es eso que necesita, señor? — Mordisqueó su labio con duda y jugando con el aro que tenía en dicha zona.
—. Es una medicina para mi hermana menor, está enferma. — Explicó logrando enternecer el corazón del rubio, parecía un crikoso maleante pero tenía un buen corazón, quería que destruyera su estabilidad emocional.
—. De acuerdo, tengo una idea. Steven, no te le alejes.
♡
—. Entonces, hoy no trajiste a tu hermano, creí haberte visto con él. — Mencionó el cajero pasando los dulces por el escáner.
—. Mmh, no, te deben estar fallando tus lentes ya. — Soltó una risita coqueta ladeando su rostro.
—. No lo creo, me dijeron que iban a reducirles el aumento. — Era un muchacho de cabellos cafés y orbes castaños, llevaba meses queriendo salir con el rubio, pero pues... No era del tipo de Cobain.
—. ¿Oh? ¿En serio? A ver. — Extendió su mano quitándole sus gafas, el contrario no evitó ponerse nervioso cuando el ojiazul se colocó sus aparatos de visión. —. ¿Qué opinas?
—. No te veo muy bien, pero estoy seguro que te ves muy bonito. — Un rubor cubrió sus mejillas, Kurt ya empezaba a sentirse un poco incómodo.
—. Eh, je, je... Muchas gracias, es muy lindo de tu parte. — Se quitó las gafas y cuando estuvo por entregárselas su mano golpeó uno de los pequeños mostradores que sostenía unos dulces. —. Lo lamento mucho.
—. No te preocupes. — El castaño tomó sus gafas y se las colocó para agacharse.Kurt tomó una caja de cigarrillos y una pluma para quitarle el código de barras y mancharla, la metió en su bolsillo trasero volteando a ver hacia la salida, el pelirrojo y su hermano evitaron los detectores para salir corriendo del lugar como si sus vidas dependieran de eso, al menos como el pie roto se lo permitió.
—. Te salen veinte dólares. — «Maldito Steven y sus gustos de niño mimado» su queja mental era inversamente proporcional a su gesto de amabilidad.
—. Muchas gracias. — Pagó por su compra y tomó la bolsa de color blanco.
Para salir igual evitó los detectores por los cigarrillos en su bolsillo, sin embargo lo hizo de forma tan natural que el cajero no lo notó, se encaminó un par de metros hacia un callejón, se adentró encontrándose con el ojiverde y su hermanastro.
—. No sigan mi ejemplo, chicos, no soy una buena persona. — Avisó sacando la caja de cigarrillos de su bolsillo y pasándole la bolsa de dulces a su hermanastro.
—. Gracias... Soy Axl, ¿Tu nombre es? — Le señaló con la caja de medicamentos esperando una respuesta.
—. Kurt Cobain, a la orden pa'l desorden. — Le guiñó un ojo con un gesto bastante gracioso, abrió la caja de cigarrillos sacando uno y poniéndolo entre sus labios.
—. Gracias, Kurt, y gracias Steven, ¿Cómo puedo pagarte? — El pelirrojo aún sostenía la mano del hermano de Kurt, para ellos si fue un esfuerzo correr con esa lesión aunque no parecía grave para que anduviera sin muletas.
—. Ya lo hiciste. — Le mostró el cigarrillo en sus labios y le entregó la caja al colorín. —. Es un regalo. Steven, hay que irnos, tu mamá ya debe haber terminado el almuerzo.
—. Ojalá volver a vernos. — La sonrisa del ojiverde logró despertar los nervios del ojiazul, es que era muy atractivo, por dios.
—. Claro que sí. — El rubio le sonrió con coquetería sin saber de dónde sacó el valor para eso. —. Llámame.
Aquello fue un murmuro mientras se alejaba y señalaba la cajita de cigarrillos, tomó a su hermano por la mano para salir del callejón empezando a caminar de vuelta a casa.
—. No le digas a tu mamá sobre eso o no me dejara perforarme la nariz. — Advirtió quitándole la bolsa con su compra.
—. ¿Sobre el robo o sobre que te gustan los pelirrojos con tatuajes?
—. ¡Steven!
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໒❛ 𝐖𝐘𝐎𝐂𝐌𝐖𝐘𝐇 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈
Fanfiction𝕹𝖔𝖜 𝖎𝖙'𝖘 𝖙𝖍𝖗𝖊𝖊 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖒𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓' 𝖆𝖓𝖉 𝕴'𝖒 𝖙𝖗𝖞𝖎𝖓' 𝖙𝖔 𝖈𝖍𝖆𝖓𝖌𝖊 𝖞𝖔𝖚𝖗 𝖒𝖎𝖓𝖉. 𝕷𝖊𝖋𝖙 𝖞𝖔𝖚 𝖒𝖚𝖑𝖙𝖎𝖕𝖑𝖊 𝖒𝖎𝖘𝖘𝖊𝖉 𝖈𝖆𝖑𝖑𝖘 𝖆𝖓𝖉 𝖙𝖔 𝖒𝖞 𝖒𝖊𝖘𝖘𝖆𝖌𝖊, 𝖞𝖔𝖚 𝖗𝖊𝖕𝖑𝖞. "𝖂𝖍𝖞'𝖉 𝖞𝖔𝖚 𝖔𝖓𝖑𝖞...